Después de nuestra charla nos quedamos dormidos de nuevo, bueno, él se quedó dormido, yo no sabía que hacer, no tenía sueño.
Con cuidado me quité el brazo de Dayron de la cintura y me levanté. De puntillitas corrí hasta el baño y agarré la pasta, con sumo cuidado, volví a mi lado de la cama y le comencé a hachar pasta en la cara a Dayron, cuando llegué a donde se supone que debería tener un bigote, le dibuje uno pero el olor a menta lo despertó.—¿Qué coño…? ¿Qué me hechaste? —saca una muestra del contenido de su cara y lo mira.— ¿Pasta?Asiento, riéndome y él se apresura en ir al baño a quitárselo.Cuando regresa se sienta a mi lado en la cama.—¿Por qué hiciste eso?—Quería divertirme.—¿Sabes qué hay otras formas de divertirse?Se acerca a mí lentamente, todo a su alrededor me gritaba peligro, peligro.Dayron me colocó en el centro de la cama y con sus manos puso mis muñecas contrAbrí los ojos abruptamente y… malísima idea, casi me quedo ciega por la luz del sol.Cómodamente me estiré sobre la suave cama, todo iba bien hasta que recordé los sucesos de la noche. ¿Si había dormido con Dayron por que él no estaba aquí abrazándome?Un fuerte dolor de cabeza me sacó de mis pensamientos. Me senté para ver si se me quitaba pero nada. Decidí salir al balcón para que se pasara, no me importaba estar desnuda, solo necesitaba que todo mi cuerpo tomara aire natural.—Por lo menos no te dejaron sin caminar.—Muy graciosa Dana.—Pensaba que con lo duro que nos dio íbamos a quedarnos parapléjicas.—Yo la apoyo.—¡Ya! A callarse.Cierro la conexión con ellas y me voy al baño corriendo porque me entraron unas ganas de vomitar infernal.Al pararme recordé que él me había marcado y me miré rápidamente en el espejo. Tenía en el cuello un tatuaje que ponía D.D, Dayron y
A la mañana siguiente Dayron se fue a cumplir sus obligaciones ya que estuvo ausente todo estos días que estuve secuestrada y Angi había recogido a su hija como a las seis de la mañana.Yo me desperté como a las diez, una vez bañada y vestida me dispuse a bajar a comer algo, pero justo cuando tenía la mano en el picaporte alguien abre la puerta y yo caigo de nalgas en el suelo.—¡Ahh! —gritó Carol entrando junto a Fani y Adelaide.—Auch —me quejé levantándome del suelo y sobando mi nalga.—¡Ya no eres Virgen! ¡Esto hay que celebrarlo! —grita Fani, la cual tenía una botella de sidra en la mano.—Tú hermano no es el primero con el que he estado. Ha habido dos antes que él. —ella se queda en shock y no sé por qué.—No le digas nada a mi hermano si no quieres que los mate. —No tengo ningún problema, al final ya uno está muerto. —dije con fastidio por mi caída.—En fin, cuéntanos, ¿la tiene grande? —
Pasó la semana del celo. Dayron y yo la pasamos espectacular, ese lobito es insaciable, lo hacíamos más de cinco veces en la noche y en el día era un novio excelente. Resumiend, ahora todo estaba Perfecto entre nosotros o eso yo creía hasta el día de hoy.—¡Vamos Roni tú puedes! —gritan mis cuñadas y mi mejor amiga. Las muy perras me han hecho correr más de 100 vueltas y ellas estaban sentadas hechándose aire.Me detengo bruscamente al sentir que el aire me faltaba. He contado cada vuelta. Mis grandiosas amigas me han hecho correr doscientas vueltas sin parar durante una hora. Para mí, eso no debería estar mal, soy un ser sobrenatural, pero nunca he hecho más ejercicio que los que veía en la tele.Después de un largo baño para quitarme el asqueroso sudor de mi cuerpo y cabello, salgo a la habitación con solamente una pequeña toalla puesta. Estaba tarareando una canción así que no estaba pendiente del mundo a mi alrededor, me
Me despierto por el horrible dolor de cabeza que tenía y sumado a eso las puertas del balcón estaban abiertas y yo no tenía una ropa acorde para esta temperatura.Me voy al baño y frente al espejo puedo ver mi rostro. Cuatro palabras.Estoy hecha un asco.Mi rostro estaba destrozado. Mis ojos tenían un color rojizo por haber llorado tanto, las bolsas debajo de mis ojos eran horribles, más aún mi labio partido por intentar reprimir mi llanto.Suelto un bostezo mientras abro el grifo de la bañera. Cuando esta se llena me despojo de la ropa que tenia del día anterior.Sumerjo todo mi cuerpo en la bañera y siento cómo mi rostro y todo mi cuerpo se despierta abruptamente pero también se relaja. Cogí una esponja, le heché un poco de gel y comencé a enjabonar mi cuerpo. Lavo también mi cabello, hasta que al fin había terminado de bañarme, pero aún así no salía. Podía estar tan relajada aquí, sin ningún tipo de preocupación.
