¡Hola, amores! ¿Qué nos espera en el siguiente capítulo? Esto está fuerte.
Una semana después…Rengueando, Kaelan camina por los pasillos de la clínica hasta llegar a una de las habitaciones. Abre la puerta y su sonrisa se ensancha hacia la mujer pelirroja que está ayudando a atender afanosamente a los niños.—No debería estar por estos lares, rey Kaelan —dice Clarisse aun de espaldas—. Que yo sepa el doctor todavía no le dio el alta.—Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma —replica él acercándose a su espalda. La sola cercanía hace erizar los vellos de todo su cuerpo. —Estoy ocupada. —Clarisse señala la sala. Afortunadamente, todos los cachorros están reaccionando de forma favorable y todo indica que pronto serán dados de alta—. Y usted todavía está herido. Regrese a su habitación, por favor. Kaelan se acerca un poquito más. Su nariz roza su cuello y ella se estremece en el acto. —Necesitaba sentir tu aroma —dice él aspirando profundamente—. Me curaría más rápido si me visitaras más a menudo. Soy tu pareja. Clarisse traga saliva para desanu
El alfa Connor corre hacia el campo de entrenamiento. Justo antes de llegar a la gran muralla de piedra, se transforma en Sorem, golpeándose deliberadamente contra esta con toda su fuerza. Lo hace una y otra vez, la pared empieza a agrietarse y caer poco a poco, mientras que de su frente borbotea la sangre. Los gritos de su hermana, desde atrás, no consiguen apaciguar su frustración, su dolor y su rabia. La única forma de mantenerse vivo sin Selene es llevando su cuerpo al límite, recordarse todos los días que se merece este castigo, que se merece sufrir y sentir dolor por lo que hizo.—Connor, por favor, detente. Te estás lastimando —ruega su hermana tratando de llegar a él, pero Sorem gruñe hacia ella y la hace retroceder. Esto es una escena que se repite cada día desde que ella desapareció. Las guardianas lo rodean y tratan de detenerlo, pero saben que no podrán hacerlo, al menos hasta que él se sienta satisfecho.Unos minutos después, gran parte de la muralla está derribada, hac
En algún lugar de Tierras Altas…Lilith va a pasos lentos con una charola de comida en sus manos. Lo más probable es que Selene no la toque como ha pasado todos estos días, pero aun así hace el intento de hacerla cambiar de parecer. Abre la puerta y sonríe de oreja a oreja al entrar.—Buenos días —dice dirigiéndose a ella—. ¿Cómo te sientes esta mañana?—Buenos días. —Selene responde en tono bajo y algo ronco—. Me siento mucho mejor, tía. La herida casi ya no me duele.—Ese mejunje que te hice nunca falla. Sabía que te ayudaría con tu herida, pero no te estoy hablando de eso Selene. —Lilith deja la charola en la mesita de la terraza antes de volver y sentarse a su lado en la cama—. Hablo de esto. —Señala con el dedo su pecho—. ¿Cómo se siente ese corazón hoy?Selene desvía su mirada sin responder nada. No se necesita ser un adivino para saber todo lo que está pasando por su cabeza en estos momentos. Estos días que lleva aquí, Lilith ha aprendido a descifrarla, sabe que está sufriendo m
—¡Traigan a la prisionera! —La voz del alfa sobresalta a la doctora Mirna, quien se remueve inquieta en su asiento. Unos minutos después, los gritos de Inés se oyen por todo el lugar. Su apariencia es deplorable. Está sucia, demacrada y con heridas semi curadas por todo el cuerpo. —¡Connor, por favor! —grita entre llantos—. No tienes que hacer esto. Por favor, por favor, por favor… Las guardianas que la escoltan la empujan hacia el centro. Ella cae al suelo. —Inés Emberclaw, omega de la manada Redwood Wolves, estás aquí esta noche para ser juzgada por los delitos de asociación criminal, traición a tu manada, homicidio en grado de cómplice y muchos otros delitos. —Una de las ancianas se levanta y se dirige a ella cuando el alfa le da la orden—. ¿Cómo te declaras?—Soy ino…cente, lo juro —responde ella entre sollozos ahogados.Connor la observa sin ningún tipo de emoción en el rostro. El juicio sigue por algunas horas. Casi todos los implicados salen a dar sus declaraciones. En un m
