Capítulo 31.

—Si así lo quieres asesinar, no quiero saber cómo sería si lo quisieras ver—.

—Es que no pude, lo extrañe mucho y me gano la emoción—.

—Okey, hola Gabriel—.

—Hola Emily, ¿como estas?

—Bien gracias, la cuidas mucho, nos vemos—.

—Cuídate mucho—. Asiento.

Voy a una esquina, aun no se a donde iremos Daimon y yo, pero no me importa si es con él no importa el lugar.

Me siento a esperarlo se que aparecerá en algún momento...

Narra Daimon.

No se como fue que no me di cuenta, no sentí la presencia del padre de Emily, estuve que camuflarme en la oscuridad de la habitación.

Era como si él sintiera mi presencia, creo que él es de esas personas con dones especiales que pueden sentir el mal ya que eso es lo que hay en mi.

En fin en cuanto salió aparecí detrás de ella, se veía tan asustada la pobre que la estuve que llevar a la cama, al día siguiente fue lo mismo, pero esta vez sí sentí la presencia de mi suegro, aunque él no lo sepa aún.

No me gustó que dijera que era una rata, pero comprendo a la
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