Susan:En mis sueños, el Rey era gentil y delicado en sus amores. Bañaba mi cuerpo con besos y recitaba poemas de amor eterno a mi oído mientras me hacía suya.Omër por el contrario, es un torbellino de lujuria y lascivia. Tocándome sin pudor, sin delicadeza y sin restricciones.Metiendo su mano entre mis piernas y rozando mi coño con abierta impudicia. Llenando mi boca de su lengua, y apoderándose de mis tetas con manos duras e implacables.Su pasión era más que evidente, estaba desesperado por meterse dentro de mí, y yo lo sabía.Sentirlo, contra mi espalda, respirando en mi cuello, y luego verlo, casi completamente desnudo solo vistiendo un bóxer, causó que mi mente hiciera cortocircuito.***En un movimiento fluido, la cargó en sus brazos y se la llevó, saliendo de la cocina sin dejar de besarla, sin dejar de tocarla, y sin parar de morder su boca.Entró a su cuarto, cerró la puerta y se lanzó a la cama con ella.Liberando un sollozo de dolor y anhelo, ante el festín de mujer que
Omër:Como la falsa imagen de agua en el desierto, es ella.En apariencia toda suave, toda dulce, toda bondadosa y entregada a mis deseos, pero sé, que con esta misma boca gimió para otros, y con estas mismas manos acarició a otros, porque su ambición no conoce límites.No es una mujer decente.Si lo fuera, habría escupido en mi cara, me habría abofeteado e insultado y se habría marchado de la cocina. En vez de eso, se rindió a mis atenciones con la facilidad y la rapidez de una mujer que está acostumbrada a regalarse o a venderse por mayores comodidades.No me he equivocado.¡Y vive Alá!Que la sacaré de aquí a patadas y le cerraré todas las puertas de golpe, para que se hunda en el lodazal de su propia perdición…pero no hoy, no ahora.Ahora, la tengo arrodillada ante mí, complaciéndome con su sucia boca y con sus manos, como la puta que es.***Susan:Dejarme seducir no fue para nada difícil.¡Dios!Por primera vez, mi hermana tenía razón en algo…¡Omër al Gala, sí es un semental!L
Susan:Él se disculpó.Anunciando que tenía unos asuntos urgentes que atender, y que su secretario me conduciría al helipuerto.Además, prometió que en el transcurso del día le transferiría los cincuenta mil dólares que me había prometido en pago.Me sentí tan mal.No era que esperase que me abrazara y confesase su amor eterno había mí, peto después de haber estado juntos, y de haber Sido amantes, su frialdad y palabras cortantes eran un duro choque para mis emociones.En la limosina, me puse a llorar desconsoladamente.Sin saber muy bien por qué.Solo sé que sentía una horrible opresión en el pecho, y respirar me dolía.Me sentí tan miserable, al llegar a la pista de despegue, que tomé mi maleta y me fui directamente al jet.En lo que el piloto y la tripulación se alistaba, yo me secaba las lágrimas. Mirando a través de la ventanilla.Pasaron alrededor de diez minutos, y entonces el ruido de las sirenas comenzó a acercarse.En instantes, tres coches de policía llegaron al helipuerto,
Dos días después:Susan:—¿Como sucedió esto, Susy?- me interroga Sonya, mirándome desde el otro lado de la reja.Me seco las lágrimas, y me acerco a ella.—Fui inculpada de un robo, pero soy inocente. Lo juro.—Te creo.- susurra ella, moviéndose incómoda, y mirando furtivamente a los alrededores.- nadie que te conozca realmente, podría creer que cometerías ese crimen.—Gracias.- susurro.—¿Qué necesitas?Libero un suspiro, y contemplo a mi hermana.—Te daré el código de acceso a nuestra cuenta bancaria.Sonya eleva las cejas, sorprendida.—Necesitaré un abogado, uno bueno, y no creo que me salga barato. Necesito que tomes el dinero y contrates a alguien especializado en derecho internacional.—No comprendo.—Van a extraditarme a Inglaterra en unos días, pero necesito a un abogado para que apresure el proceso y para que me defienda una vez me regresen a Londres.—Ahhh, ya veo. – Sonya me sonríe. – De acuerdo.***A medida que pasan las horas, más nerviosa me estoy poniendo.Cuando nue
Susan:Él se fue, pero desparramadas por todo el suelo de mi celda dejó su veneno.Las fotos son más que evidencia de que dice la verdad, en ellas se ve a Sonya, con el cabello corto como lo llevaba hace dos años, y ya entonces era amante de Philip.Arrugo en entrecejo. Tengo un dolor de cabeza terrible…Me acerco, al duro y apestoso camastro dónde he dormido estos días. Acostándome, porque me siento muy mal.No sé si el hambre, el vértigo que me ha causado la visita del árabe, o el posible hecho de que mi diabetes esté descontrolada.Cierro los ojos, encogiéndome en una posición fetal, y poco a poco me quedo dormida./*/*/*/*Llegué al apartamento de Sonya, era de noche y tarde, pero quería preguntarle si aceptaría ser la madrina de mi boda, y no quería hacerlo por el teléfono, me pareció que en persona seria mucho más significativo.Tomé la llave de debajo del florero, abrí la puerta, y entré.Miré mi reloj, eran la cuatro treinta, y Sonya terminaba en su trabajo a eso de las cinco.
