Pov Amaya Gasto mi energía con entrenamiento. Trato de mantener mi mente ocupada todo lo que puedo. Han pasado días desde aquel sueño que por alguna razón se niega a salir de mi mente. Talvez por el hecho de que lo sentí muy real. Sigo golpeando mi espada una, otra y otra vez hasta que una enorme mano la detiene. —Aya debes detenerte, mejor ven, acompáñame a dar un paseo. Camino en silencio del brazo del Alfa por las calles alegres de su manada y sea lo que sea que esté haciendo, funciona porque de mis labios se cuelan algunas sonrisas al ver pequeños cachorros jugar. —A veces, Aya, solo necesitamos un respiro de la vida, pero sé por experiencia que no es fácil. Ser un Alfa y llevar la enorme carga de mantener a salvo a todos; es una responsabilidad muy pesada. —No es lo mismo cargar con una manada que cargar con tus propios demonios. —No, no es lo mismo porque esa es una batalla constante contigo mismo que solo tú decides si ganar o perder... y tu mi querida Aya, te
Pov Narrador En la manada Claro de Luna se alzaban banderas en honor a aquellos que habían muerto, en el extenso campo frente a sus ojos más de 50 lápidas sobresalían. Un lamento se extendía por los familiares de aquellos hermanos, esposos, hijos y amigos que murieron valientemente defendiendo a su manada. El Alfa Sebastián y su Luna Miranda pasaban por cada una de ellas, dejando una medalla plateada como símbolo de respeto. Más atrás, Liam y Cailín, en silencio, se acercaban para ayudar a colocar flores blancas en cada lápida. Por otro lado, alrededor de los Reyes, se cernía una nube de pensamientos y misterios. Amaya parada junto a su grupo, sentía mucha molestia. Ella no había hablado con nadie sobre su herida en la pierna que parecía empeorar, pequeñas líneas negras que se extendían por su piel, haciendo casi una telaraña en ella. ****** Tres semanas después. Todos aquellos allegados al Reino van llegando para la nueva coronación de Liam y su compañera C
Pov Amaya Decidimos quedarnos tras la coronación por un tiempo, pero las cosas no han marchado tan bien últimamente. Hoy se está haciendo una audiencia con varios Alfas sobre los repentinos ataques que se han desarrollado los últimos días. Esas cosas horripilantes andan haciendo de las suyas. Solo espero que decidan atacar la manada de Patrick y logren rebanarle su linda cabeza. Sonrío ante ese pensamiento hasta que noto que todos me están viendo. Javier, uno de mi escuadrón suelta una risa baja. —¿Acaso es que andas enamorada Amaya?— me da un codazo y me guiña el ojo. —Deja de decir estupideces Javier, ¿pasó algo? —¡Sí!, nos van a llamar en un momento a la sala, así que... sea quien sea que te traiga así, sácalo de la cabeza y después te vas al baño a trabajarlo. Abro mis ojos ante eso, antes de darle un buen golpe en el hombro, haciéndolo reír más junto con los otros. —¿Ya terminaron de jugar, señores?, porque se les ha convocado a la sala. Todos nos miramo
Pov Amaya Soy arrastrada al vacío y no logro ver nada entre la niebla hasta que golpeamos el agua helada. La corriente es fuerte y esta vez agradezco que lo sea porque esa cosa, con sus dientes y el ala que le queda, intenta alcanzarme. Chilla con cada golpe que recibe, pero yo me sigo viendo arrastrada. Golpeó la cabeza con una piedra dejando que me hunda. Salgo a la superficie por aire hasta que el ruido de algo llama mi atención. Una cascada justo al frente. Forcejeo tratando de zafarme de esa cosa. Tomo el puñal de mi otra bota y lo clavo varias veces en esa puta cola retorcida. Logra soltarme y cuando creí que lo iba a lograr. Esa cosa da un salto logrando morderme en el brazo y eso es todo, caemos desde lo alto de la cascada. Abajo caigo y golpeo varias piedras sacándome el aire cuando intento gritar del dolor. La corriente por la caída me arrastra de forma violenta y mis pulmones luchan por aire. Salgo a la superficie después de tragar mucha agua y logro
