Rossie Regiés, ataviada con un traje de gala amarillo suavizado con pedrería de Dolce & Gabbana, arribó a la alfombra roja del brazo de Jared Cavalier, quien lucía un austero tuxedo negro, de Yves Saint Laurent, hecho a la medida para el evento.Mia Legarda se aproximó a ambos para elogiar el traje de Rossie primero y la masculina elegancia de su acompañante después.–Al fin ha llegado la hora de cumplir las predicciones que tu hijo hiciera hace dos años vía Instagram, Rossie, ¿lo recuerdas? –preguntó Mia, para abrir la entrevista.–¿Cómo olvidarlo? –preguntó Rossie, en clave retórica–. He tenido presente aquella promesa desde entonces, y creo que ya iba siendo hora de ponerle un deadline, ¿no crees?Mia Legarda rio y tocó el brazo desnudo de Rossie en el proceso. Acto seguido, se dirigi
Los muchachos lo habían practicado desde hacía un par de semanas, pero, en realidad, se trataba de una sorpresa para todos. Jared solía ausentarse de casa bajo el pretexto de reunirse con sus pals, de cara a la siguiente gira de Meet Us and Greet Us, que se llevaría a cabo en el lejano oriente, inmediatamente después de la entrega de los Emmy’s.Rossie se había comido el cuento completo. Igual, ella tenía su propio trabajo que hacer, y le pareció buena idea que The Boyz la dejaran tranquila al menos por un mes, con Jared Cavalier incluido.Lo que no sabían era lo que se tenía tramado para el número musical del interludio de la entrega de los Emmy’s.Luego de que Rossie recibiera su respectivo galardón a la mejor guionista, fue conducida, otra vez, hacia su mesa. Las dos que correspondían a la crew de One Step at a Time se encontraban semi desiertas.Faltaban ocho personas. Y ya podríamos adivinar de quiénes se trataban.La producción hizo un receso, y Rossie acariciaba su respectiva e
Aquella misma nocheToby Dammer arribó a la alfombra roja del Microsoft Theatre aquel 20 de septiembre del último año, a las 19h00, de la mano de su esposa. Seguido muy de cerca por Kaoh Leod y señora y, unos diez minutos después, por Niko Bass y su prometido, Sid Burguess.Los tres Boyz dieron una entrevista grupal, a la que se sumó Jared Cavalier, mientras Rossie se tomaba fotos con sus celebridades de cabecera: Brian Cox, Peter Dinklage o Laura Dern.–Toby –fue Mia Legarda quien, por supuesto, lideró la conversación–. ¿Qué se siente volver al ruedo con semejante fuerza luego de tantos años?Toby sonrió con sus dientes blanqueados a punta de láser y mucho más parejos de lo que solía tener, incluso en su juventud.–Verás, Mia, en realidad, nunca nos fuimos –fue todo lo que dijo Tob&
Rossana Regiés: el triunfo final sobre el síndrome de la impostoraFecha de la semblanza: un año despuésPor Jimmy de Jail, para el New YorkerLa entrevista se llevaría a cabo en el departamento número 2006, ubicado en el piso 20 de uno de los edificios más exclusivos de la Octava Avenida en Manhattan. Se trató de un evento inédito. Por primera vez en mis treinta y siete años de carrera, visitaba de primera mano la vivienda de uno de los miembros de The Boyz in the Band.Y no de cualquiera de ellos, sino nada más y nada menos que la de Jared Cavalier.Pero, esta vez, El Emperador de las boybands no sería el entrevistado. Y tampoco es que fuera necesario. En toda su vida, el lead singer de The Boyz habrá dado cientas,
Aura Cathartes es el pseudónimo de Jeanette Realpe Castillo (Quito-Ecuador, 1980). Es escritora, antropóloga visual y diseñadora gráfica. Tiene un máster en Creación Literaria por la Universidad Internacional de Valencia y ha publicado relatos de autoficción, realismo y ficción especulativa en diversas revistas literarias en países como España, México, Argentina, Perú y Ecuador. Loco por Ella es un alocado proyecto, producto de mi obsesión con las boybands de mi infancia. Las boybands presentan una particular característica que las ha hecho legendarias y cuya exitosa fórmula las lleva a aparecer década con década, para cosechar un rotundo éxito más o menos sostenido en el tiempo: el fervor casi religioso de su fandom, tradicionalmente femenino. Niñas, adolescentes, jóvenes y adultas caen rendidas por el indiscutible encanto de sus miembros, lo que
Cuando Rossana Regiés se percató de que la segunda raya violeta tomaba fuerza en la prueba de embarazo casera que se había comprado para salir de dudas, de una vez por todas, supo que todo había terminado. –No puedo creerlo –dijo en voz alta y al vacío, porque estaba sola en el baño de su casa: en el baño de su familia–. Estoy embarazada de Jared Cavalier. –¡Rossie! –gritó su hermana, Annelise, desde la habitación de al lado–. ¡Tienes que venir a ver esto! ¡Rossie! «Dos meses contados», pensó Rossana, al recordar la fecha exacta en la que ocurrieron los hechos. «Y, en todo este tiempo, ni siquiera me di cuenta». Tiró la prueba del delito en la basura y la tapó con papel de tocador. Nadie debía sospechar, por el momento. –¡Rossie! ¡Te lo estás perdiendo! –esa era Annelise, otra vez. Más valía atender su llamado, antes de que llamase a la puerta. Salió corriendo del baño y se dirigió expectante hacia la habitación de su hermana. Era nece
Siete años antes Desde la limusina negra de vidrios polarizados, The Boyz in the Band esperaban la señal que la policía les haría para poder bajar del vehículo e ingresar al edificio de CapitalTV. Había jovencitas por todas partes: en los alrededores del canal de televisión, en calles aledañas, o apiladas en los balcones y terrazas de los edificios contiguos. Protegido dentro de la seguridad del lujoso automóvil, Jared Cavalier, bautizado por sus fans como El Emperador, y vocalista principal del grupo, observaba con atención –tal como era su costumbre– a las asistentes al programa que aguardaban en fila, a las puertas de la entrada principal, con sus pases en mano, sus posters, discos y carteles de bienvenida, detenidas por una cadena humana de policías, guardias de seguridad y guardaespaldas, que impedían que se aproximaran –y rodearan– a los integrantes de la banda, desde todos los ángulos posibles. La mu
«Enamórate de mí, Kaoh Leod. Enamórate de mí».Se trataba del mantra que repetía Rossana Regiés para sí misma, frente al espejo de la sala de maquillaje del estudio de grabación de ShowVideo, el programa musical juvenil en el que, en tan solo unos minutos, ella tendría el honor de aparecer como entrevistadora invitada de The Boyz in the Band, las estrellas del pop más aclamadas de la nueva década.«Si no te enamoro con esta pintaza, Kaoh, no te enamoraré con nada».Contemplaba su slip dress negro por encima de la rodilla con camisa blanca de manga corta, sus medias oscuras y sus Dr. Martens recién estrenadas, que le daban ese toquecito cool a un look más bien aniñado, que era la característica principal de Rossie.«¿Y si no le gustan las flacas?», se atorment