Asad estaba muy molesto, cinco años, cinco malditos años, había pasado lejos de allí por él y ahora interrumpía su reunión con una maldita carta de a saber qué fulana.—¿Puedes dejar los problemas con tus putas para luego? Esto es un tema serio — gruñó molesto Asad, porque solo quería dejar zanjada su misión y cobrar su premio.Darius levantó la mirada para clavarla en la de su primo, estaba muy molesto de que alguien nombrara de ese modo a Maryam.—¡No te permito que …!— gritó poniéndose en pie de golpe con gesto amenazador.— ¿No me permites que llame putas a tus putas?— Lo cortó Asad, levantándose también y rodeando la mesa que los separaba para quedar más cerca de su primo.— Me importa poco que seas el rey, hicimos un trato. He cumplido, ahora tú debes cumplir tu parte y luego podrás perseguir faldas tanto como quieras.Asad se enamoró de una plebeya y la familia real al completo estuvo completamente en contra de su relación, él con una simple pobretona sin ningún tipo de linaje.
A pesar de ser el rey, Darius III tenía una cosa muy clara y era que su primo Asad necesitaba el beneplácito de su madre para casarse y que él no podía aprobarlo si ella no lo hacía, había cosas que estaban por encima de su lugar en el trono y era el respeto a sus progenitores, era casi ley en su cultura que debía respetarse, los deseos de los padres y eso ni siquiera un monarca podía saltárselo.Por eso, Darius había mandado a su madre lejos cinco años atrás por dos razones, la primera el ataque que él mismo vivió al ser drogado. Eso significaba que sus defensas en el palacio no eran tan adecuadas como creía y que todos corrían peligro, no quería que nada le sucediera a la reina madre.Pero la segunda razón quizá era la más importante. Darius no quería reconocer lo que le había hecho a esa chica, era incapaz de creer que hubiera sido capaz incluso estando drogado y, a la vez, se sentía responsable de ella, en la obligación de cuidarla, así que ¿Cómo iba a explicarle a su madre que te
— Está bien, me casaré, con quien yo elija, madre, yo ya estoy enamorado, no me puedo casar con cualquiera, sería muy infeliz si no fuera ella mi esposa.Para Padme eso fue toda una revelación¿Y si resultaba que su hijo había elegido tan mal como su sobrino?— Así que enamorado ¿Sabes que no es imprescindible estarlo para casarse, verdad?— Lo sé mamá, pero… la amo — fue lo único que se le ocurrió para ganar tiempo.— Y yo me alegro, por eso quiero conocerla, si me gusta le daré mi visto bueno y entonces conseguiré libertad para tu primo en su elección de esposa.Está bien madre, haz tu equipaje porque vuelves a palacio.Padme vivía feliz allí, alejada de todo el ajetreo de la capital, no era algo que la emocionara mucho volver a encontrar, pero si debía volver para asegurarse un nieto sin duda lo haría.Unas pocas horas después llegaban a la capital, la reina madre fue llevada al palacio Real, donde se le asignaría a su antigua habitación.Mientras tanto, Darius sube a su caballo par
Por fin Asad era libre para ir a buscar a su novia y casarse con ella, cada uno de los días que había pasado lejos de ella eran una tortura para él, pero a su vez solo recordar los bellos ojos de Maryam y la forma en que su rostro se iluminaba al sonreír, le daba fuerzas para seguir adelante solo de pensar que cualquier día volvería a buscarla, victorioso de su misión solo para pedirle que se convirtiera en su esposa y decirle quién era realmente.Porque Maryam jamás supo quién era en realidad, ya que cuando la conoció él salía vestido con el uniforme de un guardia de palacio y nunca le dijo la verdad para protegerla, pero ahora que por fin tenía el permiso del Rey pensaba contarle todo.Asad podía sentir su corazón retumbando con fuerza en el instante en que sus nudillos golpearon la puerta de la humilde casa donde Maryam vivía con su hermana y su madre años atrás ¿Y si se habían mudado? ¿Y si ya no era capaz de encontrarla?Y por un instante eso creyó cuando un pequeño niño de no má
