EMMA Solo una vez en la vida he sentido esta clase de miedo, y fue cuando di por perdido el hecho de no poder recuperar a mi hijo, mi corazón late frenético cuando me doy cuenta de que León me ayuda a sacar el cuerpo de Julian de la alberca, tiene una herida en el costado izquierdo, está perdiendo mucha sangre. Varios tipos se acercan, me pongo a la defensiva, pero León me asegura que trabajan para él, son infiltrados en la Yakuza, decido que más tarde le preguntaré por qué me ocultó eso. —Tenemos que llevarlo a un hospital, no podemos esperar —anuncia y asiento. Dos de sus hombres lo ayudan a cargar a Julian, mientras camino y observo el cuerpo inerte de Andrew, León le dio directo a la cabeza, comenzamos a salir cuando… —¡Mami! Volteo y observo a Michael corriendo hacia mi dirección, su pequeño cuerpo se impacta con el mío y lo cargo en brazos, evitando que vea a su padre muerto. —Vamos, cariño, ya todo estará bien —le susurro. Sus pequeños brazos se aferran a mi cuel
JULIAN Seis meses después… No me detengo, mucho menos ahora que siento que he estado perdiendo demasiado tiempo, hace seis meses que toda nuestra pesadilla terminó, seis malditos meses en los que me he encargado de vivir para hacer feliz a Emma. Embisto su coño una y otra vez hasta que se corre por milésima vez. —Julian —jadea mi nombre. La penetro un par de veces más hasta que me corro dentro de ella. Me desplomo sobre su cuerpo y me permito respirar mi olor impregnado en su piel. —Te amo —le susurro. —No es bueno que dejes a la novia esperando tanto tiempo —suelta la risa más sexy que haya escuchado. Mañana, o mejor dicho en un par de horas, Emma será mía, por ley, porque me voy a casar con ella, solo, no pude resistirme a follarla para que cuando camine hacia al altar, recuerde que dentro de ella lleva mi semilla, Emma me hace a un lado para que no lastime a nuestro bebé. Tiene cuatro meses de embarazo, luego de descubrir que Viktoria arregló todo para hacernos creer
MARINAEl cansancio me vence, la boda real de Emma me ha dejado agotada y ahora estoy en camino a la cama, me quito los zapatos y los lanzo al suelo, ni siquiera me tomo la molestia de encender las luces, solo deseo dejar caer mi cuerpo, estoy a nada de hacerlo, cuando alguien rodea mi cintura por detrás, el olor a loción masculina, llama mi atención, mi cuerpo se relaja y creo que mis piernas tiemblan. —¿Qué es lo que quieres? —inquiero.Mi voz suena firme, tanto, que sin duda hasta a mí me sorprende. —Lo que me prometieron tus padres antes de morir —la voz ronca y gélida a mis espaldas, me eriza la piel. Draman Stolkov, su verdadero nombre, un sicario de la mafia, no tiene bando, solo trabaja con el buen postor con aquellos que le llegan al precio, y actualmente lo hace con la mafia Rusa, hay muchas cosas que todos no tomaron en cuenta, cosas que yo descubrí y que ahora me están poniendo entre la espada y la pared. Porque mis verdaderos padres eran miembros de la mafia roja, y
PRESENTEANDREW CARSONEntre en la oficina lo mas deprisa que pude, lo primero que hago es encender el ordenador y entrar al sistema de la empresa, rápidamente me arroja la base de datos en entradas y salidas de los últimos meses, reviso mis archivos con las pruebas suficientes para hundir la empresa que nos está pisando el cuello cuando la alarma de mi móvil, el segundo, vibra, respondo con los nervios en punta. —¿Dónde estás? —pregunta la voz femenina al otro lado de la línea.Sin apartar la mirada de la pantalla, comienzo a pasar todos los archivos al drive, quedan cinco minutos, por lo que me pongo de pie y me asomo por la ventana. —¿Desde cuándo te importa? —Desde que eres mi sangre —responde con altivez.Su respuesta me hace soltar una ligera aunque sonora carcajada. No le creo nada, si por ella fuera, estaría muerto en este preciso momento.—Tengo que colgar —expreso al darme cuenta de que la carga ya está finalizada.—Espera… es importante…Corto la llamada y apago el móvi
