Selene observa a su esposo desde cierta distancia, sin atreverse a entrar. Decir que no le duele verlo así, sería mentir descaradamente, porque lo hace, pero más le duelen las mentiras, no solo las de él, sino las de todos en esta manada. Todos ellos le mintieron, la traicionaron y la trataron como si no valiese nada, desde el mismo día en que llegó. —Él está mejor, Luna, su ritmo car… —dice la doctora a su costado, pero Selene la interrumpe bruscamente. —Bien, estaré con los niños ahora. Infórmame si hay algún cambio.Selene tenía pensado permitir salir a su loba esta mañana y acercarse a su cama para ayudarlo a sanar más rápido, pero luego de lo que pasó con Inés y Carla en la puerta, ya no tiene ninguna gana de hacerlo. Se aleja de la habitación dejando a la doctora descolocada. En la sala de pediatría, hay seis niños internados, tres más de la última vez, todos con síntomas similares y sin poder encontrar alguna solución para ellos. La doctora pediatra está chequeando a uno de
—¿Luna? ¿Se siente bien?La voz de Ayanell saca de su trance a Selene. Ella quedó bastante aturdida luego de lo que la doctora dijo, tanto que perdió la noción del lugar y el tiempo durante varios minutos pensando en los miles de posibilidades con este descubrimiento. Cada cosa que ha estado escuchando desde que llegó aquí, ahora resuenan con mayor fuerza en su cabeza. ¡Maldita sea! ¿Será posible?—¿Puedo pedirte un favor especial? Pero necesitaré tu discreción —dice Selene, todavía con la vista perdida en las carpetas.—Por supuesto, si está en mis manos, lo haré, Luna.Selene toma unas cuantas aspiraciones antes de decir:—Quiero que tomes muestra de mi esposo y lo compares con los niños. ¿Es eso posible? Ayanell abre la boca, pero no le sale ni una sola palabra al entender el punto de Selene. Asiente levemente.—Tomaré la muestra ahora mismo y si no le molesta, mandaré también la copia al doctor Moreira. —Gracias, esto es muy importante para mí. —Lo haré, Luna —Ayanell se levant
—Cuando llegue el resultado de ADN, hazlo desaparecer —ordena Carla a la mujer que tiene enfrente. Ella tiene la mirada baja y sus manos tiemblan a sus costados. No se atreve a levantar la vista para no enfrentar la furia de Carla—. No puedo creer que esa jovencita se atreviera a hacer esto. —¿Cómo puedo hacerlo, señora? Ella no permite que nadie se acerque a su oficina, además esa doctora está encargando personalmente de eso y…—¡No me importa lo que tienes que hacer ni a quién debes matar para conseguirlo! Pero haz que ese maldito resultado desaparezca en el momento que llegue. ¿Me oyes? —grita Carla señalándola con el dedo—. También asegúrate de dejar limpio la caja fuerte, no permitas que esa doctorcita meta sus narices allí. Borra y quema todos los expedientes y los frascos, que no quede ni un solo rastro de lo que pasó. Selene no puede salirse con la suya.—Buscaré la forma, señora, pero…—¡Pero nada! Suficiente tengo con el inútil de Augusto que se dejó matar por esa chiquilla
Carla se aleja de la clínica mucho más enfadada que antes. No solo debe lidiar con Selene creyéndose la dueña de la manada en estos momentos, haciendo y deshaciendo todo a su antojo, sino también el extremo cambio de humor de Inés con el embarazo. Escuchar sus lloriqueos todo el tiempo la estresa a un nivel superior, jamás imaginó que se volviera tan débil, dependiente e imbécil. No ve la hora que ese cachorro finalmente nazca y pueda tener a su merced al heredero de Redwood Wolves. Cuando eso pase, será tan poderosa que no habrá nadie que pueda contra ella, ni siquiera Connor y su estúpida pareja.Llega hasta su salida secreta en los muros de piedra y se esfuma rápidamente en la oscuridad del bosque sin darse cuenta de que un hombre la observa y sigue de manera sigilosa.«Ella salió por el lugar oculto que te comenté. La tengo en la mira, justo ahora. La seguiré» dice Uriel mentalmente a Selene. El hombre ruega a los cielos que su presentimiento sea correcto y pueda encontrar a Lili
