Fuimos al hotel mientras su hermana se fue con el humano, el único que me caí bien además de la hermana de mi mujer.—Emily amor no crees que ya es hora de hablar con tus padres de lo nuestro—. Me mira con esos ojitos de súplica. —No podemos escondernos por mucho tiempo, ya dentro de poco cumples veinte, ya eres una mujer no sé por qué debemos escondernos si tus padres te echan te vienes a vivir conmigo, a mí no me importaría cumplir tus caprichos y todos tus deseos—.—Te prometo que empezaré a preparar a mis padres, dame un mes para ello si—. Besa mis labios.—Está bien mi amor un mes, ya no soporto este encierro, deseo salir contigo sin escondernos—.—Lo sé yo también estoy igual no me gusta estar aquí encerrada excepto sí..Me mira coqueta, su lujuria se intensifica, sube ahorcajadas sobre mí.—Emily amor no tientes al demonio—.—Porque no me llevas a tu infierno mi hermoso demonio—. No la hice esperar y la besé, reclamé su cuerpo como mío.Ya en la tarde comimos algo leve, la llev
Narra Emily Jane.—Sube al auto de inmediato—. Asentí con el rostro inclinado.—Si padre—. Dije con el corazón galopando desenfrenado del miedo que tenía.—No lo quiero cerca de mi hija me entendió—.—No digas nada Daimon—. Le suplique internamente.—De acuerdo amor te prometo ir contigo en la noche—. Me contesto de vuelta.Mi cuerpo temblaba del miedo nunca había visto a mi padre decepcionado de mi o de Esther, pero eso era lo que refleja su rostro en este momento.Se quedó fuera del auto supongo que esperando que Esther llegará, si Esther llegaba con Gabriel estábamos en serios problemas. El auto de Esther estaciono y antes que ella saliera papá le hizo un gesto para que continuara conduciendo.Gire hacia donde estaba Daimon, él aún seguía en el mismo lugar dónde estábamos, tenía las manos metidas en los bolsillos del pantalón, nuestras miradas se cruzaron me dio esa hermosa sonrisa coqueta que lo caracteriza.Papá subió al auto y lo puso en marcha, estaba avergonzada por hacer las
—Tu padre solo quiere el bien para ustedes niñas, ya no le den más dolores de cabeza—.—Es que no es justo mamá, yo amo a Daimon y quiero estar con él—.—Si él te ama en verdad te esperará como lo hizo tu padre conmigo—.—¿A que edad se mudaron juntos? —Pregunta Esther.—A los veintitrés solo me faltaba dos meses para terminar mi carrera, pero los tiempos no son iguales Esther y Emily, antes una promesa de amor duraba, pero ahora no cariño debes entenderlo—.—Lo entiendo mamá y se que Daimon me ama como yo a él—. Me levantó y recojo todo.—Yo tengo que ir a preparar—.—Tienes que ir—.—Si será un vuelo privado ya sabes cómo son los riquillos—. Sonrió.Lavo todo lo ensuciado y voy a mi habitación.Miro al techo como esperando que alguien me ilumine. —Le encontraremos una solución Em, pero por ahora esta belleza se tiene que ir, nos vemos el lunes—.—Vay cuídate, y no te enamores del piloto si esta guapo—.—Este bombón ya tiene alguien quien le nueva el piso, no caeré tan fácilmente—. S
Narra Emily. —Buenas tarde señores Govea es un gusto conocerlos, soy Daimon, novio de Emily—. El corazón se me quiere salir del pecho. —Te me largas de aquí inmediatamente no eres bienvenido en mi hogar—. Sentí el deseo de decir algo, pero las palabras quedaron atoradas en mi garganta. —No me voy a ir hasta que me escuché señor Govea—. Le habla con una gran determinación y con tono neutral, mi corazón late desbocado de solo ver cómo se miran fijamente. —Se que hicimos todo mal y no hay justificación para ello, pero quisiera que me dé la oportunidad de poder estar con ella—. Papá parece un toro furioso. —Se que ustedes no dejan tener novio a sus hijas, pero amo a Emily y por ello decidí venir hablar con ustedes—. —¿Hablar que o sobre que? —Sobre Emily y mi persona, quiero tener una relación seria con ella y si es posible llegar al matrimonio, pero quiero su consentimiento y el de su esposa—. —Es una niña que no ve, además está estudiando y con un novio o lo que usted piense ella n