Esa misma noche, Inés es llevada al sitio donde va a cumplir su condena. Un lugar alejado y siniestro en el que nadie ha estado desde hace demasiado tiempo. La ubicación de la mazmorra es conocida solamente por los alfas, transmitidos de generación en generación. Esta es custodiada por Terrakais, por lo que llegar a él no es tan difícil como salir de allí. Ningún preso ha logrado hacerlo y aquellos que han osado intentarlo, terminaron muertos entre montañas de arenas y lianas a los pocos metros. Su rostro y reacción al ver el lugar es digno de ser recordado. Sus gritos de desesperación y horror son ahogados por el bosque.A la mañana siguiente, la manada entera tiene un aire diferente, comienzan a movilizarse desde temprano. Luego del entrenamiento, Jackson y los demás empiezan a organizar toda la reparación. Clarisse sigue ayudando en la clínica mientras Connor se pone al día con las cuestiones administrativas que ha tenido abandonado por demasiado tiempo.Su intención es tener todo
Los días pasan volando, excepto para el alfa Connor quien siente cada segundo del día como un peso muerto encima de su espalda. Afortunadamente, los cachorros están evolucionando bastante bien. El doctor Moreira hace un trabajo excelente junto con Ayanell. Los reportes que le entregan al alfa todos los días son alentadores. El tratamiento es realmente efectivo, y aunque todos ellos serán lobos latentes, podrán llevar una vida normal, según el mismo doctor.Las refacciones de la manada van en tiempo y forma. Jackson se encarga personalmente de supervisar todas las obras y los resultados son buenos. Una buena noticia entre tanto desastre, es que la pareja del beta está esperando su primer cachorro. Tiene poco tiempo de gestación, pero todos se alegraron por ellos, ya que habían intentado quedar embarazados por demasiado tiempo.El rey Kaelan y Clarisse parten a Tierras Altas esta tarde y Connor tiene sentimientos encontrados al respecto. Por un lado, está complacido de ver a su hermana
Dentro del bosque, cuando el alba ya apunta en el horizonte, Connor baja del árbol dispuesto a volver al hotel, pero en el momento que pone un pie en el suelo, es rodeado por varios lobos, al menos veinte de ellos.El gruñido mortal de un enorme lobo gris llena sus oídos, unos segundos después, otro, también gris, pero con orejas y cola blanca, se lanza hacia enfrente, gruñendo hacia él de manera amenazante. Sorem intenta tomar la posta y transformarse, pero Connor no se lo permite. Retrocede dos pasos al verse en clara desventaja, pero sin ninguna gana de huir. Esto va a enfrentarlo como un hombre, como el hombre que debió ser desde el principio.—¡¿Cómo te atreves a venir a mis tierras?! —Ethan se transforma frente a él y grita con mucho odio—. ¡¿Cómo osas venir hasta aquí luego de lo que le hiciste a mi hermana?! ¡¿Sientes muchas ganas de morir?!Los gruñidos de los demás lobos se hacen más fuertes impidiendo a Connor responder. Dan paso a paso hacia él, dispuestos a atacar, pero e
El aire se espesó con un silencio cargado de tragedia mientras Selene observaba horrorizada la escena ante sus ojos. El cuerpo de su amado yacía inerte en el suelo, rodeado por la oscuridad de la noche y la crueldad de los rogues. Las lágrimas amenazaban con desbordarse de sus ojos, pero su corazón se negaba a creer lo que veía. No podía ser verdad. No podía aceptar que el hombre con el que estaba destinada a pasar la eternidad, el que había marcado su alma bajo la luz de la luna, ahora yaciera frío y sin vida frente a ella. —Dexter, por favor, despierta. ¡No puedes dejarme así! —suplicó Selene, con la voz quebrada por la angustia, sin embargo, no hubo respuesta.Ya era demasiado tarde, Dexter estaba muerto y el corazón de Selene estaba destrozado. De su marca empezó a exudar un líquido rojo acuoso, muy parecido a la sangre, su cuerpo tembló terriblemente y los latidos de su corazón empezaron a ralentizarse al punto de que ella creyó que también iba a fallecer. —Por favor… —dijo de