No olviden seguir apoyando para que lleguemos juntos a más personas. Estamos a casi nada de empezar la segunda parte de esta emocionante novela.
—Dime que no es verdad todo lo que estás diciendo, dime que no hablaste en mi nombre con esas mujeres, abuelo. —Lo hice en mi nombre y en nombre de la familia Peralta, no veo cual es el problema que le vez, Xavier. —Te atreves a preguntarme cuál es el problema, cuando sabes perfectamente bien de lo que estamos hablando. Esto no es un juego abuelo, estamos hablando de mis hijos y no pienso renunciar a ellos tan solo porque tú me lo pides. —Te equivocas de nuevo Xavier, esto no te lo estoy yo pidiendo, esto te lo estoy ordenando, vas a dejar en paz a esa chica y a tus hijos. Si quieres empezar una nueva vida, si en verdad quieres una familia, entonces esfuérzate por crearla y no por arruinar a personas inocentes. —Vamos abuelo, deja de estar jugando que no estoy para eso. La broma te está saliendo muy bien, pero ya deja de jugar con lo mismo. — ¿Tengo cara de estar jugando contigo? no verdad, entonces acátate a mis decisiones, en cuanto Yen despierte las llevaré de regreso a la i
Esto sí que fue un verdadero sueño reparador, siento que he dormido como una semana completa. Ahora debo de activarme para retomar mi vida, mis hijos me esperan en Mackinac Island junto a mi madre y los padres de Dayana, quienes me han adoptado también como su hija a pesar de todas las locuras y problemas en que nos hemos metido.—Hasta que despierta la princesita, pensé que tendría que echarte un poco de agua fría en esa cara horrible que tienes.—Ya quisieras ser tan bella como lo soy yo, la envidia te carcome al 100% amiguita.—Brincos dieras mamacita, nada de lo que dices es cierto. Yo soy más linda que tú, dime ¿cómo te sientes, lograste dormir? —cuestiono mi amiga mientras me estiraba un poco para dejar mi pereza.—Sí, sí, gracias por cubrirme las espaldas. Te juro que ayer ya no aguantaba ni un segundo más, sentía que la cabeza me iba a explotar y antes de que eso sucediera, preferí encerrarme en mi cuarto. ¿Alguna novedad?—Muchas, no tienes ideas de cuántas. Empezaré por deci
Me mantuve mirando el celular, que perdí el tiempo que pasé revisándolo. Fue hasta que Dayana me marcó para que bajara, que reaccioné de nuevo.—Puedo saber ¿qué estabas haciendo que no bajabas? te dije diez minutos no una eternidad señorita.—Lo siento Dayana, me quedé mirando el celular y perdí la noción del tiempo. Ya me tienes aquí, vamos que se nos hace tarde, en el camino te contaré algunos detalles que he estado pensando, me gustaría conocer tu opinión al respecto.—Puedo saber ¿dónde van ustedes dos, sin siquiera haber desayunado algo, ni despedirse de mí? —cuestiono mi padre cuándo estábamos a punto de salir por la puerta principal, acomodándonos un susto enorme que nos hizo brincar.— ¡Papá, no me hagas eso! me puede dar un infarto —mencioné llevándome la mano al pecho de la impresión.—Eso no responde a mi pregunta, quiero saber ¿a dónde van ustedes?—A desayunar señor Simón, buscamos un desayuno decente para calmar nuestra ansiedad, ya sabe que nos gusta alimentarnos sanam
—Marcela, puedes darme el resumen de la última semana y también traerme un café súper cargado y unas donas.—Me llamo Brenda señor, ya me cansé de repetírselo. Es más, hasta puse un letrero con mi nombre en mi escritorio para que pueda verlo, no sé por qué se le hace tan difícil aprenderse mi nombre.—Como sea, me da igual cómo te llames, solo tráeme lo que te he pedido y deja de fastidiarme.—Es usted un verdadero insoportable, ahora entiendo por qué la pobre de Dayana se marchó de su lado.¿Pobre?... Eso fue un golpe verdaderamente bajo, al parecer todas los secretarias que me han sido asignadas defienden ciegamente a esa loca, me han puesto como el malo de la película sin darse cuenta que es ella la mala, no entiendo cómo sigo soportando tantas groserías de parte de estas chicas en lugar de correrlas.Siempre me pregunto que les dio esta mujercita o como les estará pagando para que me hagan la vida de cuadritos durante su ausencia, juro que será lo siguiente que le preguntare porqu