Carla llega unos minutos después a la choza que fungió de escondite para su causa durante todos estos años. Su aura está tan oscura que toda la estancia se vuelve gélida al instante. Carrie, presa en el calabozo, se tensa cuando oye sus pasos acercarse al sitio. Una sombra grande se esparce por todas partes y ella se prepara para lo peor.Las rejas de hierro reforzado se abren y ella no tiene que levantar la mirada para saber que está muy enojada. —Lo percibí —La voz ultratumba de la verdadera yo de Carla retumba en las paredes mohosas—. ¿Tuviste contacto con ella? ¿Tienes algo que ver con esa protección que lleva a su alrededor que no me deja ni acercarme y que anula mis poderes?Carrie cierra los ojos cuando Carla la toma del cuello y la levanta contra la pared. —¡Responde, maldita! —No sé de qué hablas. Yo no hice nada.—No te hagas la tonta, sólo dime en qué objeto tiene guardado su protección. Yo misma mataré a esa estúpida una vez que haya destruido su escudo. Carrie está em
Saya llega hasta el manantial, el sitio donde estuvo por última vez con Connor. Esa noche aquella intimidad entre ellos se notó muy diferente a las otras veces, fue como si la conexión hubiese sido más fuerte. Nunca antes se había sentido tan suya; sin embargo, ahora, es totalmente lo contrario. Al borde del agua se transforma y Selene observa el movimiento suave del agua con una tristeza que la sobrepasa. Todavía no es capaz de entender qué fue lo que salió mal, por qué la diosa Luna la trajo hasta aquí, tan lejos de casa y con personas que nunca antes había visto, solamente para hacerla sufrir. ¿Acaso se merece esto por algo que hizo mal? ¿La está castigando? Primero le quitó a Dexter, el único que la había acompañado y cuidado desde que eran pequeños, estaban tan apegados que prácticamente él vivía en la casa de la manada con ella, sus padres nunca se opusieron a esa amistad y eran felices al verla feliz a ella. El cariño que ambos se tenían, siempre fue incondicional. En sus mom
—Y pensar que me llamaban rebelde por todavía llorar por él —dice Selene en un susurro a su reflejo del agua. Sus ojos se llenan de lágrimas, a pesar de lo doloroso que fue perderlo, ahora Dexter se convirtió en un recuerdo muy bonito en su vida—. ¿Cómo podría olvidarlo si dio la vida por mí? ¿Cómo se logra eso de la noche a la mañana?Con sus dedos mece el agua mientras se deja llevar por el dolor. Aunque en realidad ahora, no llora por Dexter, sino por Connor. Recuerda su intento de explicar y su llanto se profundiza. ¿Qué justificaciones puede haber para lo que hizo? Estuvo con otra mujer y lo peor de todo, la embarazó. Lo hizo conscientemente, él mismo lo dijo, ¿qué más explicaciones se necesita para entender eso? No puede esperar a terminar con su deber como Luna y poder irse de aquí, para siempre.De pronto, el crujir de algunas ramas le hacen levantar la cabeza. Una loba gris con algunas manchas naranjas aparece a la vista y ella la reconoce al instante.—¿Qué quieres? ¿No est
Selene regresa a la casa de la manada pasada la media mañana. Durmió demasiado tiempo en el manantial, tal vez por eso ahora se siente más renovada y tranquila que ayer, aunque con tanta hambre que su estómago gruñe en protesta.Hay absoluto silencio cuando abre la puerta de la mansión, solamente puede ver una de las omegas atareadas en la limpieza, quien ni siquiera la nota llegar. Imagina que Clarisse debe estar con Connor, y Carla cuidando de su gran tesoro: Inés y el cachorro que está esperando. Pensar en ella y ese ser que lleva en su vientre, le dan ganas de vomitar y corre a su habitación, al baño. No comió nada desde ayer y aunque boquea un par de veces frente al inodoro, no consigue deshacerse de nada, porque no tiene nada que echar.Resignada, se sienta en el piso y piensa en lo extraña que se ha sentido estos días. ¿Qué le está pasando? ¿A qué se deben estos cambios tan abruptos que está sufriendo? Incluso Saya se comporta diferente, más cautelosa. Una vez que vaya a la clí