-Ese antídoto no puede caer en las manos de nadie que no seamos nosotros.- le digo mientras lo ayudo a quitarse la ropa. Quiero que nos demos un baño largo y relajante, por lo que activo el agua para que caiga sobre la bañera enorme que hay en nuestro baño. - Pensé que te había perdido.- susurra y puedo ver el dolor en sus ojos. Sus manos se posan sobre mí estómago.- Pensé que los había perdido.- le doy una sonrisa triste. - Estamos bien. Estamos aquí contigo.- le doy un beso en la mejilla.- No nos vamos a ningún lado - le doy otro beso y el lo extiende, agarrándome con fuerza de las caderas para acercarme más a él. Me fundo en el, sintiendo como me expresa lo mucho que me quiere y desea, a pesar de todo lo malo que nos mantiene rodeados. Tal vez al principio me resistí demasiado a esto, Pero ahora, no me imagino como sería diferente, aunque me sienta mal cada cinco minutos. Conocer lo que casi nadie conoce de un mundo oculto, es indescriptible. Uzziel me pega contra la pared y
Después de una extensa conversación, nos acostamos en la cama y nos fundimos en un apasionado acto de amor, dónde Uzziel dejo sus caricias en cada parte de mí cuerpo, convirtiéndome en un ser de calor que nos arrompo a ambos a pesar del abrasador frio. Cuando nuestra inconsciencia llamó a la puerta, no tuvimos la fuerza suficiente para siquiera colocarnos ropa. Solo dormimos así. Al día siguiente, yo fui la primera en despertarse y quería hacer algo tan normal como preparar el desayuno y comer en la cama, por ende, después de mi momento en el baño, fui directo a la cocina. -¿Cómo está, sra. Alfa? - asiento con una sonrisa.-Tenia tiempo que no la veía. La noto más delgada y eso no puede ser.- suspiro. -Todo está tan movido que se me olvida probar comida - le digo lamentandome, porque ahora que me lo recuerda y no tengo a nadie atacandome, mi estómago suena como si se fuese a comer mis tripas. Creo que no comí absolutamente nada el día de ayer y justo en este momento, lo estoy no
Nila Admiro a los dos cachorros jugar de un lado a otro, saltando y mordiéndose entre sí. Yo casi no he tenido tiempo de verlo, pero las trabajadores de la casa los tienen bien bañaditos y gorditos. Se ven muy felices y ya responden a su nombre. Yo no quería volver, por mucho que lo extrañé cuando me fuí. Lamentablemente, hay cosas, tareas que no he terminado y ahora tengo demasiadas ganas de completarlas. En algún punto pensé en dar marcha atrás, pero apenas Ashley me corrió de la casa, el odio surgió nuevamente, aunque una parte de mí la entendía a la perfección. Se enteró que yo la entregué. Qué vendí su alma por un poco de más poder y de promesas vacías de un futuro incierto. Era obvio que me iba a odiar cuando se enterará. Más sin embargo, debería valorarme un poco más, porque incluso cuando creo esas bestias violentas y sedientas, volví para tratar de ayudar en algo. No es que haya sido de mucha ayuda, porque realmente lo único que hice fue aguantar a dos bestias durante tre
Uzziel Observo a Ashley sentada sobre la cama, viendo fijamente la televisión. Según lo que me ha dicho, se ha visto esa película decenas de veces y a pesar de todo, la sigue viendo y riéndose como si fuese la primera vez. Cómo ya es normal, yo no he visto esa película, y aunque se ve interesante, lo único que he hecho es observarla a ella reír mientras come palomitas, chocolate y papa frita, sin contar las merengadas que lleva. Hoy ha comido lo que no la he visto comer un mucho tiempo y la verdad, me llena de culpa, una culpa inmensa. Cómo esposo he Sido el peor, no he cuidado de ella como es debido y no me tiene la suficiente confianza para no hacer las cosas sola, sino con mi ayuda. Verdaderamente, siento que nuestro matrimonio es realmente muy inestable y estos recientes días, son los que nos ha dado un poco de esa unión que tanto he buscado. Ella no se termina de abrir a mí, aunque sé que lo está intentando. Está luchando con algo dentro de ella, que aunque no conozco person
