Dicen que encontrar a tu Mate, a tu pareja, es la mayor alegría que alguien como yo puede vivir, que no hay sensación más gratificante que esa y que, en él o ella, encuentras un refugio seguro, a tu otra mitad, alguien en quién apoyarte sin preocuparte de nada, porque sabes que sin importar lo que pase, siempre estará a tu lado.
Increíblemente, no todos son así: existen pocos, es verdad, pero los hay, aquellos que consiguen ir contra sus instintos y engañan a sus parejas, algunas con justificaciones completamente absurdas, y las hieren profundamente, marcándolas para toda la vida. Algo tan humano, que es difícil el creer que realmente sean hombres lobo y no uno de ellos.
Alefrick siempre había parecido un buen macho, firme como Alfa, justo y me sentía orgullosa de ser su Luna, jamás había tenido siquiera una razón para dudar de él, sin embargo, todo se fue al demonio en menos de un segundo, cuando esa confesión escapó de su boca una noche, y derrumbó, no solo mi mundo, sino mi corazón y el de mi loba, en menos de un segundo.
-Ya tengo un heredero en camino...
-¿Que tú qué? -¿Qué esperabas? Seis años, Angelique, seis años y aún nada. No puedo no tener un heredero y tú aún ni siquiera me has mostrado un indicio en todo éste tiempo de que hubieras estado embarazada. Podría llegar a aceptarte que lo hayas estado y hayas tenido un aborto, hemos tenido tiempos difíciles que causan estrés y eso es un productor de abortos en las lobas. Pero tú... Nada, ni siquiera eso. -¿O sea que te metiste con otra? ¿Es en serio? ¿Eres realmente consciente de lo que has hecho? Mi voz es un sonido casi estrangulado, tanto por la impresión como por el dolor que empieza expandirse por nuestro pecho, como si nos hubieran clavado un puñal. De hecho, metafóricamente hablando, eso es lo que él había hecho, solo que mil veces peor. Su ceño se frunció profundamente ante mi pregunta, y podía notar el color cambiante de sus ojos, clave que denotaba, la empatía que Murdock estaba sintiendo hacia nosotras. -Thábita me dio lo que tú no, deberías estar agradecida de que no
-Lo siento Angi... -¿Dijo que no? -¿Qué? No, no, tranquila, lo siento, no quería confundirte, es solo que sé que esto debe de estar siendo muy difícil, el tener que buscar una manada diferente a la que has pertenecido toda tu vida... -Ah, sí, pero intento no pensarlo. Ya suficiente tengo con lo que hizo Alefrick y el llanto de Luana en mi cabeza. Nuestro dolor es tan... Ni siquiera puedo describirlo. -En contestación a tu pregunta, el Alfa de mi hermano ha escuchado de ti y confía en mi hermano, así que te da la oportunidad de ir, sin embargo, dijo que sí o sí tendrás que explicarte cuando vayas. Alefrick no le cae precisamente bien, según mi hermano, siempre le pareció un arrogante inútil, así que, si tienes un problema con él, su Alfa seguramente te aceptará. Algo así como "el enemigo de mi enemigo es mi amigo". -Pues no tengo nada qué ocultar, ¿pero él mencionó que yo era la Luna de la manada? -Me dijo que, en palabras de su Alfa, "si le estabas pidiendo asilo a él, implicaba
En cuanto raya el sol, mis ojos ya están abiertos como los de un búho, no he podrido dormir prácticamente nada y me siento aplastada bajo el peso de mis emociones y las de mi loba, pero aún así, con un gran esfuerzo me levanto de la cama, y como si mis huesos fueran de gelatina, casi me arrastro hacia la ducha para intentar hacer que el sopor que me agobia, desaparezca lo más posible. Termino de secarme antes de lavarme la cara con jabón y ponerme un poco de crema para no tener aspecto de muerta viviente. Una vez lista, me visto y salgo del cuarto, bajando las escaleras hacia el salón, donde me encuentro con mis ex suegros. Al verme, en seguida se acercan a mí, Lisa incluso me abraza con fuerza, denotando lo mucho que ésta situación la ha afectado. -Lo siento mucho, mi niña, no te merecías esto. -Es verdad, nuestro hijo, sin importar que lo sea, nos avergüenza por haber hecho lo peor que puede hacer uno de los nuestros. No merece a alguien como tú a su lado. -¿Realmente vas a ir
