Selene inspecciona su cuerpo desnudo frente al espejo del baño y se siente totalmente diferente a la joven ilusa y débil que había venido hace unos días, algo en ella cambió y lo sabe, incluso Saya está más activa y enfocada. En estas pocas horas que lleva despierta está aprendiendo a lidiar con algunas voces que suenan en su cabeza proveniente de los miembros de la manada Redwood Wolves que no tiene idea de por qué las está escuchando, pero que pronto va a averiguarlo. Lo que no puede ignorar es la marca en su hombro. Pasa suavemente sus dedos por aquella cicatriz y su cuerpo entero se estremece. Puede sentir esa conexión con Connor como nunca antes, incluso puede escuchar los latidos de su corazón y sentir su respiración pesada desde el otro lado de la puerta. Porque sabe que allí está, ansiando por ella, pero tampoco se la pondrá fácil.Pasea sus manos por sus pechos y los nota más maduros. Su piel está brillando y los músculos de su cuerpo están más firmes, como si hubiera hecho e
«Será un día inolvidable» Esa frase repica en la cabeza de Selene. Había algo en la mirada de Inés cuando dijo aquello que no le gustó, además la insistencia de Connor de cambiar de tema la hizo dudar, definitivamente, algo raro está pasando.—¿No te gusta ninguna de las opciones? —pregunta Clarisse mirando a Selene con el ceño fruncido— Si quieres lo podemos cambiar, todavía hay tiempo.—Todo está bien, Clarisse. Gracias por tu ayuda —dice ella al darse cuenta de que no le estaba prestando atención en absoluto.—Pero no has mirado nada, tampoco probaste el menú.—Lo siento, estoy algo distraída —Selene empieza a probar los platos que Clarisse pidió a los chefs de la manada para que preparen y algunos ya los descarta de manera inmediata y aprueba los que le gusta—. Me quedé pensando en ese dichoso cumpleaños de Inés. ¿Hay algo que deba saber con respecto a eso? —No —Clarisse carraspea y Selene se da cuenta por su reacción que está mintiendo—. Es solo un cumpleaños, no le prestes ate
Selene ya está sentada en uno de los sillones esperando cuando Clarisse finalmente sale de su estación luego de elegir su propio vestido. Alexia está sentada al lado de Selene y ambas conversan y sonríen de una manera cómplice que a Clarisse llama la atención. —¿Pasó algo que me haya perdido mientras estaba allá atrás? —pregunta ella cuando se acerca para esperar que la vendedora que la estaba atendiendo empaque sus cosas. —Hablando de algunas anécdotas de cuando yo era niña —responde Alexia encogiéndose los hombros. Selene asiente. La verdad es que de eso es lo que estaban conversando. Ella se siente muy cómoda con Alexia y tal parece que Alexia también se siente de igual modo. Incluso ya conversan por el enlace mental de una forma muy natural, como si se conocieran de toda la vida. Tal vez está frente a su nueva amiga, a pesar del vínculo entre Luna-gamma. —Pensé que ibas a tardar un poco más en elegir el vestido. Yo quería verlo —dice Clarisse haciendo unas muecas con la boca—.
