Narra Daimon.No pensaba dejarla ir así, salí del apartamento y la busque como todo ser humano buscaría a una persona, pero no la encontré ella sé había marchado.Busque su presencia y la encontré cerca de su universidad, me traslade al callejón de siempre y la busque, la vi entrar al edificio y la seguí subió las escaleras y aunque quise trasladarme y aparecer delante de ella me pareció que ya le había causado mucho susto en el día de hoy.Toco la puerta de ese humano no pude evitar sentir ira, ese maldito imbécil no me iba quitar mi mujer, mi reina, no lo voy a permitir. Me acerque con cuidado.—No podemos dejar las cosas así Emily—. Le dije, ella giro y choco contra mi pecho.—¿Q... Que ha-ces aaa-quí? —La tome de la cintura, su cuerpo temblaba, levanto su mirada para mirarme, le sacó como tres cabeza.—Quiero que hablemos.—Hablar que Daimon estoy asustada, no sé ¿quien o qué eres? —No he tenido la oportunidad de mostrarme ante ella por eso no me conoce y lo que acabo de hacer fue
—Gracias, pero así estoy bien—.—Oh vamos solo será una—.—No gracias—. Me sonríe y se va, suspiro.En mi cabeza gira la gran incógnita de quien o que es Daimon, es un gran misterio para mi pobre cabeza que aún no comprende como hizo para suplantar al profesor.Me la paso toda la tarde pensando en ello y más en él, me gusta, pero más me gusta molestarlo y me encanta llevarle la contraría es más me fascina y verlo con cara de asombro es mucho mejor.Lo voy a extrañar de eso estoy segura; me conozco. Tres benditas horas después Esther le da por irse la acompañe por que ella talvez no vea a Gabriel en estas dos semanas.Nos despedimos y nos vamos a casa al fin...Al día siguiente me la pasé pensando en Daimon es mas ni dormí por pensar en él, debí pensar en el viaje, pero no mi mente estaba ocupada en él.Y al fin llegó mi partida papá estaba melancólico y eso que aún no había partido.Claro que también hubo un momento de sermón. —Ahora que vas a estar por haya eso no significa que tendr
Narra Emily.—Estas seguro de ello—. Esa voz hace que mi corazón de un brincó. —Suéltala no te lo vuelvo a repetir maldito imbécil—. Lo quita de encima y lo tira así estrellándolo contra la pared.—¿Quién eres tú?—Eso a ti que carajos te importa, te metiste con mi mujer y te voy a enseñar que con las mujeres ajenas nadie se debe meter y mucho menos con la mía —Me levanto y me coloco detrás de él. —Estas bien mi amor—. Asiento, mi corazón se alegra de escuchar esa palabra.—Así que quieres problemas, vamos viejo no te metas en problemas por esta puta—. Mi sangre hierve como se atreve doy un paso, pero Daimon levanta su mano.—Como la llamaste, tal vez escuche mal—.—Es una puta estoy seguro que se revuelca con ese profesor—. Aprieto mis puños.De un parpadeo Daimon lo toma del cuello y lo suspende en el aire.—Hijo de puta no la vuelvas a llamar de esa manera, me la respetas—. Le grita Daimon se suspende en el aire, las ventanas se abren y sale por ella lanza a Federico y lo toma del
No vi nada más que eso, ella no le interesaba él profesorsucho, aunque había uno que le estaba rondando y aunque ya no me iba acercarme a ella no iba a permitir que él le hiciera daño, no tenía necesidad de ir donde estaba ella para darme cuenta que él no tenía buenas intenciones con ella. Y no estuvo que pasar mucho tiempo para que él actuara, y aunque estuve indeciso si ir personalmente o mandar a uno de los demonios preferí ir yo, después de todo ella está destinada a mí por un pacto de sangre él cual no debí aceptar. No aguante a que la tocará, ni siquiera tenía pensado dejarlo que él pusiera sus manos asquerosas en su cuerpo. Lo empuje así quitándoselo de encima, al sacarlo por la ventana no significaba que lo iba a lanzar ¡oh no! mi castigo iba ser peor por meterse con lo mío, iba abrir la tierra para llevarlo al inframundo en carne y hueso, si no fuera por ella lo hubiera hecho sin pensarlo, pero su voz me trajo de vuelta, cuando me pidió que sé lo llevará no lo pensé dos vec