UN DIA ATRAS EMMA —Me encantas —ronronea Andrew mientras sus manos se mueven con agilidad estudiada al quitarme el vestido. —Te amo —susurro. Me lleva a la cama, en cuanto la espalda toca el suave colchón, sus labios hacen magia sobre mi piel, hoy es un día especial, cumplimos seis meses de noviazgo, y no solo eso, tengo una sorpresa que estoy seguro le hará feliz. —Me vuelves loco, joder. Me quita las bragas, la tela se desliza por mis piernas haciendo que un escalofrío recorra mi espina dorsal. —Quiero probarte. —Siempre tan apretada —tensa el cuerpo—. Siempre lista para mi.Quiero gritarle que sí a todo lo que brote de su garganta, pero las peticiones mentales se ponen en blanco, el mundo se detiene, el alma se me cae a los pies y la felicidad comienza a brincar insana en mi sistema al sentir como coloca un anillo en mi dedo, luego descubre mis ojos. —Cásate conmigo, Emma —ladea una sonrisa de media luna. Su mirada es fresca, viva, siempre sonriente, siempre positivo, bro
PRESENTEJULIAN CARSON Tenso la mandíbula, el olor a humo de cigarrillo y a Vodka, hace que mis sentidos se adormezcan, no lo suficiente como para no saber qué es lo que estoy haciendo, la zorra que está de rodillas frente a mí, hace sus mejores intentos para meterse a la boca todo mi miembro, no puede y suelto una carcajada, cansado de ella. Chasqueo los dedos pidiendo un nuevo trago, la música se encuentra a niveles que solo pudren mi mal genio. A mi alrededor están siete socios de la empresa familiar Carson, como mi apellido, el venir de una familia tan poderosa me da ciertas ventajas, una de ellas es esta, manipular a las personas para conseguir que se firmen los tratos que nos hará crecer más como empresa petrolera. —Apártate —pido a la zorra y esta se marcha con las mejillas teñidas de rojo, por lo avergonzada que está. Me subo el cierre de los pantalones, con el gesto camino hacia el balcón, admirando a las perras que bailan sobre una tarima de cristal, están drogadas,
EMMA —Olvida la propuesta, no me caso contigo, olvida incluso que nos conocimos. —Aborta, porque no voy a estar ahí para ti o para esa cosa. — no lo quiero, no te amo lo suficiente, todo fue un juego, no me vuelvas a buscar.Las manos me tiemblan cuando Andrew corta la llamada, comienzo a hiperventilar, Dani me dice algo que no logro entender debido a que estoy haciendo el esfuerzo por salir de esta pesadilla o por lo menos, procesar lo que acababa de suceder. Los latidos de mi corazón van en aumento y me quedo sorda hasta que Dani me toma por los hombros moviéndome bruscamente. —Emma —habla con desespero—. Reacciona. Quiero hacerlo, hablar, gritar, no puedo, porque el dolor que siento en el pecho me avasalla, las preguntas me arrojan respuestas y por fin suelto un sollozo. —Qué ha sucedido —Dani escudriña mi rostro con detalle. —Él… —tengo que sentarme para no caerme porque las piernas las siento debilitadas—. Él me ha dejado. El rostro de mi mejor amigo se crispa. —Ese
PRESENTEEMMA—Hemos llegado. La voz de Dani me saca de mi ensimismamiento, miro alrededor, no recordaba que fuera un poco más elegante de lo que imaginaba, con las manos temblorosas como frías, bajo del auto y miro a mi alrededor. —¿Quieres que te acompañe? —Dani, me sonríe a modo tranquilizador. Niego con la cabeza. —Necesito hacer esto sola —dejo claro y me doy la media vuelta. A paso firme entro al enorme edificio y le pregunto a la recepcionista sobre él, doy su nombre y datos, la chica amable me sonríe y me dice que lo verficará en el ordenador, la espera se me hace larga, teclea y frunce el ceño. —Lo siento señorita, me temo que no tenemos ningún inquilino con ese nombre, ¿sus datos están bien? ¿Le dieron bien el nombre? Una bofetada más, asiento. —Entiendo, volveré a verificar. Espero un poco más, la chica revisa cinco minutos en los archivos y luego me lanza una mirada cargada de lástima. —Lo siento, nunca hemos tenido un inquilino con ese nombre, pero la persona qu