Pov Amaya Siento algo cálido y suave rodearme. Me doy la vuelta y me dispongo a abrazar mi almohada, pero termino abrazando algo con pelos. Abro mis ojos para darme cuenta de que estoy abrazando a un enorme lobo y sin mencionar que tengo mi pierna encima. Abro mucho mis ojos y rápido me alejo solo para verlo mover su cola, divertido. —¿Te divierte verdad?, pues a mí no. Se recuesta sobre su espalda mientras se mece de un lado a otro. —¡Ja!, ¿y ahora quién es la infantil? Volteo a ver mi pierna y allí está la herida.—Necesito vendarla. Un enorme hocico se acerca a ella y empieza a lamerla. Veo como lentamente se va cerrando. —Gracias— le digo por primera vez sin desconfianza. Él posa su cabeza con la mía. No sé qué significa esto, pero el otro también lo hizo aquel día. —Necesito regresar a la manada real y necesito llevar eso conmigo— él voltea y luego me ve, negando con la cabeza. Frunzo mi ceño ante eso, —necesito que me ayudes a llevarlo, necesitamos
Pov Amaya —Los informes revelan que esa criatura se extinguió hace miles de años Rey Alfa. —Eso solo puede significar una cosa, hay magia oscura en todo esto. —Pero es una violación a nuestras leyes, todos saben que practicar esa magia es peligroso. —Además los lobos tampoco son comunes, son lobos muertos profanados para traerlos a la vida, en su sangre se encontró un potente veneno capaz de matar con una mordida. Todos estábamos en la sala escuchando discutir sobre esto. Se ha convertido en algo grave debido a los múltiples ataques que se han dado recientemente. Lo curioso es que esas cosas no dejan sus cuerpos regados. Los sobrevivientes se los lleva supongo que para seguir haciendo de las suyas. Yo por otro lado, me la he pasado en la biblioteca, nada de lo que leo parece indicarme que son esos lobos exactamente. Pero sé que son reales, talvez no estoy buscando bien o no en el lugar correcto. Pensé en la señora Mariel pero nadie la ha visto desde la coronación. Reg
Pov Amaya Regresamos a la manada después de una semana de la ceremonia. Miranda se quedó para apoyar a Cailín y a Liam. Realmente lo necesitaban. Yo me quedé apoyando al Alfa Sebas en lo que más podía. Voy caminando a su oficina llevando unos informes que nos llegaron de manadas aliadas. Toco la puerta esperando su permiso. Luego de un rato se abre, parece que el Alfa y su beta estaban discutiendo algo importante.—Disculpe Alfa que los interrumpa, un mensajero llegó con varios informes de nuestras manadas aliadas. Se lo paso y él los lee, a medida que abre uno tras otro su rostro refleja más seriedad. Algo no anda bien y eso se puede sentir en el aire.—Aya necesito que me hagas un favor.—Por supuesto Alfa.—Necesito que lleves estos informes rápidamente a la manada real, esto podría dar pistas de quién es él causante de todo esto....—Te asignaré a algunos hombres de confianza, pero debes partir ya.—Bien, me preparo y apenas esté lista vengo a avisarle. Salgo rápido a mi hab
Pov Amaya Llevo una semana encerrada en esta habitación. Cleo, la misma chica de siempre es quien viene a atenderme. No me mira ni me dirige la palabra, solo trae comida y se va. Tengo que idear como escapar de aquí. "Recuerda quién eres, recuerda quien eres". Trato de repetir esto una y otra vez como una mantra. Necesito saber que pasa allá afuera. Debo conseguir una oportunidad para escapar. Estúpida manada, como es que con tantos ataques siga en pie. De pronto la puerta se abre y entra Patrick.—Pequeña es bueno verte enérgica, ven que saldremos un rato.—No pienso ir contigo a ningún lado.Camina hacia mi mientras me toma del cuello.—Siempre sumisa ante tu Alfa.—Tú ya no eres mi Alfa. Su agarre se aprieta en mi cuello mientras se acerca a mi oído y muerde lentamente el lóbulo. Si cree que esto me hace sentir algo, lo hace, asco y repulsión.—Crees que vas a escapar de mí? crees que está vez alguien te ayudará? no Amaya está vez estarás bajo mi propia supervisión. Se al