Londres, dos semanas después:Susan:La semana próxima será el juicio, y mientras tanto, el gobierno me ha dejado en una correccional.No tengo muchas esperanzas, porque sin dinero, no podré pagarme un buen abogado. La corte me impondrá de uno de oficio, y de seguro al sujeto le importará un pepino en escabeche si me refunden en prisión o no.Libero un suspiro de tristeza.Según las palabras del árabe estaré encerrada por dos largos y terribles años. El futuro se abre ante mí como las fauces de una bestia salvaje y hambrienta.A estas alturas, y con mis posibilidades, solo un milagro podría salvarme de ir a prisión.Ir a prisión, no solo representa una deshonra para mí, ya que soy inocente, lo peor de ese escenario más que posible, es mi temor a ser abusada allí. Lo cual será altamente probable.—Señorita Brandon, tiene visita.Anuncia la guardia, mirándome con esa cara de pocos amigos que la caracteriza.Me levanto del camastro, y salgo al pasillo arrastrando los pies.De seguro ha v
—Ya que ambas partes han arribado a un acuerdo, queda establecido que la suma de cincuenta mil libras esterlinas serán pagadas a la Señorita Susan Brandon en el plazo de veinte y cuatro horas. El juez hace chocar su martillo de madera contra la mesa, dando por terminada la sesión, y dejando claro el veredicto. El abogado de la defensa se puso en pie, estrechando la mano del juez, en lo que Susan liberaba una plegaria de agradecimiento a Dios. En su hora de mayor tribulación había aparecido un ángel, dispuesto a pelear por ella y a demostrar su inocencia. Brian tomó su mano, para estrecharla, pero ella estaba tan feliz, que se lanzó a sus brazos y lo abrazó, llenándole las mejillas de besos. ¡ Era libre! Y recibiría un dinero que la ayudaría a mantenerse a flote hasta que pudiera conseguir un trabajo. Desde el otro lado de la mesa, el árabe contemplaba el despliegue de familiaridad y “ cariño” entre la acusada y si abogada, y sintió como la rabia lo recorría. Quemando sus v
Sulima al Gala:Abdul me besa, mientras yo lloro desconsoladamente entre sus brazos.—No os caseros con esa víbora, mi amado. Ella planea asesinatos luego de la boda, la escuché, complotar en vuestra contra hace dos noches, a las afueras del jardín del harén.El rey me sonríe, besando mis ojos enrojecidos y anegados en lágrimas.—Sé que temes por tu posición una vez me case, pero permite que calme tus preocupaciones, mi pequeño diamante rojo. Nuurhan será mi esposa, pero tú conservarse tu lugar y privilegios como mi favorita.¡Es que él no lo comprende!—¡Amado, esa mujer planea asesinarte!- bramo, enardecida.Él me dedica una mueca condescendiente, y acaricia mis cabellos.—No es necesario que levantes falsas acusaciones contra mi futura esposa en un intento desesperado por alejar mi corazón de ella, mi palomita. Amándote como te amo, es imposible que ella pueda robar tu lugar en mi corazón y en mi cama.—Mi Señor, pero...—Shhhh.- besa mis labios, y acaricia mi cuerpo con lentitud