Un día nuevo de trabajo, aquella tarde le tocaba volver al casino y atender de nuevo a los clientes más importantes, sirviéndoles alguna copa, dándoles conversación o, simplemente, con su compañía, no era un trabajo que le gustará demasiado, algunos confundían sus atenciones con algo más y otros hasta le ofrecían dinero porque su compañía se volviera mucho más estrecha de un modo en el que no estaba dispuesta.A Maryam lo único que le apetecía era rechazarlos con malas palabras, algunos incluso se merecían ser golpeados, pero ella les ofrecía su mejor sonrisa y los rechazaba cortésmente, normalmente no insistían demasiado, solo una vez tuvo que intervenir uno de los guardias de la casa de apuestas porque un cliente se puso agresivo e insistente con ella.Pero le pasó factura, porque cuando él rey se enteró de que ese cliente se había atrevido a tocar a Maryam sin su consentimiento, apareció apaleado y con la entrada negada de por vida en la casa de apuestas, era una ley no escrita en
Aquello fue algo que realmente le extrañó y la puso en guardia ¿Cómo era que esa mujer sabía donde trabajaba? Y estaba segura de que Darío no se lo había dicho, ningún hombre tendría a su novia trabajando allí y mucho menos uno tan rico y poderoso como él, aquello descubriría rápidamente su tapadera.Le hubiera gustado avisar a su jefe de lo sucedido, pero no podían, aquella chica no le dio opción, así que llegó hasta el lugar donde la esperaba su supuesta suegra y respiró hondo para reunir valor.Maryam se quitó la máscara cuando entró en el salón privado en el que la habían citado y Padme la miró de arriba abajo, arrugando la nariz al ver ese vestido tan vulgar que llevaba la chica, enseñaba demasiado. ¿De verdad su hijo pretendía que la aceptara como nuera, que esa mujer fuera la próxima reina?— Siéntate Maryam, tenemos que hablar.Ella asintió y se quitó la máscara para luego sentarse en el lugar en el que su supuesta suegra le indicaba, no le pasó por alto la forma en que esa mu
Maryam estaba tan molesta y enojada que no tardó en marcharse, además debía pensar que hacer porque lo que estaba claro era que ella no podía perder a sus hijos y temía que si Darío se enteraba se los quitara, la madre era lo de menos o lo que ella le dijera, pero en el estado de nervioso en el que se encontraba no podía seguir allí.Así que tras cambiarse emprendió el camino a casa pensando en que podía hacer y cómo podía salvarse de eso que la acechaba, de ese futuro inminente del que le sería muy difícil huir.Pero a pesar de la preocupación que llevaba encima, no fue nada comparable con el espectáculo que encontró cuando llegó a casa.Al principio le costó muchísimo reaccionar al ver a su hermana con la cara cubierta de sangre, pero tras pestañear un par de veces, al cabo de unos pocos segundos corrió hacia ella.— ¿Qué te sucedió? ¿Estás bien?— preguntó muy asustada, buscando heridas en su rostro aunque sus manos fueron detenidas por las manos de su hermana antes de que le tocara
Él bajó por su piel para saborear sus senos, succionando primero un pezón y luego el otro.Mientras frotaba su erección contra el sexo húmedo de la mujer, haciendo que gimiera, los agarres impedían que la joven pudiera moverse en busca de su propio placer completamente expuesta a él y a su gran miembro que no tardó en penetrarla y a pesar de la escasa preparación no le dolió, era como si su erección se hiciera más estrecha al penetrarla y se engrosara poco a poco dentro de ella en cada nuevo embiste, poco a poco a cada movimiento.— Así… dame todo tu placer…Exigió el demonio agarrándole los senos para apretarlos el uno contra el otro, enredando su lengua alrededor de los pezones, que se alargó como si fuera una serpiente para estimularlos juntos, haciendo que la habitación se llenara de gemidos.— Ahora, siempre que necesite alimento, vendré a buscarte.Ella intentaba mover las manos para tocarlo, pero el demonio no se lo permitía, solo se hundía en su interior cada vez con más deses
