ZARCO

Estoy desesperado, loco y angustiado.

Estoy desesperado, no sé qué hacer. He investigado con las autoridades, hemos revisado todos los lugares donde podrían estar, pero no hay rastro de Victoria. Me preocupa su seguridad, la de mi hijo... ¿Qué pasará si no la encuentro?

Mientras busco, no puedo evitar pensar en ella. En su sonrisa, en su risa, en su mirada. Me doy cuenta de lo mucho que la extraño, de lo mucho que la quiero. Me duele el pecho, siento un vacío que no puedo llenar.

No pensé que pasaría por esto, que me daría cuenta de mis sentimientos por ella de esta manera. Pero ahora que la busco, me doy cuenta de que la amo. La amo con todo mi ser.

¿Cómo pude no darme cuenta antes? ¿Cómo pude no ver lo que tenía frente a mí? Ahora que la he perdido, me doy cuenta de lo mucho que significaba para mí.

—No entiendo cómo pudo pasar esto. Mi hija, secuestrada por esa... esa mujer. —habla la mama de Victoria con lagrimas en los ojos, cerrándome la garganta.

—Morgana, esa bruja. La v