Capítulo seis

Decir que me he pasado todo el día detrás de Estefanía para que me diga el motivo de su alegría sería poco. Pero ella pasa de mí por completo.

- ya basta, ahora si vas a decirme- le dije en la sala de descanso, estábamos preparándonos para ir a la universidad.

- bueno, está bien- se sentó frente a mí, en la pequeña mesa

- tiene que ver con el profesor Jackson, ¿cierto?- ella asintió eufórica- entonces cuenta

- anoche, cuando me dejaron en la universidad, fui a verlo- hizo una pausa - lo vi sin camisa- comenzó a aplaudir como una niña de kínder, no podía creer que ese fuera el motivo de su alegría.

-¿y pasó algo más?- le pregunté con la esperanza de no tener una amiga demente

- pues no, eso es todo - respondió poniendo cara de lástima

- me he pasado todo el día detrás de ti, para que me digas que viste a Jackson sin camisa.- me levanté y tome mi bolsa- eres frustrante- salí a esperarla fuera, me reí, porque tenía un poco de gracia pensar en la alegría que le dio ver a un hombre sin camisa. Aunque sé, que ella si ha tenido sexo, ha visto muchos hombres sin nada de ropa

-¿de qué te ríes tu sola? Pareces una demente, digna de hospital- me dijo Gabriel, venía saliendo de su oficina.

- pues, de cosas de la vida- fue mi respuesta, no podía decirle la verdad- las mujeres somos complicadas- exprese esto pensando en Estefanía y su alegría infundada, y porque sabía que eso alejaría el tema de su curiosidad por mi risa loca. Él hizo como si pensara.

- es cierto, ustedes son muy complicadas- miró a la puerta de la sala de descanso - ¿dónde está la loca mayor?- sabía que se refería a Estefanía- debemos irnos ya - saber que no tendría que ir en transporte público, arreglo mi día

- Estefanía, apresurate - le grite desde la entrada - nuestro querido jefe nos va a llevar, no podemos perder el aventón - él se estaba riendo

- si quieres vivir como las personas normales- me dijo Gabriel- debes aprender a pasar trabajo, querida. Las espero fuera - cuando salió Estefanía, yo aún estaba pensando en lo que me dijo. También en la forma en que lo hizo.

- ¿qué es esa cara?- pregunto Estefanía, mirando a su alrededor- ¿perdimos el aventón?

- no- salí caminando hacia la puerta- nos está esperando fuera.- cuando salimos ya Gabriel nos estaba esperando con el auto encendido.

- su carroza está lista señoritas- nos gritó desde detrás del volante.

Nos dirigimos a la universidad, nada más llegar kyla fue donde estábamos.

- pensé que no vendrían- nos dijo mirando a Gabriel, era obvio que se refería a el - Estefanía, el profesor Jackson te está buscando, me pidió que cuando llegarás te dijera que fueras a su oficina.

- m****a - dijo Estefanía - creo que estoy en problemas - comenzó a caminar - si no regreso en una hora llamen a la policía, fue que me mato - yo me reí de la broma. Pero también me hizo pensar en que me podría haber hecho ella, que le daba tanto miedo ir a su encuentro.

- no sé que le ve al pobretón tonto de Jackson.- dijo kyla

- creo que deberíamos entrar Luna, ya es hora - señaló su reloj, por la cara que puso kyla, no le gustó para nada que él la ignorara.

- Gabriel - lo encaró directamente -¿puedes llevarme hoy a casa?- se acercó mucho a su cuerpo, yo me sentía celosa, aunque estaba consciente de que no tenía un motivo - es que mi auto se averió - él se alejó de ella

- lo siento, pero no soy chofer- a ella se le transformó la cara

- a, ya entiendo. Solamente llevas a herederas desheredadas - me miró, me asombré ante su ataque

- a mí nadie me desheredó kyla, me fui de casa porque quise.- le aclaré

- te fuiste de tu casa porque te asediaban, es lo mismo que desheredarte- no pensaba ponerme a discutir esto con ella.

- está bien, cree lo que quieras- me encamine hacia el edificio, Gabriel me siguió y ella se quedó paralizada en el sitio.- creo que tienes una admiradora.

- no me interesa, estoy muy ocupado cuidando de mi heredera desheredada

-¿cuidando de mí?- por mirarlo a él no preste atención y tropecé con uno de los escalones, mi cuerpo se fue adelante, de no ser porque él me sujetó, posiblemente hubiera terminado en urgencias.

- a eso me refería.- me dijo él, yo me paré recta y lo miré

- entiendo, soy un desastre. No sé que haría sin Estefanía - lo mire - y sin ti

- tampoco es para tanto- dijo él y lo pensó - estoy seguro de que sobrevivirías. Con uno o dos dientes de menos- se rio de su propia broma

- muy gracioso Gabriel.- lo volví a mirar- así que te autoproclamaste mi guardaespaldas, no sé si quiero uno - él se puso serio, mucho para mi gusto - ¿dije algo malo?

- prefiero ser tu amigo, sé que odias a la guardaespaldas. No quisiera que me odiaras - me dijo manteniendo la seriedad

- entiendo- ya estábamos llegando al salón- pero a veces parece que si lo eres - me detuvo

- ¿por qué dices eso?- pregunto

- es que siempre estás presente cuando lo necesito- me calle por un momento - además, es raro que apareciste cuando yo me fui de mi casa - él se rió, pero no como yo estaba adaptada, fue una risa forzada.

- si he- corto el tema y entró delante de mí al salón, su reacción no me gustó mucho, pero no le presté demasiada atención.

- Luna - me gritó Estefanía

-¿así que sigues viva y en una pieza?, ya casi iba a llamar a la policía.

- casi de una pieza, me riño mucho - entramos juntas - ¿qué le hicieron a kyla? Cuando me fui la dejé con ustedes, ahora la vi irse como una loca en el auto.

- ¿en qué auto?- pregunté recordando que dijo que estaba averiado

- en el suyo claro - dijo tomando asiento - yo le prestaría el mío, pero no tengo- su sarcasmo me saco la risa.

- es que nos dijo que estaba averiado - nos reímos juntas está vez

- es una demente - Estefanía siempre dijo eso de kyla- ¿y tu galán?- se volteó a mirarlo - creo que no se encuentra bien, tiene su cabeza gacha- lo mire y como en efecto era así, pero no le di importancia

- ahora mismo estaba bien, alomejor tiene sueño - Estefanía asintió.