— ¿Cómo te atreves? voy a demandarte por lo que acabas de hacer. ¿Acaso no sabes quién soy yo? puedo acabar contigo y toda tu familia con tan solo tronar los dedos, gata.— ¿En serio? no me digas, entonces voy a esperar a que cumplas tu promesa. Por lo pronto es mejor de que te largues de mi presencia o no respondo si descargo mi mal humor contigo.—Dominick, di algo. Esta tipa me está maltratando.Ok, no pienso meterme en un pleito de mujeres, mucho menos cuando esas dos que acaban de llegar me traen en la mira. Mi cabeza se encuentra en juego y no dejaré que se vea afectada por defender a este chica loca, es más, llego el momento de deshacerme de ella de una buena vez y ya se lo que tengo que hacer.—Ella no está haciendo nada más que defenderse, además no tenías por qué decir eso de mi hermana si no tienes idea de lo que ha pasado. Pero cl
—Buenos días jefe, lamento llegar tarde, tenía que resolver algunos pendientes fuera de la empresa —menciono Eduardo tan luego entro a mi oficina.—Deja tus buenos modales para otro momento y dime todo lo que investigaste, me urge saber donde estoy parado.—Será mejor que se siento, no creo que este preparado para estas noticias.—Dime todo lo que tengas que decirme sin miedo, ya estoy más que preparado para escucharte. Así sean mentiras o más dolores de cabezas, de esos que no te puedes deshacer en muchos años.—Trataré de que no sea mucho, pero prefiero irme con calma para que no le vaya a dar un infarto, jefe. Después si familia vendrá en mi contra si le llega a pasar algo malo, mejor no le tiento al diablo, usted no sabe de lo que es capaz de hacer el señor Xavier Peralta.Las palabras de Eduardo me dejaron en completo silencio, considero que tal vez lo que se viene es más duro de lo que me puedo esperar. Mi paciencia ya no existía desde hace mucho, y todas las personas que me rod
No esperaba que el padre de Yen fuera tan directo cuando se trata de defender a sus hijos, termine siendo el malo de la película de nuevo y con pocas ganas de discutir. Trate de que viera mi punto de vista y de lo importante que es para mí que los mellizos crecieran en la ciudad a mi lado y por supuesto al lado de Yen.—Hay algo importante que debo decirle, señor Simón —mencione para llamar su atención.—No más escusas, Xavier. Ya me has dicho todo lo que tenías que decirme, nada me interesa por ahora, si ya terminaste puedes marcharte porque voy de salida.—La recaída que tuvo anoche Yen, no es normal.— ¿Qué estás diciendo? No quieras verme la cara, Xavier Peralta.—Para nada señor, Simón. Le estoy diciendo la verdad, este es el informe que Eduardo mi asistente y la doctora Adela hicieron estos días en relación a su hija, es importante que estemos al pendiente de ella y las reacciones que pueda presentar en las próximas 72 horas, bueno ahora quedan menos porque eso fue ayer que Daya
—Eso no puede ser cierto, Dominick. Me estás jugando una broma ¿Verdad? tú no puedes ser el prometido de… de… de esta. —Ya te dije que no, y es mejor que te calmes o serás echada de este lugar. —Brenda, llama a seguridad por favor y hazte cargo de esta cosa. No pienso seguir perdiendo mi tiempo con ella, deja claro que no tiene permitida la entrada a mis oficinas. Aquí era el que menos voz tenia y el que más perdía si me atrevía a dar una opinión diferente enfrente de estas mujeres, es claro que por mi seguridad debo callar si no quiero terminar en el hospital con algunos huesos rotos y un rostro completamente desfigurado. —Como usted diga señorita Yen, será un honor seguir sus órdenes para despedir a tan eminente figura —menciono Brenda. Ni cuando yo la mando hacer algo me responde tan cortésmente. Bien dicen que las mujeres se apoyan cuando están de acuerdo en algo, sobre todo para hacer travesuras como está sucediendo ahora mismo. —Dominick, di algo. No puedes permitir que tu