El amor verdadero es la más rara y valiosa de las joyas. La mayoría de las personas juraran amar…pero casi ninguna podrá decir que lo ha hecho realmente. Génesis, meditaba aquello mirando a Artem Kingsley durmiendo. Alejada de su hermano, meditando sola todo lo que había estado ocurriendo los últimos meses en los que su vida entera se había transformado en un caos, salió de su habitación. Era el tercer día que estaban en Sirnea, distrito de Brasov, y de aquellos amigos de su padre aún no se sabía nada. Asomándose por el balcón de la recepción de aquel hotel, observó el paisaje nocturno. Aquel viejo hotel estaba rodeado de espesos y oscuros bosques, cuyos altos pinos que sobresalían al resto, brillaban etéreos bajo la luz de la luna.El viento era frío, mucho más frio de lo que era en aquella temporada en Italia, y aun cuando aquel lugar era dueño de una belleza sin igual, se sentía incomoda; como observada a cada instante y cada momento en aquella terraza al exterior. Recargando sus b
El sonido de las copas chocando, y la música tenue en el fondo, se mezclaba con las grotescas risotadas y las charlas altas que hablaban sobre victoria. Sobre la enorme mesa de los Salvatore en el salón principal de la mansión, se había servido un gran banquete para celebrar “El primer triunfo” que la legión de ángeles había logrado.—Lo hicimos, mi queridos aliados y abanderados. Extinguimos la vida de hasta el último hombre, mujer, y niño lobo, que había entrado en nuestro territorio violando los tratados. Así como esta noche celebramos un pequeño triunfo, celebraremos todos los demás, ¡Y tendremos las cabezas de todos los Alfa colgadas en mi pared! — gritó Nicanor alzando su tarro de cerveza, mientras Niklaus y los demás cazadores gritaban animados y felices por el calor del alcohol y la batalla.Legión de Ángeles, así se habían hecho llamar su gremio de cazadores, y Niccolo observaba en silencio con una copa de vino tinto en sus manos, a su padre, hermano y el resto de los cazador
El aroma a sangre cubría aquel descampado en donde una manada de lobos había estado refugiándose. Los rumores crecían a medida que las manadas que buscaban escapar, eran aleatoriamente atacadas sin un motivo real para hacerlo. Los hombres lobos buscaban llegar lo más al sur que les fuera posible, para evitar caer víctimas de los Levana, los vampiros o los cazadores que parecían seguirlos intencionadamente para atacarlos sin piedad alguna, y sin ninguna razón para hacerlo.—Por aquí, deprisa. — decían las lobas hembras quienes buscaban refugio dentro de las cavernas de aquellas montañas a las que habían logrado escapar dejando a sus hombres peleando atrás.El desconcierto era palpable, el miedo era lo único que sentían, y los niños pequeños se aferraban a sus madres guardando tanto silencio como les era posible hacerlo. De la gran y escandalosa pelea que cada vez se iba quedando más atrás, pronto, se hizo el silencio. Todos sabían que la familia de cazadores Salvatore junto a otras var
La gran belleza de las montañas rumanas y sus hermosos castillos, eran una delicia para aquel que tuviera el privilegio de presenciarlas. Los hermosos valles y los pintorescos pueblos, eran una experiencia única e inigualable. La noche había terminado, y durante el día Génesis había decidió recorrer las calles de aquel pueblo como una turista, y al anochecer todos partirían al hermoso castillo de los hermanos Sallow, los vampiros que iban a ayudarla.Las calles lucían hermosas, totalmente decoradas y vestidas de flores y vividos colores blancos y violetas que invitaban a la paz. Todos en el pueblo estaban vestidos de blanco y caminaban en dirección a la vieja catedral ortodoxa de la Santísima Trinidad que se hallaba justo al centro de la gran plaza; todas las personas, incluidos los niños, llevaban una vela aun sin encender en sus manos, y sintiéndose fuera de foco, Génesis se colgó del brazo de Artem, para caminar junto a los pobladores hasta ese lugar.Aquello parecía más un ritual
