En cuanto raya el sol, mis ojos ya están abiertos como los de un búho, no he podrido dormir prácticamente nada y me siento aplastada bajo el peso de mis emociones y las de mi loba, pero aún así, con un gran esfuerzo me levanto de la cama, y como si mis huesos fueran de gelatina, casi me arrastro hacia la ducha para intentar hacer que el sopor que me agobia, desaparezca lo más posible.
Termino de secarme antes de lavarme la cara con jabón y ponerme un poco de crema para no tener aspecto de muerta viviente. Una vez lista, me visto y salgo del cuarto, bajando las escaleras hacia el salón, donde me encuentro con mis ex suegros. Al verme, en seguida se acercan a mí, Lisa incluso me abraza con fuerza, denotando lo mucho que ésta situación la ha afectado.
-Lo siento mucho, mi niña, no te merecías esto.
-Es verdad, nuestro hijo, sin importar que lo sea, nos avergüenza por haber hecho lo peor que puede hacer uno de los nuestros. No merece a alguien como tú a su lado.
-¿Realmente vas a irte?
-No puedo quedarme aquí, ustedes lo saben.
-Puede que quizás suene mal, sin embargo, desearíamos que tú fueras nuestra hija y no él.
-Gracias por lo que me toca.
La voz molesta de Alefrick nos alcanza y el ceño fruncido con enojo de sus padres se vuelve hacia él.
-Pues te mereces eso y más, todo esto es tu culpa.
Se nota que van a seguir discutiendo, es obvio que he provocado guerra en ésta familia, aunque Luana me recuerda que no fuimos nosotras, sino mi ex, y decido salir del medio, escapando disimuladamente del drama familiar hacia el exterior de la casa de la manada, queriendo un poco de aire fresco antes de lo que se viene.
En cuanto pongo un pie afuera, el sonido de la pelea disminuye, y se hace aún más silencioso (casi desaparece por completo) en cuanto cierro la puerta tras de mí. Mis ex suegros son dos personas maravillosas, que me cogieron como si fuera su propia hija desde el momento en el que supieron que sería la compañera de su hijo, desde el momento cero en que me conocieron, siempre fueron muy amables, y el daño que esto les ha producido, puedo entenderlo, mas me asombra su empatía conmigo más que con su propio hijo. Y yo que pensaba que quizás lo justificarían o similar.
Como sea, en cuanto echo un vistazo a mi alrededor, noto que varios ya han empezado a congregarse para el anuncio, y veo mucha confusión en sus rostros, mucho desconcierto, a varios preguntándose los unos a los otros qué habrá ocurrido y el por qué de ésta reunión...
Solo hay un rostro que es diferente, que casi parece sonreír que está en primera fila, uno que hace que Luana puje por salir en cuanto lo nota, porque quiere ir y arrancarle la sonrisa ella misma con sus dientes, quiere verla sufrir tal y como nosotras, o incluso más: Tábitha.
Sus ojos brillan casi con alegría bajo el sol mañanero, evidentemente gozando del momento. Mas algo que relaja a mi loba, aunque pueda sonar cruel, es el conocer el hecho de que, aunque haya conseguido al Alfa para ella ahora, como siempre quiso desde antes de que supiéramos que éramos pareja con Alefrick, sufrirá enormemente durante nueve meses, mucho más de lo que ella cree.
Quizás podríamos ser tachadas de crueles, mas eso no importa. Cruel es lo que ella hizo, y nosotras solo veremos la cosecha de sus acciones, no tuvimos nada que ver en lo que le pasará ni mucho menos interferimos.
Como dice el dicho, siéntate en el pórtico de tu casa y, con el tiempo, verás pasar el cadáver de tus enemigos.
Yo sé que, en cuanto sepa el alcance de su error, va a arrepentirse y mucho, no obstante, eso ya no es problema mío. Ya tendrá que ocuparse Alefrick de ella y de las consecuencias.
