No esperaba que el padre de Yen fuera tan directo cuando se trata de defender a sus hijos, termine siendo el malo de la película de nuevo y con pocas ganas de discutir. Trate de que viera mi punto de vista y de lo importante que es para mí que los mellizos crecieran en la ciudad a mi lado y por supuesto al lado de Yen.—Hay algo importante que debo decirle, señor Simón —mencione para llamar su atención.—No más escusas, Xavier. Ya me has dicho todo lo que tenías que decirme, nada me interesa por ahora, si ya terminaste puedes marcharte porque voy de salida.—La recaída que tuvo anoche Yen, no es normal.— ¿Qué estás diciendo? No quieras verme la cara, Xavier Peralta.—Para nada señor, Simón. Le estoy diciendo la verdad, este es el informe que Eduardo mi asistente y la doctora Adela hicieron estos días en relación a su hija, es importante que estemos al pendiente de ella y las reacciones que pueda presentar en las próximas 72 horas, bueno ahora quedan menos porque eso fue ayer que Daya
—Eso no puede ser cierto, Dominick. Me estás jugando una broma ¿Verdad? tú no puedes ser el prometido de… de… de esta. —Ya te dije que no, y es mejor que te calmes o serás echada de este lugar. —Brenda, llama a seguridad por favor y hazte cargo de esta cosa. No pienso seguir perdiendo mi tiempo con ella, deja claro que no tiene permitida la entrada a mis oficinas. Aquí era el que menos voz tenia y el que más perdía si me atrevía a dar una opinión diferente enfrente de estas mujeres, es claro que por mi seguridad debo callar si no quiero terminar en el hospital con algunos huesos rotos y un rostro completamente desfigurado. —Como usted diga señorita Yen, será un honor seguir sus órdenes para despedir a tan eminente figura —menciono Brenda. Ni cuando yo la mando hacer algo me responde tan cortésmente. Bien dicen que las mujeres se apoyan cuando están de acuerdo en algo, sobre todo para hacer travesuras como está sucediendo ahora mismo. —Dominick, di algo. No puedes permitir que tu
—En vista del éxito no obtenido y el fracaso comprobado, pero jamás nunca visto, me retiro de este lugar donde estoy sobrando.Con Xavier aquí, yo no tenía absolutamente nada de qué hablar con mi hermano. No necesitaba más mirones de lo que ya habíamos tenido en la casa de su abuelo. Estoy segura que le irán con el chisme de que hemos estado ahí, aunque es algo que me tiene totalmente sin cuidado, no tengo por qué darles explicaciones de lo que haga o deje de hacer con mi vida a las personas.Tengo un acuerdo con su abuelo y le gusto no, deberá cumplirlo por el bien de todos si es que quiere que llevemos la fiesta en paz.—Tú no vas a ningún lado Yen, primero tenemos que hablar contigo y después te puedes machar con Dayana hasta el fin del mundo si así lo deseas.Mi padre no es de las personas que se meta en mi vida y mucho menos me hable d
Justo era lo que estaba temiendo que sucediera, las impresiones están causando un problema serio en la salud de Yen. Su padre se encontraba muy preocupado por la situación, veamos cuales son las reacciones que tendrá cuando despierte en esta ocasión.—Yen… Yen… no te duermas despierta, vamos lucha contra ese sueño que tú puedes, vamos —exprese nervioso.—Dominick, has algo —grito Dayana.—Traigan un vaso de agua caliente, veamos si puede lograr tomar algo de lo contrario tendremos que llevarla al hospital —comente con Yen entre mis brazos.—Estás idiota, como le vas a dar agua si no reacciona —menciono Dayana.—Cálmate Dayana, Xavier sabe lo que hace. Hay algo que no sabes y era precisamente de eso que queríamos hablar con ustedes antes de que mi hija se desmayara.—Papá, ¿qué estás diciendo? ¿Cómo que mi hermana se encuentra enferma?—Ve por lo que te mande Dominick y despues te explicamos lo que sucede con ella.Dayana no volvió a mencionar nada y se quedó sentada donde estaba, preo
