MORGANASalgo de la habitación donde tengo a Victoria, y me limpio las lágrimas con rabia. Estoy enojada con todo el mundo, con mi familia, con la manada, con todo. Siento que Victoria, ahora embarazada, me ha robado todo.¿Por qué ella? ¿Por qué tiene que ser ella la que tenga lo que yo siempre he querido?", me pregunto, con una sensación de odio y rabia creciente.Salgo de la casa y me adentro en el bosque, donde comienzo a desesperar y a gritar. "¡Es injusto! ¡Es injusto que ella tenga lo que yo siempre he querido!", grito, golpeando los árboles y arrancando las ramas. La rabia y el odio me consumen, y comienzo a dañar todo a mi alrededor. Rompo ramas, arranco flores, y grito hasta que mi voz se vuelve ronca."¡Victoria! ¡Victoria! ¡Tú me has robado todo!", grito, como si Victoria pudiera escucharme. Me siento desesperada y fuera de control, gritando y dañando todo a mi alrededor. La rabia y el odio me han consumido, y no sé cómo parar.Me derrumbo en el suelo, exhausta y llorando.
VICTORIACierro los ojos y me concentro, sintiendo una fuerza interna que crece en mi pecho. Es como si mi corazón se estuviera abriendo, liberando un fuego que late con intensidad. Pienso en mi familia, en mi hijo, en el amor que siento por Zarco... y el fuego crece, se intensifica. No sé qué es lo que me hace sentir así, pero es como si algo estuviera despertando dentro de mí.Siento un poder corriendo por mis venas, algo primitivo y ancestral. Es como si mi cuerpo estuviera siendo invadido por una energía que no puedo controlar. Me siento viva, conectada a algo más grande que yo misma. El fuego que late en mi pecho es como un corazón que late con fuerza, llenándome de un calor y una luz que no puedo explicar.Me siento fuerte, poderosa. Como si nada pudiera detenerme. El amor que siento por Zarco es como un río que fluye a través de mí, llevándome a un lugar desconocido. Me siento segura, protegida por una fuerza que no entiendo, pero que me llena de confianza.No sé qué es lo que
ZARCOEstoy caminando por este bosque denso, rodeado de árboles altos y sombríos. El calor es sofocante, pero no me detiene. Estoy en una misión: encontrar a Victoria. La familia de Morgana nos dijo que debe estar escondida en algún lugar cerca de aquí, y sé que Victoria está en peligro junto a esa demente.Miro a mis perros, Lobos y Nero, que corren a mi lado. Son buenos, los mejores. Pueden rastrear cualquier olor, pero hoy es diferente. Hay algo que cubre el olor de Victoria y Morgana. No puedo entender qué es, pero es como si alguien hubiera esparcido una sustancia que confunde a mis perros.El terreno es difícil, lleno de maleza y rocas. Los árboles se cierran sobre nosotros, formando un techo verde que apenas deja pasar la luz del sol. El aire es pesado, lleno de humedad y el olor a tierra húmeda.Entiendo, aquí te dejo la narración en primera persona de Zarco y la conversación con la mamá de Victoria:Estoy caminando por el bosque, buscando cualquier rastro de Victoria. Mis per
VICTORIAEstoy paralizada de miedo, observando la escena que se despliega ante mis ojos. Morgana y Zarco, convertidos en lobos, se enfrentan en una lucha feroz en medio del bosque. El lobo de Zarco es enorme, al menos el doble de tamaño que Morgana, pero ella no se da por vencida.Morgana se abalanza sobre Zarco, lanzando un manotazo con sus garras afiladas. Zarco esquiva el ataque con facilidad, pero Morgana no se rinde. Se revuelve y ataca de nuevo, mordiendo el aire con sus dientes serrados.El bosque se convierte en un campo de batalla, con árboles que tiemblan y ramas que se quiebran bajo los golpes de los dos lobos. La tierra se cubre de hojas y ramas arrancadas, y el aire se llena de gruñidos y aullidos.Morgana se cierne sobre Zarco, sus ojos brillando con una determinación feroz. Zarco, sin embargo, parece disfrutar de la lucha, su lobo interior liberado y salvaje.La pelea es intensa, con ambos lobos rodando por el suelo, mordiendo y arañando. Morgana logra clavar sus garras
