27. Me raspé la rodilla.

— Está bien, me casaré, con quien yo elija, madre, yo ya estoy enamorado, no me puedo casar con cualquiera, sería muy infeliz si no fuera ella mi esposa.

Para Padme eso fue toda una revelación¿Y si resultaba que su hijo había elegido tan mal como su sobrino?

— Así que enamorado ¿Sabes que no es imprescindible estarlo para casarse, verdad?

— Lo sé mamá, pero… la amo — fue lo único que se le ocurrió para ganar tiempo.

— Y yo me alegro, por eso quiero conocerla, si me gusta le daré mi visto bueno y entonces conseguiré libertad para tu primo en su elección de esposa.

Está bien madre, haz tu equipaje porque vuelves a palacio.

Padme vivía feliz allí, alejada de todo el ajetreo de la capital, no era algo que la emocionara mucho volver a encontrar, pero si debía volver para asegurarse un nieto sin duda lo haría.

Unas pocas horas después llegaban a la capital, la reina madre fue llevada al palacio Real, donde se le asignaría a su antigua habitación.

Mientras tanto, Darius sube a su caballo par
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo