—Estoy cien por ciento seguro—.—Gracias y la cuestión ahora es ¿por qué me lo preguntas? —.—Veras durante esas semanas participaré en un foro y me gustaría invitarte si estás disponible claro está, será muy instructivo para ti ya que el foro contará con muchos catedráticos y abogados reconocidos—.—Wao eso suena genial pero no sé si mis padres me vayan a dejar—.—Por lo mismo te estoy avisando con tiempo si te animas yo mismo hablo con tus padres—.—Eso sería genial—. Seguimos conversando de cómo sería ese foro y de cómo me beneficiaria en mis estudios más adelante y no solo eso en mi carrera.Claro que sí quiero ir y haré todo lo posible para que mamá y papá me dejen ir y si no yo no lo logro lo hará el profesor.La pasta fue deliciosa y los panecillos ni que hablar después de comer caminamos por el parque hasta quedar en una banqueta comiendo helado.Ya se estaba llegando la hora de regresar así que nos pusimos en marcha hacia el centro comercial.Cuando llegamos ya estaba anochec
Narra Emily Jeane.Me deje llevar por el beso no sé por qué, pero era como besar a Daimon, no sé si es que me lo estoy imaginando o es que quiero que sea él. Mi respiración es agitada, lo vuelvo a mirar al separarnos.—Esto está mal—. Le digo, mi pecho sube y baja.—¿Por qué dices eso? —Acaricia mi rostro.—Porque eres mi profesor y se supone que seríamos solo amigos que sucedió—. Acaricia mi mejilla, cierro mis ojos por su tacto. —No quiero confundirme, no sé cómo pueda actuar mañana no debemos—. Me levanto.—Tranquila podemos actuar como si nada hubiera pasado—. Lo miró sorprendida.—Tu podrás actuar como si no me hayas besado—. Me mira y se acera.—Creo que sí, no debemos mezclar lo uno con lo otro cariño, somos dos adultos no es así—.—Si, pero aun así no podría mirarte de otra forma—.—Si puedes Emily en la universidad solo soy tu profesor Carter—. Me siento extraña.—Y si no puedo verte de esa manera Carter, es más no puedo mírate de esa manera—. Bajo la mirada, él toma mi barbi
—No sé qué decirte que profesor fue, es muy raro que alguien te de unos casos así, es decir se podría dar la situación, pero lo más factible sería que el juez dictaminara que se dividiera en tres partes después de todo los tres son los legítimos dueños—.—Oh ya veo, pero según aquí dice que el mayor es el mayor accionista—. Me acerco para mostrarle lo subrayado.—Se podría decir que sí, pero los tres invirtieron en igual cantidad—. Asiento.—Gracias—. Y ahora veré qué me dice el otro Carter.Y si, aunque no lo crean aún sigo pensando en que no son los mismo, algo absurdo, pero no me hago a la idea de que sean los mismo Carter al menos que tenga perdidas de memoria a corto plazo.—Espero tener respuesta para mañana señorita Govea—.—Si ya lo hablé con mis padres y lo que usted le dijo a mi padre ayudó mucho—.—Cualquier cosa me dices y así poder ir personalmente y hablar con ellos en persona—.—De acuerdo—. Y ahora si tengo que retirarme hacer mi penúltima prueba.Después de hacer la p
Entrego y salgo, voy a la parte trasera a espera al Carter impostor, aún tengo que darle una explicación al profesor, si hubiera sido él que me ha besado toda esta semana estoy segura que me hubiera correspondido el beso ¿verdad?, estoy en lo cierto hay nadie nos veía y nadie se daría cuenta.Veo su auto acercarse, estaciona y habré la puerta. —Hola como te fue—.—Genial, disfrutaste nuestro beso de la mañana por qué yo si lo hice—. Lo veo de reojo muerdo mis labios, tienes que caer Carter falso.—Si—. Dice apretando la mandíbula y el volante. —Porque me besaste habíamos quedado que nada de afecto en la universidad—.—Si, pero no pude resistirme es que te ves tan no sé cómo decirlo, creo que se dice encantador—. Lo miró y suelto un suspiro de enamorada. —Pero ahora que te veo bien ya no me pareces tan encantador—. Su vena se hincha.—¿Por qué ya no te parezco encantador? —Lo miró.—No se hay algo diferente en ti—. Lo miró sería.—¿Como qué?—No se tengo que verte bien para ver qué es—