Sin decir una palabra y sin permitir que nadie se me acerque aún, porque necesito un momento antes de hablar ante todos, simplemente me doy vuelta y me encamino a la parte trasera de la casa, alejada del tumulto de gente, y trepo a la parte más alta del árbol gigante que hay en el espacio, hasta donde las ramas me permiten estar mientras soportan mi peso.
Mi vista cubierta de verde y marrón por los bordes, me deja apreciar el hermoso paisaje de las montañas que siempre me ha dado la paz que necesito en los peores momentos, en los más difíciles, cuando me sentía más agobiada, y ahora, una vez más (quizás la última), necesito de su ayuda para poder hacer algo realmente difícil.
Siento el pecho oprimido, incluso una lágrima escapa de mi ojo, todo el peso de esto cae sobre mis hombros y me siento abrumada, sin embargo, la voz de Nina en mi cabeza, me hace respirar profundo e intentar volver a armarme.
-¿Angui? ¿Dónde estás?
-En el árbol de atrás.
-La manada entera ya está aquí, ¿quieres que vaya por ti?
-¿Ya están todos?
-Sí, ¿por qué?
-Pues parece que ha pasado más tiempo del que creí, ahora voy.
-Está bien; con Johan estamos listos, cuando quieras, nos dices y nos vamos.
-Tengo que guardar un par de cosas y podemos irnos en cuanto termine.
-Bien, a penas termines de hablar, voy contigo y empacamos lo que quieras.
-Gracias, ahí voy.
Corto el enlace y bajo del árbol con cuidado, respirando profundo una vez que estoy en el suelo.
-¿Estás segura de hacer esto? Porque podríamos solo irnos y ya.
-No Lua, es necesario, ellos merecen saber porqué me voy. No quiero que piensen que los abandono así como así, porque no es verdad, no es su culpa ni yo soy tan m*****a para hacer algo semejante. Además, pronto se sabrá de todas formas y la verdad a veces se distorsiona cuando no es dicha en el momento. El tiempo da la posibilidad a malos entendidos, mentiras y confusiones.
-Está bien, está bien, pero si alguno de esos dos intenta lo que sea para culparnos o similar, no prometo quedarme quieta.
-Lo sé, y no eres la única que no puede prometerlo.
-Qué bueno que estemos de acuerdo.
Nos encaminamos hacia el frente nuevamente, y ahí están todos, incluso Alefrick y sus padres, aunque estos están a varios pasos de distancia de él, un claro indicativo de que algo ocurre entre ellos. Como si la situación no fuera alertadora ya de por sí.
En cuanto me ven aparecer, el murmullo constante que había en el grupo, se silencia al instante, como si nunca hubiera existido, y en su lugar, la atención completa de todos se centra en mi persona. El comunicado que enviaron mis ex suegros a la manada, fue que yo tenía algo de suma importancia para comunicarles hoy, y es por eso que no es Alefrick a quien atienden ahora, sino a mí.
En éste momento, bajo la atenta mirada de todos, respiro profundo y me aclaro la garganta, antes de que empezar a hablar y dejar caer la bomba sobre todos.
-Buenos días a todos, intentaré ser breve porque esto, no va a ser precisamente agradable, no obstante, quiero que lo sepan ahora y de primera mano. A partir de ayer en la tarde, su Alfa y yo hemos roto nuestro vínculo, y dejaré la manada, abandonando el puesto de su Luna.
Casi pareciera que hasta la naturaleza misma se hubiera impactado con mi declaración, al punto de que el silencio es tal, que se podría escuchar perfectamente cómo, aún sobre la tierra, un alfiler impacta contra el suelo al caer.
¿Nadie va a decir nada?