Ashley A la mañana siguiente lo primero que consigo al levantarme, es un desayuno perfectamente preparado en frente de mí. Una tarta de queso feta con espinacas, fresas y bananas finamente cortadas, jugo de naranja y chocolate caliente. Cómo soy glotona, escojo el chocolate caliente y dejo el jugo para después. Me giro hacia Uzziel y le doy las gracias con un beso largo. -Ahi tienes las pastillas. Por favor, que sea lo primero que te tomes.- arrugo la nariz, Pero le hago caso. Me tomo mis pastillas por el embarazo y después como a gusto, dejando el chocolate para lo último porque ya tomé el jugo de naranja, y no vaya a ser que aparte de todos mis problemas, me de también cagadera. Eso sería el colmo de mis males. - ¿Qué quieres hacer hoy? - miro a Uzziel con un pedazo de tarta en la boca. -Quiero averiguar si las bestias siguen en la isla, o si se fueron.- también quiero visitar la tumba de Denara, sin embargo, no sé porqué no se lo digo. Quiero conversar con ella, que aunque s
Ashley Cuando salgo de la habitación, Uzziel no se encuentra por ningún lado. Por alguna razón, eso me pega en el pecho. Yo pensé que iba a estar esperándome y aunque me conviene que el no esté, igual me afecta un poco. Apenas llego a lo que se convirtió en un cementerio, voy directo al grupo de flores perteneciente a Denara. Yo me siento en el suelo, y me quedo viendo los tulipanes hermosos que se alzaron sobre todo lo demás. D Denara fue y siempre será, la única bruja que me enseñó que no todo lo que proviene de lo malo, se debe considerar mal. Ella siempre, en el poco tiempo que la conocí, fué un ejemplo a seguir y la voz de los mejores consejos. Con solo decir que fue la única que pudo tocar por pocos segundos el corazón de mi hermana, si es que de verdad tiene corazón, porque últimamente estoy dudando de eso. Suspiro y abrazo mi estómago, pensando en lo feliz que hubiese sido si mi hija la hubiese conocido. Ella habría sido como su abuela y estoy segura que ella lo hubiese a
Uzziel Reúno a mi manada en nuestra sala de junto y observo los 14 integrantes, 3 mueres y 11 hombres. Mi hermano es uno de los que falta, más tres bajas en guerra y tres bajas por... Circunstancias lamentables. Puedo sentir el luto en todos ellos y la molestia también. Sé perfectamente que ninguno está a gusto en cómo se están llevando las cosas. Yo tampoco estoy a gusto, pero más que todo es porque la que más está sufriendo del pesa de las circunstancias, es Ashley. Ella lleva mundo entero sobre sus hombros y aunque se queja, sigue como una campeona, tratando de salvar a todos e incluso eso, a veces es un error. La creación de las tres bestias es razón suficiente. - Los he convocado el día de hoy, porque como ya sabrán, el antídoto ha sido creado.- los que no tenían conocimiento sobre ello, se giran a ver entre ellos, mientras los que presenciaron el evento, son los que muestran molestia y dolor, por una pérdida que aunque ya se estaba ejecutando, se dió esperanza por pocos se
Nila. Me alejo de la puerta cuando siento que los lobos comienzan a moverse y desaparezco rápidamente, llegando a una de las salas de estar justo cuando Ashley aparece con su cachorro en brazos, dándole besitos y susurrando palabras bonitas. Mi bebé lo deje en la habitación, para su mayor protección porque últimamente todo está muy movido y no quiero que salga herido si algo como unas bestias enormes que no me pertenecen, entren al lugar, con hambre y ansias de matar. Los de Ashley se enfocan en mí y suspira. Yo arqueo una ceja y espero. -Ya no me agradas, Pero gracias por aparecer... Fuiste de mucha ayuda.- eso me golpea fuerte en el estómago, porque no me esperaba que eso viniera de ella, no cuando puedo sentir su desconfianza e incluso una pequeña porción de odio y molestia hacia mí. Tenía preparado decirle algo, y ahora las palabras se han quedado atascadas en mi garganta, sin ser capaces de salir. La poco conocida culpa me toma por completo y suspiro, sintiéndome como una id