Poco Amaya Me encuentro del otro lado del asiento, intentando por todos los medios calmarme, retuerzo mis manos con desespero mientras mi centro palpitante se niega a calmarse. Mi frustración está llegando a niveles altos y yo siento que en cualquier momento exploto del estrés. Quiero llorar y ni eso me sale. Él solo está del otro lado, con su rostro serio e inexpresivo cruzado de brazos mirando el paisaje. Creo que definitivamente voy a llorar. M4ldito hombre sin corazón, ¿y yo qué? ¿acaso estoy en celo? pero soy una humana eso no es posible. Suspiro soltando un aire tembloroso por los labios, miro hacia afuera y estoy tan frustrada, que no me he dado de cuenta, que no nos dirigíamos de regreso. Al rato entramos por un camino muy bonito y verde. Montañas a lo lejos con sus picos llenos de nieve y hermosos riachuelos. Al frente, los muros blancos de una manada se alzan, un portón plateado con la hermosa Luna blanca en él y dos lobos blancos aullando. ¡Esta es su manada!
Pov Hardick Sigo trabajando en su feminidad con movimientos rápidos y constantes, está tan deliciosamente mojada que deseo hundirme en ella con apuro. Pero no, yo tengo otros planes aunque su olor me está volviendo maldit4mente loco. Meto uno de mis dedos en ella y un gemido desesperado sale de sus labios mandando corrientazos por mi cuerpo. Mi duro miembro empuja por salir del pantalón y clavarse en ella pero necesito torturarla un poco. —¡Hardick por favor más rápido!. Meto otro dedo dentro de ella y tal como lo pidió lo deslizó adentro y afuera rápido. Su cuerpo se calentaba aún más, ella estaba rodeada de todo el éxtasis del placer y el deseo. Aprieto su pezón con fuerza y muerdo sutilmente su cuello. Sus jadeos con mi nombre salen enviándome oleadas de placer queriéndola someter como más me gusta. Justo cuando siento que está por correrse me retiro haciéndola jadear mientras voltea de forma suplicante. Me alejo un poco de ella pero me toma del brazo y sonrió al
Pov Hardick Me dirijo a mi habitación y al entrar escucho el agua correr en el baño, sonrio un poco al ver lo fácil que ya se adaptó. Me retiro mis prendas y decido ir a acompañarla, entro y decido meterme bajo el agua con ella, me deja acariciarla mientras paso mis manos por su hermoso cuerpo. Algunas cicatrices aún marcan su piel pero después me aseguraré de quitárselas. Dejo suaves besos en su cuello sintiendo como su cuerpo se estremece entre mis manos. —Oye báñate y deja tus manos quietas. Suelto una pequeña risita y muerdo el lóbulo de su oreja con delicadeza. Tomo uno de sus endurecidos pezones rozandolos y pellizcando sintiendo como su delicioso aroma llega a mis sentidos. Bajo mi otra mano a su pequeño botón de placer donde toco y su cuerpo se estremece por el simple roce. Su cuerpo se pega al mío caliente de deseo, el agua fría corre por nuestros cuerpos imposible de apagar la llama de nuestros deseo. —Mi hembra— susurro en su oído sintiendo todo su cuerp
Pov Hardick Sigo deborando sus hermosos senos donde sus aureolas rosadas están ahora rojas por mi ataque. Nuestros roces se hicieron más rápidos, mientras sus gemidos salen apresurados y fuertes. Ella se tensa y por un momento y sin preambulos se empuja en mí con un fuerte sentón, cierra los ojos con fuerza dejando salir su dulce liberación que sale deliciosa llenándome de ella y apretándome con cada espasmo. Al salir de la bruma de su orgasmo coloca sus manos en mi pecho empujando hacia abajo con mis empujes hacia arriba. Sus hermosos pechos rebotan y llevo mis manos hacia ellos masajeandolos, me siento aún con ella cabalgandome y tomo uno de sus pezones en mi boca chupándolos con rudeza haciendo que ella se estremezca y enrede sus dedos en mi cabello. Gime mi nombre dando unos ricos sentones para despues besarme con pasión mientras aprieto mi agarre en sus caderas que ahora se mueven de forma lenta y circular. Esta mujer está volviéndome loco con ese movimiento, me rec