VICTORIAAl ver a Morgana tirada en el piso, mi corazón se detiene. Maximiliano la golpeó y ella yace inmóvil. Pero cuando Zarco se interpuso y lo detuvo, sé que el peligro ha pasado. Me acerco a Morgana y la veo, pálida y herida, pero viva.Y entonces, sin pensar, me abrazo a Zarco. Me aferró a él con desesperación, con alivio y gratitud. Me siento segura en sus brazos, como si nada malo pudiera pasarme mientras esté aquí. Su abrazo es como un escudo que me protege de todo el dolor y la tristeza que me rodea.Siento su calor, su fuerza, su seguridad. Me siento protegida, segura. Me aferró a él con todas mis fuerzas, como si no quisiera soltarlo nunca. Y él me abraza con la misma intensidad, como si también necesitara sentirse seguro, protegido. Nuestro abrazo es como un lazo que nos une, que nos mantiene juntos en medio de la oscuridad y el peligro.En este momento, nada más importa. Solo el abrazo de Zarco, su calor, su seguridad. Es como si todo el mundo se hubiera detenido, y solo
VICTORIA—Victoria, permanecí dormida porque sabía que no era necesario actuar aún—Habla Lunaria con voz suave y misteriosa—Tu corazón estaba lleno de dudas y miedo, y no era el momento adecuado para despertar.Me paro frente al espejo mientras escucho a mi loba y eso se siente tan maravilloso y comienzo a peinarme, desenredando los nudos de mi cabello con suavidad. Me gusta empezar por aquí, porque es como si estuviera despertando a mi verdadero yo. Me miro a los ojos y sonrío, recordando que hoy es un nuevo día lleno de posibilidades.—¿Por qué no? —pregunto confundida— ¿No es mejor enfrentar los miedos y dudas de frente?Después de peinarme, me dirijo al armario para buscar la ropa adecuada. Me gusta elegir algo que refleje mi estado de ánimo, así que hojeo entre mis vestidos y blusas, buscando el que mejor me haga sentir. Hoy elijo un vestido azul claro, porque me recuerda al cielo despejado y me hace sentir ligera y libre.—A veces, Victoria, es mejor dejar que las aguas se calme
VICTORIAEstoy sentada en la cubierta del yate, sintiendo el sol en mi piel y el viento en mi cabello. Zarco está a mi lado, manejando el timón con una sonrisa en su rostro. Me siento emocionada y relajada al mismo tiempo, sabiendo que tendremos unos días para nosotros dos solitos en el mar abierto.Miro hacia el horizonte, viendo cómo el azul del cielo se une con el azul del mar. Me siento pequeña en comparación con la inmensidad del océano, pero al mismo tiempo me siento segura y protegida con Zarco a mi lado.Después de un rato, Zarco detiene el yate en medio del mar y me dice:—Vamos a nadar un rato— Me encanta la idea y nos tiramos al agua cristalina. El agua es fresca y refrescante, y me siento viva y libre mientras nado.Zarco me sigue y nos nadamos juntos, disfrutando del sol y del mar. Luego, me toma en sus brazos y me besa apasionadamente. Me siento como si estuviera flotando en el aire. Después de un rato, salimos del agua y nos sentamos en la cubierta del yate. Zarco me ab
VICTORIADespierto con los primeros rayos del sol, con una sonrisa en el rostro al recordar la noche de pasión que acabo de vivir con Zarco. Nuestros cuerpos se entrelazaron en un baile de amor y deseo, y ahora estoy renovada, como si hubiera nacido de nuevo. Froto mi estómago, notando la pequeña protuberancia que me hace sonreír aún más. Estoy embarazada, y la idea de tener un hijo con Zarco llena mi corazón de emoción y alegría. Imagino a nuestro pequeño creciendo dentro de mí, y una conexión profunda se establece entre nosotros.Me levanto de la cama y me dirijo a la ventana, abriendo las cortinas para dejar entrar la luz del sol. El mundo parece más brillante y hermoso hoy, y sé que es porque estoy enamorada y estoy esperando un hijo. La fortuna está de mi lado al tener a Zarco a mi lado, con su amor y apoyo en este momento tan especial. Juntos podemos enfrentar cualquier desafío que se presente, y nuestro amor nos hará más fuertes. Sonrío al pensar en el futuro, en la vida que es