Daimon.Estar sin Emily me está pasando factura, ahora sé lo que se siente sufrir por amor, y ella también la está pasando mal lo sé, la he visto por medio de Ganzúa triste.Ya es una semana que tenemos de no vernos y aunque he deseado aparecerme en su habitación no lo he hecho respetando su decisión.—Se ve muy mal su majestad—.—No molestes Astaroth—.—¿Es por esa humana verdad?, que fue lo que le hicieron su majestad, es un demonio no debería verse afligido por una humana ni por nadie—.—No lo entenderías Astaroth es complicado—.—Complicado es no poder regresar a lo alto—.—Esto también lo es, esa humana como le llamas fue destinada a mí por un pacto, pero no supe a qué magnitud llegaría este pacto y ahora estoy enamorado de ella—. Astaroth me mira.—¿Los demonios también nos enamoramos?—Creo que si Astaroth, los demonios también se enamoran—. Digo con una sonrisa, esa mujercita está metida hasta en mis poros. —Iré por ella ya me cansé de todo esto—.—Espero no pasar por lo mismo
—Bueno no importa debes estar cansada vamos a dormir—. —No quiero dormir Daimon—. Se empieza a desvestir. —Hazme tuya de la manera más salvaje que sepas—. Frunzo el ceño, me le acerco y tocó su frente. —¿Qué haces? —Me estoy cerciorando si no tienes temperatura—. Me mira de la peor manera que se mira a alguien. —Amor es que nunca me habías pedido algo así, tenemos nuestro desenfreno, pero jamás me habías pedido que te tomara de esa forma—. —Si no quieres dilo y ya se…. Beso sus labios de manera necesitada. —Cumpliré tus más oscuros deseo amor, solo me sorprendí—. Termine de quitar su ropa y la tome de la forma como ella quería, no como un salvaje, si no como un demonio. Esa noche conoció el verdadero demonio en mí, la hice mía de una forma como nunca lo había hecho, no sé qué es lo que le sucede, pero me encanta su cambio, aunque no del todo. La noche entera me la pasé amando su cuerpo... Y ya hoy hace dos semanas de eso, hoy salía temprano de la universidad así que iría por ell
Daimon.—Yo... si ellos no lo aceptan me vendré a vivir contigo si o si—. La vuelvo a besar.—Vamos debemos enfrentar esto ya—. Me mira y sonríe.—Te amo demonio impulsivo—.—Si hablamos de impulsivos—. La miro de reojo.—No lo soy tanto—. Sonríe.Bajamos al estacionamiento, subimos a mi auto y conduzco hasta la casa de mis suegros, sé que no será grata mi visita, y mucho menos la noticia que daremos, no tengo ni necesidad de decirle Amón que me revele que sucederá luego, pero por ella y mi hijo voy a enfrentar a sus padres, quieran o no quieran me la llevaré.Tomo su mano, y depósito un beso, esta nerviosa puedo sentir su corazón latir tan rápido.—Todo estará bien amor, te lo prometo—. Le sonrió. —Estaremos bien, no importa que impedimento nos pongan lo superaremos juntos ¿verdad?—Si, lo haremos por nosotros y por nuestro bebé—. Asiento.En cuanto llegamos baje y la ayude a bajar. —Lista amor—.—Si—. Dice decidida, estrecho su mano con la mía.—¿Así que estabas con él? —Gruñe su pa
—Te prometo que iré a verte cariño puedes contar conmigo para lo que quieras y estaré para cuando necesites una madre y cualquier consejo que desees sobre tu embarazo—. —Gracias mamá—. —Mas te vale cuidar muy bien de mi hermana y mi sobrino o sobrina—. —Lo haré Esther, gracias, eres bienvenida en nuestro hogar cuando quieras—. Subo las maletas. —Chao mamá, nos vemos mañana Esther—. —Vay Em no seas mala con el pobre de Daimon—. Sonrió. —Adiós papá—. Él no le responde, solo entra a la casa dando un portazo. —Algún día se le pasará—. Comenta su madre, subo al auto y lo pongo en marcha. —Lo siento tanto mi amor no quise que esto se diera así—. —No Daimon, nada de esto es tu culpa, yo quise entregarme a ti, si lo hubiera querido aún siguiéramos sin conocer nuestros cuerpos, si yo así lo hubiese querido, fue mi decisión y nunca me obligaste a nada, ni siquiera tus cosas de demonios hubieran funcionado—. Sonrió. —Nada ni nadie me hubiera hecho caer ante ti—. —Te amo Emily no tienes