Birgrem chasqueó la lengua y se encogió de hombros, su estómago gruñó con fuerza después de todo llevaba tres días sin comer, una vez había intentado morir de inanición, estuvo tres meses sin comer ni beber, su cuerpo apenas podía moverse, cuando pensó que finalmente lo lograría ya que todo se apagó, sintió un correntazo eléctrico y abrió los ojos, seguía vivo. La última imagen que vio fuera de la ventana era la nieve comenzando a caer, en ese momento el olor del verano empezaba a extenderse por el lugar, «Demonios» había gruñido poniéndose en pie, al parecer lo más cercano a la muerte que la maldición le permitía estar era entrar a un estado de hibernación, al igual que los osos comunes. En ese momento afuera de las ruinas del salón de ofrendas el estómago de Birgrem se estaba quejando con bastante vehemencia, el oso volvió a chasquear la lengua y se puso en pie, con la voz un poco molesta dijo: — Capitán iré a comer a la ciudad, mi estómago alertará a cualquier enemigo a kilóm
Birgrem vio la emoción en el rostro de Zinnia antes de que ella rápidamente cambiara de expresión por una algo falsa de desden, al oso le encantaba ver como la dura y firme loba aún era una cachorra en su interior. — ¿Qué es esto? preguntó Zinnia mirando con recelo el hermoso paquete. — Un pequeño obsequio. — No creas que recibiré algo tuyo, te lo he dicho mil veces, no somos NADA. — Yo solo te lo estoy entregando, el capitán del 'Sarhafer' es quien te lo envía. dijo Birgrem medio divertido. — Oh... la voz de Zinnia sonó desilusionada, al darse cuenta enseguida cambió su tono y dijo: — ... Samaki es un buen amigo, ¿Te dijo la razón del regalo? Zinnia estaba estirando sus manos para recibir el presente, su loba había gemido bajito cuando escuchó quién era en realidad el que le enviaba el presente, la loba se reprendía mentalmente por haber creído y anhelado que fuera de parte del karhu. — Por supuesto, es un regalo por nuestra unión. Las manos de Zinnia se detuvi
¡¡BOOOOM!! Los cazadores se cubrieron la cabeza al escuchar la explosión, los restos de piedras, maderas, vidrios y metales volaban por todas partes, el suelo tembló de tal manera que grandes grietas empezaron a extenderse por el suelo, debían salir de ahí o estarían perdidos. El tigre de Shmaut apareció de entre una enorme nube de tierra y polvo verde, con un rugido empezó a serpentear por entre la lluvia de escombros, los cazadores se sujetaban con fuerza a su pelaje cuando pasaba junto a ellos sin disminuir la carrera. El lobo plomo azulado de Zinnia aulló con fuerza dando la señal de retirada, el lobo empezó a correr, al igual que con el tigre de Shmaut los cazadores se sujetaban de la loba, debían salir de ahí antes de que toda la estructura se viniera abajo. ¡¡GROOAAARRRGG!! El rugido del oso de Birgrem resonó sobre el sonido de las explosiones y los escombros al caer, con un último ¡BOOOOM! todo se vino abajo, la tierra se empezó a separar como si quisiera tragarse todo
Los cazadores empezaron a avanzar después de recuperar el aliento, el olor de sulfuro en el aire había sido tan fuerte que Zinnia cuyo olfato de lobo era más fino que el de los demás tuvo arcadas y los ojos se le llenaron de lágrimas. Zinnia quería morirse, ella se había negado a traer a Birgrem en su grupo y ahora la veía en ese estado, la vergüenza le hacía un nudo en la garganta, si el oso se reía estaba segura de que se pondría a llorar ahí mismo. Birgrem por supuesto no pensaba reírse, el olfato de un oso es siete veces más fino que el de un lobo, incluso después de haberse tapado la nariz sentía náuseas por el olor, la situación de Zinnia no la encontraba para nada graciosa. Cada uno de ellos optó por colocar una media máscara sobre su rostro, estaba hecha de un tejido especial que absorbía únicamente el aire de su entorno, normalmente la usaban bajo el agua y les permitía respirar, pero en aquel lugar les venía como anillo al dedo. Birgrem sintió tanto alivio con la