Narra Daimon. Ver a Emily profundamente dormida era lo más hermoso que había presenciado después de ser desterrado y vivir en miseria, tal vez está era mi recompensa después de todo un demonio si puede sentirse pleno y puede sentir felicidad por que eso es lo que siento en este momento, felicidad de estar al lado de la mujer que un día fue destinada a mi por un pacto. Tal vez deba decirle que su vida estará enlazada a mi por un pacto, pero antes debo decirle lo que soy. Su cuerpo se remueve abre sus ojos y me mira. —Buenos días hermosa—. —Buen día Daimon—. Me acerco y le doy un beso. —Hace rato estas despierto—. —Si mi amor, no duermo solo descanso—. —¿Qué tipo de ser eres? —Creo que eso lo podremos hablar luego, supongo que tienes que ir a desayunar y luego ir a las conferencias—. Me mira y achina los ojos. —Me has estado siguiendo Daimon—. Se arrodilla en la cama y se cruza de brazos. Rasco mi nunca. —No exactamente amor—. La tomó de la cintura y la acuesto sobre mi cuerpo
Me despedí de Daimon y fui a desayunar, según Federico esta muy golpeado y esta en el hospital espero y se mejore. No sé que le pasó para que actuara de esa forma, en los días que compartí con él si me dio cierto malestar, pero jamás pensé que actuara de esa forma, a veces las personas nos dejamos llevar por las apariencias. Después de desayunar nos vamos al salón donde se dará la conferencia, me siento en la segunda fila como siempre, saco mi libreta para tomar apuntes. Después de unos minutos de haber empezado la conferencia me pierdo en mis pensamientos, estos me llevan a lo que sucedió en la mañana. Precisamente a los besos, sentir los labios de Daimon junto a los míos era como estar en cielo y en el infierno, y no se como es el infierno, pero se sentía muy caluroso. No quería despedirme de él, es más hubiese preferido quedarme encerrada con él en la habitación y comernos a beso si era posible. —Calma Emily no caigamos en pecado aún, recuerda que papá y mamá quiere verte ve
Narra Emily.—Me estas diciendo que eres un demonio, te dije demonio porque tu nombre suena como demonio, ¡Daimon! —Llevo mis manos a la boca. —¿Un demonio?—Si amor no te asustes—.—¿Como no me voy asustar?, si me acabas de decir que eres un demonio y yo estoy… enamorada de un demonio, Dios—. Me levanto y me doy la vuelta.—¿Es tan malo eso? —Me giro hacia él, puedo ver tristeza en su mirada.—No lo sé Daimon, no sé si sea malo—. Me siento nuevamente.—Entonces será mejor que me vaya, no te voy a obligar a nada mi amor—. camino hacia él, lo abrazo por detrás.—No quiero que te vayas Daimon, solo dame unos minutos para asimilar esto, sí—. Se gira y me abraza.—Te daré todo los minutos que necesites—. Sonrió nerviosa.—Dime que clase de demonio eres, no eres de los bárbaros o Lucifer, eso sería no sé como decirlo, ¡fatal! —Lo miró a los ojos.—¿Por qué sería fatal?—Pues por que a causa de ese Ángel la humanidad esta de esta forma—.—¿Y eso es por nuestra causa? —Pregunta.—No, creo q
—Te amo Emily Jane Govea Arezzo, eres todo lo que he buscado en mi existencia, nunca pensé que los demonios se podrían enamorar, pero estoy enamorado de ti—.—Te amo Daimon —. Parpadeo, estoy enamorada de el ser que las personas llaman ¡diablo Wao! Pero aun así no me importa él corazón es el que elije de quien enamorarse y yo no pienso luchar mas contra mis sentimientos, no ya no mas.Narra Daimon.Después de encontrar el royo de los tratos empecé a revisarlos hasta que encontró al Govea que hizo el trato este consistía en darme uno de sus bisnietos de su cuarta generación, yo podría usarlo a mi conveniencia y él no objetaría, pero eso cambio y ahora estoy enamorado de ese bisnieto, ella se a convertido en mi todo que no quiero perderla por esto.No quiero que se sienta utilizada o que por un trato es que ella esta destinada a permanecer conmigo la amo y no quiero ni pienso perderla.Después de casi devorarla en el baño me fui a su habitación a esperarla, tenia que poner mis pensamien