Pov de Hardick A la mañana siguiente me despierto sintiendo un peso extra encima. Al abrir los ojos la veo a ella sentada sobre mí a horcadas. —Buenos dias— me dice con una brillante sonrisa, paso mis manos por sus piernas subiendo por su costado y tomando sus hermosos senos en mis manos. —No no nada de eso, debemos pararnos, tu mamá ya vino un par de veces a tocar la puerta. Me dice pero allí está de nuevo ese hermoso rubor que antes nunca había tenido. La atraigo hacia mí y la beso, un beso largo, profundo y gentil. Por alguna razón quería grabar su dulce sabor en mi boca y como se sentían sus labios mientras los devoraba. Un toque suave en la puerta me hizo gruñir entonces recibí el enlace de mi madre. —"Cariño ya estás despierto que bueno, un mensajero de Liam está aquí dijo que era urgente". —"Voy madre". Retomo sus labios y antes de alejarme lo muerdo dejando una pequeña marca rojiza en ellos. La levanto en mis brazos mientras ella se ríe y nos bañamos, aunqu
Pov Hardick —Hola— fue todo lo que dijo y yo solo me quedé hipnotizado viéndola. Algo en ella me llamaba, podía sentirlo, Aitor gruñía en aprobación y pensé que saldría disparado a marcarla pero no. —Hola— fue todo lo que dije. El vínculo estaba claro y fuerte entre nosotros y ahora que nos reconocíamos sentí la necesidad de desnudarla y hacerla mía. Entonces su rostro apareció en mi mente despejando aquella sensación que nubló mi juicio. Quise retirarme pero ella agarro mi mano sintiendo de nuevo aquellas chispas. —Los dejamos solos— escuché a Cailín pero no la miré, solo observaba dónde nuestra piel se tocaba. La puerta de cerro y ella volvió a mirarme. —Estás decepcionado de mí verdad?. —No... no es... es solo que.. Lo siento— ella se acerca y me abraza y de forma tonta solo envolví mis brazos a su alrededor. —Es bueno por fín tenerte conmigo, siempre anhelé sentir el calor de mi mate y ya por fín estás aquí. Mi cuerpo empezó a calentarse mientras decía aquellas pal
Pov Narrador Frente a la sala del consejo que ahora se encontraba abarrotada de gente, se encontraba la elegida y detrás de ella, la bruja y aquellos dos lobos. —Díganos por favor su nombre señorita. Ella con su postura impetuosa y su barbilla en alto respondió con mucho orgullo —Sharon señores del consejo. —Señorita Sharon, está consciente de que sus emisarios están haciendo estragos en el Reino?, andan matando a inocentes. —Soy conciente de ello pero... ya no puedo controlarlos. Su mirada viaja hacia Hardick que solo la observa de forma analítica. Ella siente miedo y dudas, pues él se ha negado a marcarla y a aparearla, nunca va más allá de besos y eso la pone nerviosa. —Cuál es el problema?. Todos la miran de manera expectante, el consejo por otro lado la mira como si ella fuera su Diosa, como si ella fuera más importante que los demás. —El problema gran consejo es la falsa elegida. El salón entero estalla en jadeos mientras murmuran los unos a otros. Liam y Cailí
Pov Amaya Me encuentro en el pabellón sentada en el suelo revisando unos documentos, Ónix anda detrás de mí con su cuerpo envolviendo el mío. Su gran cabeza recostada en una de mis piernas mientras trabajo en mi manada. Los demás andan echados por todo alrededor, no tan lejos pero lo suficientemente cerca como para sentir sus calores envolverme en este día frío. Alzo la mirada de los documentos y observo el cielo gris, pequeñas gotas de lluvia caen con suavidad sobre el cesped creando una pequeña capa de humedad. La brisa sopla con la suficiente sutileza acariciando mis mejillas y mi piel expuesta. El día parece llevar lamentos tristes con aquella pequeña llovizna suave mientras que la brisa delicada parece querer llevárselos. Un largo suspiro sale de mí al recordar que aquella hermosa burbuja por fín explotó, que él ahora debe estar tocando su piel como una vez lo hizo conmigo, que ahora es ella la dueña de su vida, seguramente en un día como este deben estar enrollados