Ahora sabía lo que debía de hacer y era, como siempre, poner en mal a su hermana. Demostrarle a todos la clase de mujer que era ella.—Asad, yo lo siento. Por tu mirada y la forma que me lo has preguntado, puedo notar que todavía amas a mi hermana, pero bueno, ella no solo tiene cuatro hijos. También se ha convertido en una mujer muy mala, una que haría cualquier cosa para conseguir lo que desea.—¿A qué te refieres con eso?Sahira, hasta se atrevió a derramar un par de lágrimas que limpio de inmediato.—Me apena mucho tener que ser yo la que te tenga que decir esto sobre mi hermana, pero ella haría cualquier cosa por dinero.— Eso no es posible Sahira yo conozco a Maryam es una buena mujer.— Nadie dijo que no lo sea, pero tiene a cuatro hijos a los que mantener ¿Crees que su dignidad les dará de comer? — ella negó— No Asad, Sahira hace lo que sea por sus hijos y cuando digo lo que sea me refiero a lo que sea que le paguen bien.La conversación con la hermana de la mujer que ama lo h
Darius estaba realmente impresionado y cautivado con el aspecto de esa mujer, su belleza debía ser de otro planeta, cada vez estaba más seguro de eso, de que los dioses la habían dotado de esa peligrosa hermosura que podía cautivar a cualquier hombre.Se acercó a la espalda de Maryam y subió lentamente su cremallera para terminar de abrocharle el vestido, acariciando levemente su piel con los dedos al hacerlo y es que le era imposible no querer tocar más, no recordar sus gemidos y la atracción tan gratificante que ella le provocaba.Darius caminó a su alrededor quedando frente a ella y mirándola de arriba a abajo, definitivamente ese era el vestido con el que conocería a su madre.— Estás perfecta, ya no pareces una campesina sin gracia — y es que al rey se le hacía imposible no hacer algún comentario de ese tipo después de hacerle un cumplido, no era por humillarla, más bien era para protegerse a sí mismo.—Gracias mi señor, viniendo esas palabras de su boca, me hace muy feliz— respo
La reina se sentó en el sillón y ordenó a las sirvientas que sirvieran el té, tanto para ella como para su hijo y esa aspirante a nuera que le acababa de traer.Maryam golpeó con delicadeza la pierna del hijo de Padmé, tranquilizándolo. Su madre tenía razón en desconfiar de ella, su madre Ana sería en ese aspecto igual.— Pero tiene razón, eso es secundario, Mi hijo me ha dicho que están enamorados¿Es eso cierto, usted lo ama y sobre todo que es eso que hace que lo ame?—Si, yo amo a Darius, tengo que decir una cualidad, si es así no podría responder la pregunta que me ha hecho con veracidad. Porque no hay nada que no me guste de Darius, me enamora hasta cuando está de mal humor.— Señor…— uno de los escoltas del rey se atrevió a irrumpir en el lugar haciendo que los tres se giraran a observarlo. — Siento interrumpir, pero tenemos un asunto urgente que comentarle, no puede esperar.Esa era la ocasión que Padme estaba esperando para quedarse a solas con la chica e intimidarla, no le pa
Maryam estaba tan abstraída en ese beso que, por un instante, ni siquiera pensó en lo que la rodeaba, solo eran ella y él, se pegó un poco más a él por inercia y a su vez, Darius la mantuvo todavía más sujeta contra su cuerpo, sin duda el rey no quería soltarla y ella no deseaba ser soltada, al menos no hasta que terminaron de besarse y se percató de la presencia de alguien más en la sala.No podía ser, él era Asad, su primer amor que desapareció como por arte de magia el día en que fue violada, Maryam en ese instante cuando vio a Asad salir de allí, parecía que nadie aparte de ella se había percatado de su presencia.Ella no se dejó besar de nuevo y puso una mano en el pecho de su supuesto novio para alejarlo de su cuerpo, sabía cómo Asad se había sentido y no podía dejar las cosas así.— Por favor, debo ir al baño, ya vuelvo. Me disculpan.Dijo la joven saliendo a toda prisa en busca de Asad, pudo ver la decepción en sus ojos y ella no tenía la culpa, él la había dejado sin tan siqu