Selene tarda un buen tiempo en la ducha, usa algunos de los productos que la dependienta de una tienda le sugirió según su tipo de piel, también le hace un baño humectante a su cabello y lo seca con un cepillo especial para cabellos ondulados antes de vestirse. Se observa en el espejo y le gusta cómo se ve. Desde que llegó aquí había dejado de hacer algunas cosas que le gustan, pero eso ya quedará en el pasado. Hoy empieza una nueva vida.Antes de salir del sanitario, lo piensa un poco. Tal vez su plan de volver loco a Connor se voltee en contra ella y se salga de control, pero ya está decidida, de todas formas es su compañero y ya lleva su marca en el hombro, le guste o no, ya están suficientemente atados el uno al otro como para huir ahora. Abre una de las cajas y saca un conjunto de lencería de encaje en tono negro. Con la depilación que mandó hacer más la crema humectante, su piel se ve extremadamente brillante y saludable. Se coloca unas gotas de perfume en el cuello y en el hom
«Ahí viene esa mujer, no se acerquen»«No puedo creer que el alfa la haya marcado»«Lleva a los niños dentro de la casa, que ella no los vea»«¿Qué querrá por aquí? Pensé que el alfa la mantenía encerrada en la mansión»«Esa mujer no debería andar suelta»Miles y miles de voces empiezan a sonar en la cabeza de Selene a medida que va caminando por el sendero principal. ¿Qué está pasando? Ella no lo sabe, pero es como si todos los enlaces de conversaciones de estas personas ahora estén conectadas a la mente de ella. Contrario a ayer, ahora están más nítidas y puede entender cada palabra. Le causa un poco de disgusto saber lo que piensan de ella, pero no le extraña, ya que todos se han comportado de manera hostil con ella desde que llegó.A medida que avanza, los murmullos aumentan y por un momento quiere dar la vuelta y volver a la mansión, pero eso sería darles más razones para hablar y no quiere eso. Además, debe hablar con su abuelo y preguntar lo que está sucediendo, ya que esto es
—Él no tiene bronquitis —dice Selene mirando a la doctora fijamente.La doctora desestima lo dicho por ella con una sonrisa soberbia. Aprovecha para alisar su chaqueta y mostrar su identificación que cuelga en unos de sus bolsillos. —Disculpe, Luna, pero creo que no entiende de esto, meterse en un área que desconoce, puede ser peligroso, alguien puede resultar muerto. En verdad debo llamar al alfa para comunicarle lo que está haciendo.—¿Y qué es lo que estoy haciendo? —Selene suelta al pequeño y se levanta para mirarla de frente.—Ya lo dije, se está metiendo en algo para lo cual claramente no ha estudiado, por las incoherencias que está diciendo. La doctora aquí soy yo, ejerzo la profesión hace más de 10 años, y mi diagnóstico dice que el niño tiene bronquitis. Además…—Él no tiene bronquitis —La interrumpe Selene—. ¿No escuchó lo que le dije? Su diagnóstico es errado, si hubiese sido tratado correctamente, él…—¡¿Me está llamando incompetente?! —La doctora, que ahora Selene sabe q
Los ojos de Selene se dirigen al sillón y nota una figura enorme sentada en él. Connor gruñe en voz baja antes de susurrar, mirando fijamente hacia ella. Sus ojos brillan de un tono naranja en la oscuridad. Selene cierra la puerta con la cabeza en alto.—Ven aquí, Selene —la voz de Connor es tan fría que Selene puede sentir dentro de su pecho el enfado de su compañero, pero ella también lo está, él no es capaz de escucharla y creer en ella. —¿Por qué debo ir allá? —Mantiene su posición firme en medio de la habitación y, muy segura, al estar a unos metros de distancia de él.—El castigo será peor de lo que iba a ser si no haces lo que te ordeno por una vez desde que viniste aquí.Los oídos de Selene zumban al oír aquello. Sus manos tiemblan, pero no por el frío que está calando hasta sus huesos, sino de rabia. —No tengo por qué soportar esto —Selene se da la vuelta dispuesta a abrir la puerta nuevamente. El crujido del sillón la hace apresurar sus pasos. Ella abre la puerta de golpe
—¿Esto es toda la fuerza que tienes? Porque si es así, no me dolió —escupe Selene con arrogancia y descaro—. Puedo asegurar que mi abuelita, de casi 80 años, lo hace mejor que tú.Media docena más de golpes en su trasero, ahora más fuertes, la hacen tragarse sus palabras mientras él la azota furiosamente y sin pausa.—Connor… —gime ella luego del último azote. El profundo gruñido bajo del alfa en respuesta, hace que las mejillas de Selene se hinchen mientras sonríe a pesar de las lágrimas por el dolor del castigo que él le acaba de dar. Un sentimiento retorcido de orgullo crece dentro de ella al hacer que este hombre, mucho más grande en todos los aspectos, pierda la compostura por ella. Si tuviera ropa interior, estaría empapada, pero no la lleva puesta, ya que esta mañana, en su delirio de volver loco a su compañero, decidió que no lo usaría. —¿Estás seguro de que quieres castigarme? Porque tu dura erección clavada en mi vientre dice otra cosa —El jadeo ahogado del alfa ante el co