Tengo que admitir que las conversaciones con Oliver a veces me resultan divertidas, además que dice cosas que me dejan pensando.
Te daré lo que quieres, cuando crea que te lo has ganado.
¿Cómo sabe que quiero eso?
La última persona con la que tuve relaciones fue Adrian, y ahora no lo veo como un buen recuerdo, no cuando eligió a mi hermana por sobre mí. Él debe sentirse superior porque se dio el gusto de despreciarme. Desde ese momento solo machacaba mi cabeza pensando en cómo él y ella estarían muy felices, mientras yo me iba por un hoyo de desesperación.
Le quería de verdad, tanto que deseaba vivir a su lado y tener todos estos momentos felices. Ahora solo me lamento porque no fui lo suficiente fuerte para evitar que Kitty me lo quitara; no obstante, desde que recuerdo ha sido así y mamá y papá siempre estuvieron de su lado. Era obvio que la apoyarían.
La puerta se abre y es Oliver que vuelve más temprano de lo que esperaba. Me encu
El grito de júbilo de mi madre cuando el sacerdote declara la unión rompe con mis pensamientos, y es una señal de que se acaba el tiempo de estar allí. No ha sido tan agobiante como esperaba, pero ya quiero irme. Ni siquiera miro cuando esos dos se besan. La ceremonia dura lo suficiente para que la tarde empiece a caer y las luces a encenderse para dar comienzo a la gran fiesta de bodas organizada por los Bellford. Los bailes con el esposo y la esposa comienzan y lo último que quiero ver es como su nueva y fastuosa familia idolatran a Kitty, cuando alguna vez me dijeron que era una chica inigualable y encantadora. Pruebo muy poco del bufete, no tengo hambre y lo que quiero es ir a buscar a Oliver, pero me fijo en que mi padre lo está acaparando, así que mejor voy a buscar algo de beber, y no creo que ninguno de los dos tenga tiempo para recriminarme por ello. Mientras espero un poco para salir de allí, pienso de manera miserable que todo esto pudo haber sido para mí.
Oliver ━━※━━ ―Debe ser una broma lo que está diciendo ―Allegra dice a modo de protesta. Tal vez piense que es así pero no lo es. No soy de decir cosas a la ligera. En un principio me había resistido a la idea, puesto que nunca tengo tanta interacción; sin embargo, fue difícil dejarla de lado, porque esto significa un cambio en mi rutina. Siempre he sido rígido con ello, pero las circunstancias me han llevado a cambiar mi modo de operar. Aparte que en el fondo Allegra me resulta una mujer intrigante. Después de ver el reporte de Bert pensaría que es alguien vulnerable y hasta jodido, pero no creo que lo sea en extremo, y más bien creo que también es una víctima de sus circunstancias. Cuales, no los sé con exactitud, Bert me dijo que los registros médicos fueron difíciles de conseguirlos, y no dudo que su familia desee esconder un historial con intentos de suicidio incluido. Lo único que no descubrió fue la razón por la que terminó así,
Cuando despierto no veo a Oliver por ningún lado, y lo cierto es que es mejor. Lo que hice anoche no ha salido de mi cabeza, y la verdad es que nunca me vi tan osada en mi vida; ¡pero es su culpa!, no imaginé que la tuviera tan grande. ¡Que cuernos! Supongo que es proporcional con su altura; pero ¿de cuándo acá me fijo en tamaños y hago cosas como esas? O digo esas barbaridades. Ni siquiera puedo decir que estaba borracha porque no tomé lo suficiente como para perder la razón, no obstante, ha sido él y todo eso que dice, que es como si me incitara a ser alguien que nunca fui. Una chica que podía hacer lo que se le viniera a la cabeza. Nunca he sido de tomar iniciativas, ni siquiera con Adrian. Cuando le conocí es cierto que me sentía asombrada y atraída con su presencia, pero nunca me atreví a decirle nada fuera de lo ético. y fue él quien inició la conversación que nos llevaría a estar juntos. Las cosas no terminaron tan bien entre nosotros, pero ten
No sé quién estaba más loco de los dos, pero esto no me lo esperaba. Supongo que hacerlo a su manera significa que solo él tiene derecho a tener la iniciativa y la ejecución. Debería estar enojada porque a lo mejor y le puso algo al agua y lo usó para ponerme en esta situación de indefensión, sin embargo, sigo expectante hasta con la forma como me mira. Me pregunto qué pasa por su cabeza. Es deseo lo que siente por mí o solo es su manera egoísta de divertirse. En definitiva, Oliver es una caja de sorpresas y ya no me disgusta, no obstante, también soy rencorosa y si él hace esto, después podré buscar una manera de desquitarme. Tengo que admitir que eso me emociona. ―¿Donde consiguió todo esto? ―pregunto sobre las cuerdas con las que me tiene atada―, o no me diga que carga todo eso en su maleta. ―Salí de compras. ―Ya veo por qué se levantó temprano; pero si esto era lo que quería hacer, debimos ahorrarnos el viaje a mi casa. No hacía falta que fuera ta