El equipo de Shmaut caminaba por un corredor sumamente angosto, era tan angosto que el maoren no hubiera podido cambiar con su tigre en caso de ser atacados. Todos los madhoo entre los cazadores recibían el mismo entrenamiento que los humanos, todos ellos aprendían a pelear en sus formas humanas con dagas y combate cuerpo a cuerpo, de esa manera si no podían hacer uso de sus bestias o sus habilidades como sobrenaturales inferiores no estarían tan indefensos. Pero el hecho de que Shmaut no pudiera usar su tigre los ponía en una clara desventaja ante el enemigo, habían avanzado varios metros por aquel angosto corredor cuando escucharon un lamento venir de unas puertas más allá. Al abrir la puerta encontraron a una mujer sentada al pie de una ventana mirando hacia el exterior, tenía el tobillo encadenado a la pared y sus ropas lucían viejas y desgastadas. Harlee se acercó con cuidado y le dijo: — Estamos aquí para rescatarte, ¿Cuál es tu nombre? La mujer apartó la mirada de la
Los cazadores escucharon desde su escondite al parecer el rey elfo ya estaba al tanto de que ellos estaban en el santuario y no le importaba en lo más mínimo, los cazadores escucharon cuales eran las órdenes del rey elfo y disimuladamente miraron a Zinnia. La loba parpadeaba como si no hubiera entendido muy bien el significado de las palabras que escuchó, los hombres se marcharon y ellos permanecieron en su escondite, después de lo que parecieron horas Askem carraspeó y dijo: — Alfa, ¿Qué hacemos, debemos buscar al karhu y advertirle o abortamos la misión de rescate? Zinnia gruñó, no sabía cómo pero Birgrem se las arreglaba para provocar que una simple misión se convirtiera en toda una lucha por sobrevivir en cuestión de segundos, los cazadores se miraron confundidos, ¿Por qué exactamente era aquel gruñido? Zinnia empezó a caminar dando zancadas mientras murmuraba enfadada: — Ese oso sinvergüenza, acaso no comprende lo que significa estar en medio de una misión, que cre
El humor de Zinnia por alguna extraña razón empeoró al ver que el oso que estaba siendo codiciado no era Birgrem y tomó su forma humana, con una brusquedad excesiva les dijo a las mujeres que estaban ahí para liberarlas del santuario y unos minutos después el caos se armaba. Las mujeres no solo no querían ser liberadas, al ver que el mrajoved se fijaba en la recién llegada y por supuesto darse cuenta de que quien ofrecía salvarles de aquel lugar era mucho más joven y bonita que ellas empezaron a ponerse furiosas no solo empezaron a insultar a Zinnia empezaron a lanzarles todo lo que tenían a mano. Los reflejos de los cazadores son bastante buenos y ningún objeto que les lanzaban daba en el blanco, pero la situación empezaba a salirse de control, las mujeres humanas quienes no tenían muchos atributos de belleza convencionales (eran bastante feas), se estaban poniendo bastante agresivas y el oso empezó a disfrutar que las féminas del lugar pelearan por él. Zinnia se harto y salió
Las lágrimas rodaban por el rostro de Birgrem y caían al suelo, el oso se reía tanto que literalmente está llorando de la risa, el brujo sacó pecho al ver el terror que sus palabras causaban en el karhu, él definitivamente era un brujo poderoso al cual no se debía ofender. En el salón del trono el rey elfo esperaba impaciente a que llevaran a karhu ante su presencia, estaba nervioso, su aspecto actual llamaba mucho la atención de los machos del lugar, pero no sabía si sería del gusto del karhu. El brujo entró y una sonrisa lasciva apareció en su rostro, su rey seguía siendo tan atractiva como siempre, por eso le gustaban los elfos, podían volverse su fantasía real, estaba seguro que no existía ninguna mujer real con esos atributos. Sus ojos se estrecharon al ver que su rey había escondido su vientre de embarazada, ¿Era por el karhu, estaba avergonzado de que lo viera en ese estado? decidió no hacer mucho lío, después de todo el rey no se iba a deshacer de su hijo. Con un f