Maryam estaba muy asustada por lo que le había contado su hermana, así que no espero a que su madre llegara a casa y se fue directa al parque en el que sabía que a sus hijos les gustaba parar a jugar antes de llegar a casa.Lo que no esperaba era encontrarse a su hijo mayor hablando con Darius, mierda, estaba realmente en un aprieto porque no hacía falta más que verlos juntos para darse cuenta de que eran como dos gotas de agua.Darius había sido informado de que Maryam abandonó su puesto de trabajo aquel día antes de tiempo, estaba preocupado, tal vez se encontraba mal, a esa mujer era responsable en sus obligaciones y era extraño que se marchara así sin avisar.Pero al pasar por en medio del parque una pelota fue a impactar a su espalda habiendo que él se girara enojado, se agachó para tomar la pelota y esperó a que apareciera el dueño para pegarle una bronca, lo que no esperaba era aquella extraña impresión que tuvo cuando aquel niño apareció.—Perdone señor es que usted se atraves
— ¿Qué te tiene tan inquieto, hijo?— preguntó Padme entrando en el cuarto de su hijo, el cual sabía que abandonó el casino poco después que Maryam y al no encontrarla se fue frustrando a palacio.Su plan de separar a su hijo de esa novia descocada que se había echado iba viento en popa, aunque podía percibir lo mal que él lo estaba pasando por eso,. Pacme en el fondo sabía que le estaba haciendo un favor y que si seguís dejándolo hacer lo que quisiera sufriría las y no solo él, tal vez el reino entero. Porque un rey se debía sobre todo a su reino.— Nada madre, solo son los problemas típicos de palacio — Explicó Darius mientras se sentaba al lado de su madre.En ese instante le gustaría no ser el rey, ser solo ese niño que de pequeño podía refugiarse en los brazos de su madre cuando alguna pena le encogía el corazón como lo estaba haciendo en ese momento.Pero ni siquiera eso podría haberlo ayudado con como se sentía, por su confusión, por no saber si esos niños tenían que ver con él
Sostenía el hermoso rostro de la mujer entre sus manos y se perdía en sus hermosos ojos, si le hubiera sucedido algo estaba seguro de que sería incapaz de perdonárselo, sin duda jamás hubiera superado la muerte de esa mujer.Aunque se preguntaba dónde estaban los niños estaba tranquilo viendo que ella no se alteraba por eso, posiblemente estarían en otro lugar, tal vez en la escuela o con la abuela, así ya habría tiempo para enterarse de todo, ese no era el momento.Cuando sus hombres llegaron no tardaron mucho en apagar las llamas, a pesar de eso la casa había quedado en muy malas condiciones, Darius dudaba que alguien pudiera volver a vivir allí.— Registren todo el lugar en busca de más gente y cualquier cosa de valor que haya podido salvarse de las llamas.Tras dar esa orden se llevó a Maryam de vuelta al palacio, lo que él no sabía era que esa mujer no era la Maryam real, sino Sahira su hermana mujer que había estado manteniendo durante cinco años como concubina, quien a pesar de
Maryam sabía que su hermana Sahira le había indicado donde podrían encontrarse, pero había algo en su intuición que decía que no se fiara de su hermana, que no había dejado de mentir desde que regresó de a saber dónde, porque cada vez estaba más segura de que la mujer que vio en el casino antes de que regresara era ella, además era tan poco creíble esa historia del monstruo siguiéndola que no podía evitar pensar que Sahira escondía algo.Fue por eso por lo que la chica decidió no ir al lugar que su hermana le había indicado, al fin y al cabo ella debía pensar en la felicidad de sus hijos que eran completamente su responsabilidad, en su seguridad y en qué nadie pudiera arrancarlos de sus brazos.Con el oro que tenía podría permitirse una vida digna durante al menos un año en una ciudad costera, luego podría encontrar un trabajo de pescadera o panadera, o sirviendo copas, incluso yendo a pescar no le importaba, lo importante es que sus hijos estarían a salvo y nadie descubriría su secre