Por el rabillo del ojo, puedo notar cómo la sonrisa de Tábitha se ensancha, creyéndose ganadora al ver que nadie reacciona, hasta que de un momento al otro, como si alguien hubiera presionado el botón de "play", la manada entera se lanza a gritar en protestas sobre por qué habíamos hecho algo así y el por qué yo debía irme. Eso hace que inmediatamente, todo rastro de satisfacción se elimine de sus rasgos y noto también, la tensión en el cuerpo de Alefrick, porque sabe que no me quedaré callada y que diré lo que pasó sin vueltas. Ellos se merecen más la verdad que él mi protección. Y con eso en mente, me llevo los dedos a la boca y silbo fuerte, acallando a todo el mundo en un instante. -Por favor, no se alboroten, ahora les responderé a sus preguntas, pero les pido, sean ordenados o esto no nos llevará a ningún lado. Contestando a su pregunta más contundente y que, aún con el barullo, pude escuchar bastante fuerte, me voy porque, como dije, yo ya no soy la compañera de su Alfa, y eso
Juro que, aún a ésta distancia, puedo ver cómo las gotas de sudor resbalan por su frente, totalmente preocupado por la situación en la que se encuentra. Decir que soy yo quien está causando esto, que "la estoy amenazando" (cosa que no es así, porque solo la estamos tratando de inútil con Luana, lo que es verdad en esto), le podría poner a la manada en contra y a su liderazgo en duda, y si en su lugar, dice que es ella, podría tener serios problemas con la loba que tiene a su cachorro en su vientre, porque podría causar que ella quiera quitarle a su heredero, ese que tanto quería... Y sé que lo haría, sé que Tábitha es capaz, porque siempre fue una caprichosa, una que hacía todo lo posible para conseguir lo que quería, sin importar las consecuencias o lo que tuviera que hacer por ello. La muestra es haberse metido con el Alfa, teniendo éste pareja y sabiendo que tendría a la manada en contra por esto. O quizás pensaba que sería al contrario, que como yo no había engendrado aún al hijo
El enorme lobo gris ya no está, y ahora, como la Diosa lo trajo al mundo, ocupa el lugar un chico castaño, de piel bronceada que es, prácticamente, una versión masculina de mi mejor amiga. Síp, son mellizos, y sus rasgos, aunque más masculinos en él, hacen completamente imposible el no darse cuenta que son hermanos.Ambos se abrazan, aunque él no lleva nada de ropa, y los escucho hablar entre los dos, mas no puedo comprender del todo lo que dicen, ya que la puerta de la camioneta se cerró. Ellos parecen esta bien, por lo que no me preocupo, no hay signos de pelea o discusión, y en su lugar, Liam hace un gesto a los lobos a nuestro alrededor, quienes dejan automáticamente sus poses de ataque y se relajan, observándonos ahora con mucha más calma. Nina sube de nuevo a la camioneta y su hermano golpea dos veces el capó de ésta, antes de lanzarse a correr y cambiar en el proceso, volviendo a dejar ver ese pelaje gris frente a nosotros, ahora guiándonos. Los lobos ahora sí que nos escoltan
Cabello negro lacio, cortado de forma que parece una cortina suave sobre su frente y ojos, iris del color de la sangre fresca, piel lisa y tersa casi del color del bronce (evidentemente por pasar mucho tiempo al aire libre y me hace pensar si tendrá alguna marca de ropa o si lo hace completamente desnudo solo por el cambio de humano a lobo y viceversa) y por lo que noto bajo la camiseta que usa, un cuerpo trabajado y firme. Además, lo que me choca es haber entendido que el aroma que sentía antes y me "relajaba", emana de él, lo que me preocupa bastante, porque me aterra lo que puede significar. Luana incluso gruñe dentro de mi cabeza con ferocidad, obviamente aterrada y preocupada tal y como yo estoy. Hasta quiere tomar el control y que salgamos corriendo. Mi cuerpo tiembla ligeramente por un momento mientras lucho con ella, para mantener el dominio, y parece que él lo nota y se levanta del escritorio, observándome con evidente preocupación. -¿Estás bien?-Sí solo... dame un segundo.