La noche había llegado, y con ella, la incertidumbre.—Este es el castillo de Bran, muchas leyendas han surgido desde dentro de sus puertas, colocándolo como el castillo del conde Drácula del famoso libro de Bran Stoker, se dice que el famoso autor imagino este castillo, sin siquiera alguna vez haberlo visitado… —Génesis escuchaba a la guía del turno nocturno, narrando las leyendas que aquel antiguo medieval, guardaba dentro de sus anchos muros. El tour para turistas estaba terminando, y ya había visto las partes permitidas para turismo; era un castillo hermoso, pero escalofriante, que parecía esconder lamentos de un tiempo para siempre perdido, y los gritos de almas eternamente torturadas que se quedaron atrapadas allí. Sin embargo, nada de lo narrado por la amable guía, o lo que hubiese visto en aquel lugar, lograba apartar sus pensamientos de Niccolo Salvatore…se sentía culpable de lo que aquel cazador estaba haciendo, y lamentaba profunda y dolorosamente el sufrimiento que por su
Aquella noche era igual que las demás, y el viento helado de Rumania, era mucho más frío de lo que era el de Italia. Giles observaba a Ayla acunando a aquel engendro que les seria de utilidad para hacer creer a Génesis una mentira, y se sintió asqueado de aquella imagen. Ese era su tercer día en Sibiu, y estaba seguro de que se habían equivocado de pueblo, pues no había rastro de Génesis o el maldito Kingsley por ningún lado.—Saldré a buscar un maldito trago, encuentren una pista del paradero de mi hermana para salir de inmediato. — ordenó el lobo blanco con desdén.—¿Será prudente que salgas tu solo? Estamos en Rumania, este es un maldito nido de vampiros, puede ser peligroso. — afirmó Ayla.Giles se burló.—¿Peligroso? Me pregunto, ¿Lo será para ellos o para mí? No me fastidies, saldré a beber, no soporto estar encerrado; gracias a tu padre lo he estado casi toda mi vida, así que un imbécil vampiro que tenga la desgracia de cruzarse conmigo, no me va a impedir salir. — respondió Gi
La noche había caído de nuevo sobre el castillo de Bran, y allí, juntos, escondidos entre las sábanas de su habitación, Génesis y Artem hacían el amor una vez, sintiéndose completos. Ya no había mentiras, no había más crueles engaños, no había intrigas, no había dolor, y ambos se aferraban a la esperanza de una vida tranquila y apacible, en que la pudieran vivir completamente felices…eran simplemente ellos, a corazón destapado, sintiéndose a flor de piel el uno al otro.Artem, sin perder tiempo, comenzó a desvestir a la hermosa loba albina; estaba volviéndose loco de amor, de pasiones desbordadas que sobrepasaban a razonamiento o culpabilidad. Recordar todo lo que le había hecho al despreciarla, lo hacía sentir verdaderamente miserable, y al menos por esa noche, necesitaba tomarla, sentirse su único dueño, el único en la vida de su hermosa Génesis…no dejaría que nadie la tocará, ella era de él, tal y como él era tan solo de ella, ese sentimiento de pertenencia era diferente, no posesi
En los Cárpatos, mil leyendas se ocultabas durmientes en criptas de mármol y alabastro, que guardaban celosamente los secretos de un legado maldito. Nehemías observaba los bosques oscuros cubiertos de niebla, que bajaba espesa hasta el pueblo que ya se encontraba entero abrazado a Morfeo mientras descansaba en sus brazos. Todo aquello que había sufrido en el pasado, todas aquellas tristes y dolorosas memorias que tanto deseaba olvidar tal y como había olvidado su vida humana, llegaban a él como la lucida experiencia de una vida para siempre marchita.¡Como la había amado!Aquella mujer hermosa de cabellos negros como la noche misma, y de ojos castaños como las avellanas de los tiernos bosques. Siempre ataviada en hermosos vestidos blancos, siempre con un curioso libro en sus manos sin ser típico de una dama de sociedad. Hambrienta de conocimientos, deseosa de comerse al mundo entero con sus innovadoras historias no típicas de la mente de una mujer en el siglo XVII, aquella bella dama