NARRA ÁNGELEstos meses han sido los mejores meses de mi vida. Vivir esta experiencia con mi novia ha sido la más mágica del mundo. Ver su pancita crecer todos los días, ir de compras con ella, complacer sus antojos, mis largas pláticas con mi hija que me llenaban de emoción. Porque lo sé, lo siento, no necesito de un papel que me diga que está bebé en mis brazos es mi hija. Porque mi corazón me lo dice, sus enormes ojos verdes me miran y siento que esa mirada me llega hasta el alma.—Príncipe, sé que Ari te ha cautivado, pero ¿podría tenerla en brazos un momento? — me pregunta mi diosa. Mientras Sandy nos mira sonriendo. Habían pasado casi 6 horas después de la cesárea y mis chicas estaban en perfectas condiciones. Eran las 2 de la tarde y tanto Sandy como yo habíamos faltado a clases. Claro que notifique a mis maestros del porqué y sus felicitaciones fueron sus respuestas. Las cuales fueron muy bien recibidas por Clara y por mí.—Claro, cariño. Perdóname es que me han robado el cora
NARRA ÁNGEL —¡Lo sabía! — me permití gritar besando el rostro de Clara. Me puse de pie y caminé al otro lado de la camilla. Para besar a mi pequeña, mi hija, mi Ariana, mía. La tomé en brazos con cuidado para llenarla de besos. Me siento a un lado de Clara y ambos observamos a nuestra hija, nuestra. Le agradezco a mis abuelos haber mencionado lo de la prueba. Es increíble el enorme alivio que siento en este momento. Un peso que no sabía que tenía sobre mis hombros y que no me hubiera importado cargarlo con tal de hacer felices a mis chicas. —Hola Ari, mira como has vuelto loco a tu papá. Él es tu papá mi amor. — dice Clara acariciando la mejilla de nuestra hija y como si este momento no se pudiera hacer más mágico Ari sonrió y mi corazón palpitó de emoción, de orgullo y dicha porque mi pequeña hija sabía quién era desde un principio. —Mira está sonriendo. — menciona mi novia entre lágrimas. La puerta de la habitación se abre y es mi abuela, con mi abuelo y Sandy quien se qued
NARRA CLARADecir que estaba súper ansiosa, nerviosa y a punto de volverme loca era muy poco a como me he sentido en estos últimos días. Mi vida aquí es maravillosa, compartirla solamente con mi novio, mi hija en nuestro hogar. Allá será mucho más caótico pues estarán mis padres, sus padres, mis hermanos, sus hermanos y demás familia. El reto será difícil, pero ya es tiempo de afrontar nuestra realidad ya no podemos huir más del pasado.—Claro que sí abuela pasa. — escuchó que le dice Ángel a la abuela Jimena. Me llena de ansiedad su visita.—Hola, mi terroncito ¿Como ha estado mi amor? — le pregunta a mi pequeña en brazos.—Ben. — le responde alzando su manita. Ella estira los brazos para tomarla, se la entregó y comienza a platicar caminando hacia la sala y se sienta con Ari sobre sus piernas. Ángel y yo nos miramos sin entender qué pudo haber traído a la abuela aquí hoy, si nosotros volábamos pasado mañana.—¿Está todo bien abuela? — le pregunta Ángel sentándose casi a su lado. La
NARRA ÁNGELNo sé por qué razón desde que Clara me hizo prometer que volveríamos todos, he sentido algo muy incómodo en mi pecho, pero lo atribuyó al nerviosismo del viaje. Antes de que empezara el despeje y por sugerencia del pediatra, Clara le dio un biberón a Ari así evitar que sus oídos se tapen y le duelan más adelante y como si el sonido de los motores fuese un relajante para ella. Se quedó dormida 10 minutos después del despegue. El viaje fue muy tranquilo, pude ver que Clara estaba muy nerviosa. Por momentos tomaba su mano y dejaba una caricia en ella o me acercaba a besar su mejilla.—¿Estas bien? — me atreví a preguntar, ella negó.—La verdad es que no, me tiene muy ansiosa la reacción de nuestros padres cuando nos vean llegar con Ariana, también lo que nos pidió tu abuela. Sé que una vez allá todo eso se calmara, pero no deja de causarme algo de miedo por el caos que se puede desatar. — me dice poniendo su cabeza en mi hombro. La señal de ponernos el cinturón porque empezam