Por el rabillo del ojo, puedo notar cómo la sonrisa de Tábitha se ensancha, creyéndose ganadora al ver que nadie reacciona, hasta que de un momento al otro, como si alguien hubiera presionado el botón de "play", la manada entera se lanza a gritar en protestas sobre por qué habíamos hecho algo así y el por qué yo debía irme. Eso hace que inmediatamente, todo rastro de satisfacción se elimine de sus rasgos y noto también, la tensión en el cuerpo de Alefrick, porque sabe que no me quedaré callada y que diré lo que pasó sin vueltas. Ellos se merecen más la verdad que él mi protección. Y con eso en mente, me llevo los dedos a la boca y silbo fuerte, acallando a todo el mundo en un instante. -Por favor, no se alboroten, ahora les responderé a sus preguntas, pero les pido, sean ordenados o esto no nos llevará a ningún lado. Contestando a su pregunta más contundente y que, aún con el barullo, pude escuchar bastante fuerte, me voy porque, como dije, yo ya no soy la compañera de su Alfa, y eso
Juro que, aún a ésta distancia, puedo ver cómo las gotas de sudor resbalan por su frente, totalmente preocupado por la situación en la que se encuentra. Decir que soy yo quien está causando esto, que "la estoy amenazando" (cosa que no es así, porque solo la estamos tratando de inútil con Luana, lo que es verdad en esto), le podría poner a la manada en contra y a su liderazgo en duda, y si en su lugar, dice que es ella, podría tener serios problemas con la loba que tiene a su cachorro en su vientre, porque podría causar que ella quiera quitarle a su heredero, ese que tanto quería... Y sé que lo haría, sé que Tábitha es capaz, porque siempre fue una caprichosa, una que hacía todo lo posible para conseguir lo que quería, sin importar las consecuencias o lo que tuviera que hacer por ello. La muestra es haberse metido con el Alfa, teniendo éste pareja y sabiendo que tendría a la manada en contra por esto. O quizás pensaba que sería al contrario, que como yo no había engendrado aún al hijo
El enorme lobo gris ya no está, y ahora, como la Diosa lo trajo al mundo, ocupa el lugar un chico castaño, de piel bronceada que es, prácticamente, una versión masculina de mi mejor amiga. Síp, son mellizos, y sus rasgos, aunque más masculinos en él, hacen completamente imposible el no darse cuenta que son hermanos.Ambos se abrazan, aunque él no lleva nada de ropa, y los escucho hablar entre los dos, mas no puedo comprender del todo lo que dicen, ya que la puerta de la camioneta se cerró. Ellos parecen esta bien, por lo que no me preocupo, no hay signos de pelea o discusión, y en su lugar, Liam hace un gesto a los lobos a nuestro alrededor, quienes dejan automáticamente sus poses de ataque y se relajan, observándonos ahora con mucha más calma. Nina sube de nuevo a la camioneta y su hermano golpea dos veces el capó de ésta, antes de lanzarse a correr y cambiar en el proceso, volviendo a dejar ver ese pelaje gris frente a nosotros, ahora guiándonos. Los lobos ahora sí que nos escoltan
Cabello negro lacio, cortado de forma que parece una cortina suave sobre su frente y ojos, iris del color de la sangre fresca, piel lisa y tersa casi del color del bronce (evidentemente por pasar mucho tiempo al aire libre y me hace pensar si tendrá alguna marca de ropa o si lo hace completamente desnudo solo por el cambio de humano a lobo y viceversa) y por lo que noto bajo la camiseta que usa, un cuerpo trabajado y firme. Además, lo que me choca es haber entendido que el aroma que sentía antes y me "relajaba", emana de él, lo que me preocupa bastante, porque me aterra lo que puede significar. Luana incluso gruñe dentro de mi cabeza con ferocidad, obviamente aterrada y preocupada tal y como yo estoy. Hasta quiere tomar el control y que salgamos corriendo. Mi cuerpo tiembla ligeramente por un momento mientras lucho con ella, para mantener el dominio, y parece que él lo nota y se levanta del escritorio, observándome con evidente preocupación. -¿Estás bien?-Sí solo... dame un segundo.
¿Qué? -Tu aroma. -¿Qué tiene? O más bien, ¿cómo que no tengo?-Así es, no tienes ningún aroma propio. -¿Es una broma?-Claro que no, ¿por qué bromearía con algo así? Cuando me acerqué a ti hace unos minutos, lo único que pude sentir fue el perfume de tu ropa limpia y lo frutal de tus productos de limpieza personal, nada más. Hasta noté el aroma de mi beta, el de su hermana y el de su pareja sobre ti, mas nada tuyo. Si no supiera quien eres y que realmente tienes una loba, podría dudar de que seas una de las nuestras. Hasta los humanos tienen aroma propio, solo los espíritus no poseen ninguno. -Es es...-¿Imposible? Yo también lo creía, por eso pregunto. Pensé que habías hecho algo intencionalmente para que eso ocurriera. Sería útil para las batallas, para que los guerreros no pudieran ser detectados. Si lo habías hecho voluntariamente, estaba por pedirte que lo enseñaras. Ahora que sé que no es así, me preocupa porque podría significar que algo anda mal. ¿Tu lobo está bien? Una y