—Familiares de la señora Yen Sandoval, Familiares de la señora Yen Sandoval, favor de reportarse al área de informes, favor de reportare al área de informes.Los parlantes del hospital se empezaron a escuchar, llamándonos para que nos informaran sobre mi pequeña hermana.—Nos llaman, papá. No importa lo que sea, sé que podremos enfrentarlo como familia que somos, vamos a salir adelante.—Estoy un poco nervioso, no tengo idea de lo que nos vayan a decir.Dayana fue la primera que salió corriendo para conocer la información de mi hermana, nada era mejor que ella. Creo que nunca terminare de agradecerle por todo el cariño que le tiene y le ha tenido.—Señorita, somos los familiares de la señora Yen Sandoval. Nos acaban de llamar para darnos informes —manifestó mi padre.— ¿Ustedes son los familiares de la señora Yen Sandoval?—Sí, yo soy su esposo, su hermano y su padre, ella es su mejor amiga casi como hermana —menciono Xavier en un hilo. Nunca me esperaba que diera una presentación tan
—Estoy un poco nerviosa, no sé qué pasara con Yen, ya ha pasado mucho tiempo y no nos dicen nada de ella.—Tranquila Dayana, el doctor nos pidió un poco de paciencia. Mejor ocúpate de ir a la casa y arreglar todo para cuando lleguen los niños y tus padres —menciono el señor Simón.Todos sabíamos que cuando Dayana se pone nerviosa, es difícil de controlar cuando se encuentra en este estado. No necesitábamos más presiones de las que ya teníamos en este momento, el doctor no ha regresado desde hace más de dos horas y nadie sabe darnos indicaciones de lo que debemos de hacer.Hace una hora que mis hijos vienen en camino, y ya no podemos comunicarnos con la doctora Adela para que nos de algunas indicaciones de lo que está sucediendo.— ¿En qué estás pensando Xavier?—En nada.—No tienes por qué mentirme, te he estado observado y desde que se fue Dayana no te has parado de este lugar, es como si tu mente estuviera a mil kilómetros de aquí huyendo de la realidad.— ¿Qué pasara si tu hermana
— ¿Qué haces aquí Dominick? se supone que deberías estar en el hospital cuidando a tu hermana.—Dayana, necesito que vengas conmigo al hospital, los doctores quieren platicar contigo acerca de la salud de Yen.—De acuerdo, déjame tomar mis cosas y nos vamos.—Será mejor que te cambies porque no te llevaré a ningún lado en esas fachas en las que andas ahora, además tampoco dejaré que nadie te vea de esa forma.Digan lo que quieran, pero no voy a dejar que nadie vea lo que es mío, aunque Dayana pegue de gritos se tendrá que cambiar esa ropa inmediatamente antes de que la arrastre yo mismo hacerlo.Asintió levemente para apresurarse y marcharnos de la casa, no me atreví a preguntarle lo que el doctor había dicho pues no conocía el resto de la información. Sin embargo, no pude contenerme y terminé cuestionándola, algo que no fue de su agrado.En lugar de llegar a una resolución terminamos peleando como siempre, la otra parte del camino lo hicimos en silencio. Siempre le he pedido a Xavier
—Eduardo, puedes ir por mis hijos y la señora Cristina al aeropuerto. Deben de estar por llegar y quiero que los traigas directamente al hospital, si te preguntan por su hija, trata de mantener la boca cerrada hasta que lleguen acá. Nosotros nos encargaremos de informarle cuáles son las condiciones en las que se encuentra.—De acuerdo, alguna otra información que necesite saber para no meter la pata, jefecito.—Ninguna, solo date prisa por favor. Los doctores necesitan que los mellizos estén con su madre lo más pronto posible.Estamos tan preocupados que ni siquiera hemos podido alimentarnos a como se debe, Dayana se siente apenada porque fueron sus tripas las que empezaron a gruñir delante de todos, delatándola enfrente de todos en la sala.—Señores, no les tengo buenas noticias. Necesitamos operar cuanto antes a la señora Yen. La situación se está complicando, no podemos seguir esperando hasta que aparezcan sus hijos, si no lo hacemos ahora las consecuencias podrían ser mayores.Mis