NARRA ÁNGEL —Creo que lo podemos hablar cuando todos estemos juntos. Principalmente Alan, merece escuchar esa verdad. — dice mi madre y todos nos vemos entre sí. Tiene que ser algo muy serio para que afecte tanto a mi padre, pues se le mira muy nervioso. David me había mencionado algo sobre esto y sus palabras sobre que mi padre se había caído de su pedestal es lo que más me retumba en la mente en este momento. —Debemos ir a Bella Vista. — dice mi madre y todos afirmamos. Miré a Clara y me acerqué a ella. —Ve, príncipe. Yo me quedaré aquí con mis padres. — me dice y yo beso sus labios sin importar los presentes. Le doy un beso a Ari en su mejilla. —Te amo, te mantendré informada de todo. — le digo y ella asintió. Sin más salí de la casa siguiendo a mis padres hasta su auto. Mis hermanas iban súper ansiosas en la tercera fila de asientos de la camioneta. Aitor y yo en el centro del auto, el silencio gobernó durante todo el viaje. Hasta que mi hermana Alana decidió empezar un
NARRA ÁNGEL —¿Me estás mintiendo no es así? ¿Estás diciéndome esto para hacerme sentir más culpable? — dijo Alan con un tono de voz menos ofensivo. —Me encantaría poder decirte que no es así cariño, pero desde que ella se hizo amiga de Susy, tu abuela la mandó a investigar y hace unos días nos enteramos de quién era ella realmente. No habíamos escuchado de ella ni por ti, ni por Susy. Pensamos que no iba a volverse aparecer en su vida, pero tal parece que ella solo estaba esperando el momento correcto para atacar. — —¿Cómo miraré a la cara a Susy ahora mamá? ¿Cómo? — dice él dejando caer su cuerpo sobre la cama. —De la misma manera en como me has visto siempre, Alan. — escucho la voz de Susy atrás de mí, al voltearme me sorprendo al verla que se está apoyando su mamá. Recuerdo que mi mamá me había dicho que Susy aún no podía caminar. Tal parece que sus piernas se volvieron a conectar con su cerebro. —¡Susy! ¡Puedes caminar! — grita Alan asombrado al verla. —Señor Iván, Se
NARRA ÁNGEL Mi madre se levanta de la silla de ruedas y se sienta a un lado de Susy. Le pide que le dé a Khoa un momento y ella lo abraza fuertemente y lo llena de besos. —Mi pequeño bebé, perdónanos porque desde que naciste solo has tenido momentos de este tipo. Susy ya no quiero estar lejos de él y aquí no los podemos proteger. Por favor acepta volver a Zaragoza. — le pide ella con lágrimas en los ojos. —No, señora. Lo que menos deseo en este momento es estar cerca de todo esto y con todo respeto. Deje que Alan viera al niño porque independientemente a lo que me hizo no deja de ser su derecho como padre poder verlo, pero después de esto no. Khoa necesita tranquilidad, estabilidad, amor, ser un niño feliz. No quiero un futuro como el mío para mi hijo y eso señora es lo que me espera al estar cerca de su hijo. Gritos, insultos ya tuve suficiente de eso en mi vida. Por primera vez en mi vida seré egoísta, mire lo que pasó la última vez que confíe al dejar que Alan se acercara a n
NARRA CLARA—Ahora sí jovencita, me explicaras porque demonios nosotros no sabíamos nada de esto. — me grita la mamá. La cual parece estar esperando que saliera de mi habitación para comenzar con el interrogatorio.—Si quieres te cuento, pero que papá esté presente. — le digo tomando su mano para bajar las escaleras y poder hablar con mis padres y mis hermanos.—Ese es el problema Clara, tu papá se ha encerrado en su despacho y no desea abrir. — suelto su agarre y camino hacia el despecho dejándola en el pasillo. Debo decir que me temía esto, pero debo hacer algo para que no se sienta mal. Llegue hasta la puerta del despacho y toque de la forma especial en cómo siempre lo hago. Un toque arriba, dos en el centro y otro arriba. Recuerdo que siempre me decía que cuando tocara esa cuarta vez la puerta siempre se abriría, pero esta vez no fue así. Por lo tanto, esto significa que está muy molesto conmigo. Toque de nuevo y seguía sin respuesta. Toqué una tercera vez y todavía no obtenía nad