Narra Daimon.No pensaba dejarla ir así, salí del apartamento y la busque como todo ser humano buscaría a una persona, pero no la encontré ella sé había marchado.Busque su presencia y la encontré cerca de su universidad, me traslade al callejón de siempre y la busque, la vi entrar al edificio y la seguí subió las escaleras y aunque quise trasladarme y aparecer delante de ella me pareció que ya le había causado mucho susto en el día de hoy.Toco la puerta de ese humano no pude evitar sentir ira, ese maldito imbécil no me iba quitar mi mujer, mi reina, no lo voy a permitir. Me acerque con cuidado.—No podemos dejar las cosas así Emily—. Le dije, ella giro y choco contra mi pecho.—¿Q... Que ha-ces aaa-quí? —La tome de la cintura, su cuerpo temblaba, levanto su mirada para mirarme, le sacó como tres cabeza.—Quiero que hablemos.—Hablar que Daimon estoy asustada, no sé ¿quien o qué eres? —No he tenido la oportunidad de mostrarme ante ella por eso no me conoce y lo que acabo de hacer fue
—Gracias, pero así estoy bien—.—Oh vamos solo será una—.—No gracias—. Me sonríe y se va, suspiro.En mi cabeza gira la gran incógnita de quien o que es Daimon, es un gran misterio para mi pobre cabeza que aún no comprende como hizo para suplantar al profesor.Me la paso toda la tarde pensando en ello y más en él, me gusta, pero más me gusta molestarlo y me encanta llevarle la contraría es más me fascina y verlo con cara de asombro es mucho mejor.Lo voy a extrañar de eso estoy segura; me conozco. Tres benditas horas después Esther le da por irse la acompañe por que ella talvez no vea a Gabriel en estas dos semanas.Nos despedimos y nos vamos a casa al fin...Al día siguiente me la pasé pensando en Daimon es mas ni dormí por pensar en él, debí pensar en el viaje, pero no mi mente estaba ocupada en él.Y al fin llegó mi partida papá estaba melancólico y eso que aún no había partido.Claro que también hubo un momento de sermón. —Ahora que vas a estar por haya eso no significa que tendr
Narra Emily.—Estas seguro de ello—. Esa voz hace que mi corazón de un brincó. —Suéltala no te lo vuelvo a repetir maldito imbécil—. Lo quita de encima y lo tira así estrellándolo contra la pared.—¿Quién eres tú?—Eso a ti que carajos te importa, te metiste con mi mujer y te voy a enseñar que con las mujeres ajenas nadie se debe meter y mucho menos con la mía —Me levanto y me coloco detrás de él. —Estas bien mi amor—. Asiento, mi corazón se alegra de escuchar esa palabra.—Así que quieres problemas, vamos viejo no te metas en problemas por esta puta—. Mi sangre hierve como se atreve doy un paso, pero Daimon levanta su mano.—Como la llamaste, tal vez escuche mal—.—Es una puta estoy seguro que se revuelca con ese profesor—. Aprieto mis puños.De un parpadeo Daimon lo toma del cuello y lo suspende en el aire.—Hijo de puta no la vuelvas a llamar de esa manera, me la respetas—. Le grita Daimon se suspende en el aire, las ventanas se abren y sale por ella lanza a Federico y lo toma del
No vi nada más que eso, ella no le interesaba él profesorsucho, aunque había uno que le estaba rondando y aunque ya no me iba acercarme a ella no iba a permitir que él le hiciera daño, no tenía necesidad de ir donde estaba ella para darme cuenta que él no tenía buenas intenciones con ella. Y no estuvo que pasar mucho tiempo para que él actuara, y aunque estuve indeciso si ir personalmente o mandar a uno de los demonios preferí ir yo, después de todo ella está destinada a mí por un pacto de sangre él cual no debí aceptar. No aguante a que la tocará, ni siquiera tenía pensado dejarlo que él pusiera sus manos asquerosas en su cuerpo. Lo empuje así quitándoselo de encima, al sacarlo por la ventana no significaba que lo iba a lanzar ¡oh no! mi castigo iba ser peor por meterse con lo mío, iba abrir la tierra para llevarlo al inframundo en carne y hueso, si no fuera por ella lo hubiera hecho sin pensarlo, pero su voz me trajo de vuelta, cuando me pidió que sé lo llevará no lo pensé dos vec