Maldición. Creo que jamás había lanzado tantas maldiciones, y en parte es porque estoy muy sorprendida. Oliver parece que está más trastornado que yo, y eso debería provocar que me aleje de él. Debería tener precauciones; sin embargo, sigo teniendo curiosidad. ¿Es esta parte de él que no quería que descubriera y por eso me quería lejos? ¡Cielos! De verdad que tengo curiosidad por ese hombre. Una notificación llega a mi teléfono y es un recordatorio de mi cita de mañana donde también estará mi padre. Sigo sin saber que era el asunto importante que trató Oliver con mi padre. Él no me ha dicho nada, y se mantiene en que no se trata de mí y puede que tenga razón porque no hay ningún vínculo entre nosotros; no obstante, algo me dice que no es tan cierto. De todos modos, pese a que él me intriga y cada que le conozco un poco me deja anonadada, no es como si hubiera la oportunidad de tener algo más allá de un acuerdo donde ni él me delata a mí y vice
Oliver pasa el suficiente tiempo en el baño para que piense que está en un apuro o algo, sin embargo, cuando sale, su semblante enojado es el mismo. Sigo preguntándome quien es esa mujer y que tiene que ver con él. El anuncio de la comida llega y me apresuro en recibirlo y colocarlo todo en su sala de visitas mientras él contempla en silencio la panorámica de afuera de la ventana. ―Ya está servido ―le aviso acercándome a su costado. Se vuelve para mirarme y seguido se mueve de allí y va hasta el sofá, observa todo lo dispuesto, toma los palillos y empieza a comer. Parece conforme con lo que ordené, y de todos modos estaba en su lista de anteriores pedidos. Una de la que la difunta Rosseane se encargó de dejar a la nueva asistente, además de muchos otros detalles respecto a él que me hacen pensar que le conocía muy bien. Todo muy útil, ademas que me gusta eso de no tener que adivinar lo que le gusta comer al jefe; no obstante, el ambiente se siente raro. ―¿No
Trabajar cerca de él no es una excusa para abordarme de este modo, tal vez es la que estoy poniendo, pero, no quiero tener que hablar con ella. Tampoco quiero hablar de Oliver. ¿Qué podría decirle? —Anda, sube, no tenemos todo el tiempo, además quiero que esto quede entre tú y yo. La mujer es insistente y prácticamente me obliga a sentarme a su lado en el puesto de atrás. El auto no es una limosina, pero si lo suficiente amplio y lujoso para aislarnos un poco de la cabina de conducción. Luego que estoy allí sonríe satisfecha y manda a poner el auto en marcha. No sé cuáles sean las razones por las que Oliver no está contento con ella, pero podría imaginarlo. —No sé qué crea que pueda decirle que sea de interés para usted, tengo poco tiempo de haber comenzado en el puesto, tampoco conozco al señor Wallflower —expongo reacia. Quiero bajarme, me siento incómoda y pensar que parte de la discusión con él es porque pretendí sentirme mal por ell
Había pensado que de verdad preguntaría sobre las intenciones de esa mujer, pero se mantuvo en que no le importaba. Después de dejarme en casa seguí pensando en ello y terminé frustrada porque, aunque pareciera que lo estoy conociendo un poco, sigo sin entenderlo del todo. No es difícil pensar que estaba recriminándome. Es claro para mí que conoce mi condición, pero me enoja que crea que puede usarlo contra mí. En el fondo imaginé que me comprendía y eso era bueno para mí porque es esa falta de comprensión la que ha faltado en mi familia. Es odioso cuando te juzgan y creen que eres lo peor y ya no tienes remedio. Mi padre no me determina, pero tampoco me deja en paz porque cree que eso es lo que debe hacer por mí para que no cometa otra vez el mismo error. Debería saber que no es algo que quiera repetir porque, aunque nunca me lo pregunte aprendí mi propia lección. Paso la mañana ensimismada en mi trabajo. Oliver está cumpliendo una apretada agenda de reunion