Mi madre comenzó a organizar todos los detalles de la boda lo más rápido posible.

Cuando salí del hospital y volví a casa, estaba a punto de ponerme las pantuflas cuando de repente ella me envió más de diez propuestas de arreglos para la boda para que yo eligiera la opción que más me gustara.

Revisando con atención todas las opciones en mi celular, me sentía muy estresada, ya no quería elegir nada. Pero en ese preciso momento, mi madre, muy intensa, me llamó:

—Mi querida Natalia, no puedo creer que él te haya hecho esperar tanto tiempo si tenía tantas ganas de casarse contigo. Él siempre ha querido usar tu apellido para convertirse en el líder de la manada, eso ya todos lo sabían. Yo sé que mereces algo mejor, además aún no es tarde para arrepentirte. El matrimonio con un miembro de los Robledo ya está arreglado, y también tengo los planes para la boda.

— La boda será dentro de tres días, tómate el tiempo, no hay prisa en hacerlo.

El tono de mi madre era como el de una comandante en una batalla, calmada y directa.

Y resultó que todo ya estaba claro para los demás desde hace mucho tiempo.

Pero, debido a todas las falsas promesas de amor de Carlos durante tanto tiempo, yo aún no había dejado de amarlo.

— Mamá, elige lo que más te guste, todas las propuestas que me enviaste están bien, pero yo tan solo quiero que la boda sea algo sencillo.

En ese momento, Carlos, mi pareja predestinada, se acercó por detrás y al escuchar la palabra «boda», preguntó como si nada pasara:

— ¿Boda? ¿La boda de quién o qué?

Me abrazó por la cintura, tratando de acercarse para escuchar un poco mi conversación, pero enseguida guardé mi celular.

Él intentó quitármelo, no obstante, su celular vibró.

Tal vez la noche era demasiado silenciosa, por eso pude escuchar con claridad una voz femenina pidiendo ayuda al otro lado del auricular.

— Carlos, justo ahora acabo de salir de la oficina, pero, ¡creo que alguien me está siguiendo! ¿Tal vez es gente que envió la otra empresa? ¡Estoy muy asustada, he dado varias vueltas en el estacionamiento y no logro quitármelos de encima!

La sangre de lobo de Carlos parecía haberse activado en ese momento, sus ojos brillaron con ansiedad y rabia:

— No tengas miedo, trata de esperarme en un lugar seguro, voy para allá de inmediato.

Colgó el celular y se le olvidó el tema de la boda.

Sin dudarlo dos veces, me dejó allí sola y salió corriendo en la oscuridad para rescatar a su secretaria.

Sin embargo, había algo en lo que él no había pensado: en esta manada, donde el dinero es la medida de todo, la gran riqueza de mis padres era la clave perfecta para que él se convirtiera en el alfa de la manada.

Después de que se fue, llamé apresurada a mi tía, quien siempre me había cuidado con esmero en la Tribu del Valle, para despedirme de ella.

Mis padres se habían ido de la Tribu del Valle a hacer negocios en otra ciudad hace más de diez años, y desde entonces me habían dejado bajo el cuidado de mi tía.

Carlos vivía en la casa de al lado, y fue así como nos conocimos.

Pasado un tiempo, mi tía conoció a su esposo, se casó y se mudó, vendió la mansión, y como no quería interrumpir su vida en pareja, me quedé a vivir con Carlos.

Nunca imaginé que viviría allí durante diez largos años.

Al escuchar la noticia de mi boda, mi tía exclamó sorprendida:

— ¿Boda? ¿Con Carlos? Bueno, después de diez años juntos, ya era hora de que llegaran a un acuerdo. ¿No crees?

Me mordí el labio y negué su suposición.

— No, es un matrimonio arreglado, aún no conozco a mi futuro esposo.

Mi tía se quedó en absoluto silencio, luego de un largo rato, preguntó:

— ¿Ya lo has pensado bien? Carlos es tu pareja predestinada, y parece que le gustas demasiado, aún no entiendo por qué no se han casado. ¿Quieres que hable con él?

Me reí.

— No hace falta hacerlo, tía. Carlos nunca me lo ha propuesto. Le he pedido muchas veces, pero siempre me ha rechazado. Antes tenía esperanzas, pero ahora entiendo que si no me ha propuesto matrimonio, significa que nunca me ha considerado su pareja unida por el destino.

Justo ahora cuento con 24 abriles, si no termino con esto pronto, mi juventud se marchará sin que me de cuenta.

Mi tía permaneció en silencio por un momento, luego suspiró.

— Pues yo te apoyo querida. Sin importar tu decisión, siempre estaré a tu lado.

Colgué y comencé la cuenta regresiva de tres días.

Aquel era el comienzo de mi nueva vida, también el adiós a mi pasado.

Al día siguiente, le pedí a mi madre que me enviara algunos bolsos costosos, de las marcas más difíciles de conseguir, como un regalo para agradecerle a mi tía por todos sus cuidados durante estos años y también como una amable despedida.

Al caer la noche, por fin llegaron los paquetes, y yo me preparé para dejar la Tribu del Valle. Le indiqué al conductor que llevara las cosas a la casa de mi tía, pero no esperaba encontrarme allí justo con Carlos.