Han pasado dos meses desde que aprendí a utilizar mis poderes. Nos enteramos de que Cristian murió de un ataque al corazón y ahora le encanrgada del negocio familiar era Crystal, lo cual era un problema por si quería atascarnos, aunque lo dudaba mucho.En la escuela me iba fenomenal. Había aprendido algunos hechizos, pero también tuve que aprender algunos en casa ya que me di cuenta que esos no los estudiábamos en clase. También decidí que fines de semanas intercalados iría a la universidad para recibir clases de empresaria, ya que me tenía que encargar de la empresa familiar. Chris se ha vuelto mi mejor amigo, cada vez que discutía por diminutas cosas con Dayron, él siempre estaba ahí y me aconsejaba que hablara con el lobo. También me ha ayudado mucho con mi habilidad de telepatía, ahora puedo romper esas barreras mentales que se hacen las personas en la cabeza.Con mi querido lobito todo iba de maravilla. Era un amor cuando se lo prop
Hace ya casi tres meses de mi trimesario con Dayron. En la primera semana me sentía mal y me hice una prueba de embarazo, por suerte o por desgracia no lo estaba.En estos días habían asistido Alfas de otras manadas a unas reuniones que se realizaban en la mansión anualmente. Dayron le declaró la guerra a Blood Moon para dentro de cinco días. Me encontraba un poco nerviosa. No quería que nada le sucediera a ninguna de mis familias. El plan era hacer que Aitana se hiciera presente en la manada y gracias a un ritual que aprendí ya sabía cómo sacarla del cuerpo de mi madre.Ahora me encontraba en el jardín haciendo crecer algunas flores. Hoy el bosque me llamaba la atención más que nunca.Tenía la intención de entrar aunque sabía que no debía, si salía del territorio de la mansión no tenía protección ninguna.La curiosidad pudo más que yo y me adentré en el bosque.—Veronica. —escuché pero no sabía de donde
Hoy es el gran día. El día en que se desató la guerra. Les explico cómo sucedió todo porque se nos adelantaron un día.En estos días Dayron estuvo apegado a mi todo el tiempo. Al principio no quería que yo luchara, quería que estuviera en el lugar donde sacaríamos a la bruja del cuerpo de mi madre, pero lo convencí y ahora estoy en mi habitación. Chris entra por la puerta con una sonrisa enorme.—Hola guapo. —lo beso en la mejilla.—Estoy ansioso, ya quiero que llegue mañana para luchar contra esos vampiros.Le hace algunos golpes al aire haciéndome sonreír.—Recuerda que pertenecemos a esa especie.—No importa, lo que hacen no es justo.Nos quedamos en silencio mientras él sigue dándole golpes al aire, eso me hace recordar.—¿No tenemos entrenamiento?—Sí, hay que ir. Ya sabes cómo se pone tu novio.Reímos y nos vamos al terreno de entrenamiento que estaba en el bosque Este
Ahora mismo no sé qué es real y que no, todo esto podría ser un sueño o podría ser la visión que tenía mientras hablaba con Dayron y que aún no hubiese terminado. En cualquier caso, ya no sé cuál es la realidad y cuál es mi imaginación, ya no sé diferenciarlos.Mi cuerpo aún no reaccionaba por la noticia y gracias a Dayron es que me pude poner en pies.Escucho que alguien corre hasta nosotros y giro mi cabeza.—Derek —dice la mujer desconsolada. Era mamá. Llega hasta donde está él y lo abraza.— ¿Qué está sucediendo aquí? —mira desconcertada todo a su alrededor.—¿Acaso no sabes qué Ainara vendría a una guerra? —pregunta Dayron.—Mamá no toma control de su cuerpo desde hace más de una semana, esa mujer la tenía dormida —habla Victoria con algunas lágrimas fuera.—De todas forma no estoy aquí para hablar de eso. —mi padre toma la mano de Victoria y la pone a mi lado.— Mis dulces niñas, tienen que estar unidas, ¿saben qu