¿Qué? -Tu aroma. -¿Qué tiene? O más bien, ¿cómo que no tengo?-Así es, no tienes ningún aroma propio. -¿Es una broma?-Claro que no, ¿por qué bromearía con algo así? Cuando me acerqué a ti hace unos minutos, lo único que pude sentir fue el perfume de tu ropa limpia y lo frutal de tus productos de limpieza personal, nada más. Hasta noté el aroma de mi beta, el de su hermana y el de su pareja sobre ti, mas nada tuyo. Si no supiera quien eres y que realmente tienes una loba, podría dudar de que seas una de las nuestras. Hasta los humanos tienen aroma propio, solo los espíritus no poseen ninguno. -Es es...-¿Imposible? Yo también lo creía, por eso pregunto. Pensé que habías hecho algo intencionalmente para que eso ocurriera. Sería útil para las batallas, para que los guerreros no pudieran ser detectados. Si lo habías hecho voluntariamente, estaba por pedirte que lo enseñaras. Ahora que sé que no es así, me preocupa porque podría significar que algo anda mal. ¿Tu lobo está bien? Una y
-¿Angui? ¿Estás bien? Responde. -Estoy bien, estoy bien, solo... un poco mareada. Eso es todo. En cuanto mi voz llega hasta él, suspira más tranquilo y me ayuda a ponerme de pie con cuidado, atento a cualquier mal movimiento de mi parte que me pueda llegar a hacer caer. Siendo delicado, me sostiene lo suficiente como para que pueda acomodarme sobre la silla sin que me caiga y un vaso de agua aparece frente a mis ojos, encontrándome con Liam observándome con preocupación. -Tranquilo, he vuelto, no voy a morirme. Solo dolió más de lo esperado... -Gracias al cielo, o mi hermana me hubiera despellejado por permitir que te ocurriera algo aquí, cuando le prometí que estarías segura. -Eso habría sido un espectáculo digno de ver. -No la apoyes... tengo aún que encontrar a mi compañera y mucho por lo cual vivir. -Como tú digas, exagerado... -¿Estás segura de que estás bien, Angui? No necesitas moverte todavía. -Puedes relajarte, Alfa, estoy bien. -¿Alfa? ¿Ya no soy Tayler? -Eres mi A
-¿Por casualidad eso es de Liam?Mi pregunta, hecha de una mezcla de burla y acusación, lo hace tragar el trozo en su boca antes de cerrar la puerta del refri y volverse completamente hacia mí, dejándome ver un sexy sixpack y un par de pectorales bastante inflados, de esos que te dan ganas de morder. Casi parecen pechos.-Quizás... -Wow, hasta podrías utilizar sostén. Mis palabras cortan cualquier cosa que fuera a decir y baja la mirada a su pecho con curiosidad, palpando su pectoral con la mano que aún está libre, como si hubiera dicho algo que jamás había considerado. ¿Y por qué hacerlo? Seguramente se ejercita muchísimo, sumado al esfuerzo físico que implica el cambio y todo lo que conlleva, por lo que un cuerpo trabajado, es algo normal. -Amm... No estoy seguro de qué o cómo responder a eso. -Descuida, solo fue una observación. Mi cerebro desconectó el filtro entre él y mi boca, no me hagas caso. -Pero parecías genuinamente sorprendida. -Es que, a decir verdad, creo que nunca
-Bu-bueno... no lo sé... supongo que tendrá que ver con el tipo de personalidad. Las "vibras" que emanamos hacia los demás. -Puede ser... O quizás hay un vínculo de algún tipo entre esas personas, quizás de vidas pasadas. ¿Crees en ellas?¿Que si creía en las vidas pasadas? Por la Diosa, yo era el epítome de las reencarnaciones, aunque aquí nadie lo sabía, o bueno, en la mayoría de las manadas no sabían de mí. Y por ahora, era preferible que quedara así, por lo menos hasta estar segura de que no viviría algo similar a mi antigua manada, que podía confiar plenamente en quienes me rodeaban.Alefrick y los demás que crecieron conmigo y vivieron a mi alrededor desde mi primer cambio lo saben, pero no van a delatarme con nadie, lo sé, porque para mi ex sería una desventaja porque alguien podría querer utilizarme como arma en su contra, y el resto de mi ex manada porque ellos me aprecian. La única que podría intentar algo sería Tábitha por rencor contra mí, por lo que pasó antes de que me f