Ahora mismo, no logro identificar si los fuegos artificiales retumban en el cielo o en mi estómago. De lo único que estoy consciente es de que esto me gusta demasiado.Mis manos toman su nuca con impaciencia porque necesito más de él, de su boca con sabor a helado, de su lengua al acariciar la mía, de su aliento. Necesito que nuestros latidos se unan, que nuestra respiración se mezcle y me enloquezca aún más.Todos los sonidos a nuestro alrededor son opacados por la música de nuestros labios al saborearse. Las personas dejan de existir, este lugar se torna borroso y en nuestra burbuja solo estamos él y yo, sumidos en este delicioso beso que ya me está poniendo caliente.Sus dedos rozan mi cuello en un jugueteo que me eriza los vellos, al mismo tiempo en que su lengua lame la mía. Corrientes placenteras viajan por toda mi piel, acompañadas con los escalofríos que me hacen temblar; asimismo, siento punzones leves en mi estómago, pelvis y...Si esto es tan solo con un beso, ¿cómo será c
«No quiero vivir un amor incierto, como tampoco quiero seguir arriesgando tu vida».«¿Me estás rechazando?»«Lo siento...»«Me vas a hacer más daño si me rechazas».«Lo superarás».***—¡No me jodas, Arel! —Me levanto de repente, fuera de mis cabales—. ¡Oh, no! ¡A mí no me vas a tratar como a una loca! ¡Vi a esa bestia! ¡Tú estabas allí conmigo, con un demonio!—Hubo un enfrentamiento, las personas se asustaron y tú te alteraste. Te subí a la camioneta porque entraste en estado de shock y, debido a lo nerviosa que te encontrabas, te desmayaste. Es por eso que te llevé a tu casa y te dejé allí dormida. Es lo que sucedió.—¡Maldición! Había una mujer de cabellos rosados. Ella hirió a la bestia con una espada de plata, luego se me acercó y empecé a sentirme débil. Ella me hizo algo, estoy segura.—¿Te estás escuchando? —Arel se me acerca, mas yo retrocedo.—No me trates como a una loca, Arel. En este pueblo suceden cosas extrañas. Despedazan personas cerca del bosque y dentro de este, ha
«¿Quién es el chico de ojos grises?»«No sé de quién me hablas. No conozco a ningún chico de ojos grises».«¿Me crees idiota? Lo llamas mientras duermes. Has mencionado el nombre de otro hombre cuando tienes un orgasmo conmigo. ¿Acaso me estás engañando?»«Nunca haría tal cosa. Lo he dejado todo por ti para venir a cumplir tus sueños. No me trates como a una cualquiera; tú eres el único hombre con el que he estado, León».«En cuerpo. Solo me abres las piernas, pero tu mente se va lejos y luego lo mencionas a él. ¿Cómo crees que me hace sentir eso? Dime, Aliana, ¿quién es Arel?»***No sé describir este momento cuando la tensión en esta habitación es palpable. Arel me mira a la expectativa, esperando una respuesta que no llega.¿Por qué con él es tan difícil? Con León no tuve esta indecisión, sino que a él lo complacía sin rechistar. ¿Qué tiene de especial acostarme con Arel? ¿Qué significan sus palabras?«No habrá marcha atrás», se repite en mi cabeza y me hace titubear, pero, ¿por qu
Despierto con la cabeza dándome vueltas, unas náuseas horribles y un terrible dolor de estómago. Me miro al espejo y me espanto ante mi imagen pálida y desaliñada. Los contornos de mis ojos están azules, mi piel blanca como un papel, mis labios resecos y sin color, a eso se le suma mi cabello, cuyo aspecto se me parece a un nido de pajaritos.¡Estoy horrible!Luzco como si padeciera una enfermedad terminal o algo así. Tras darme un baño y hacer que mi cabello dorado luzca decente, corro a la cocina para beber agua.Tengo mucha sed.Después de beber agua como si mi vida dependiera de ello, preparo una ensalada de frutas. No creo que mi estómago retenga un desayuno pesado.Mientras como, un torrente de gotas de dolor rueda por mis mejillas. No entiendo este sufrimiento, esta sensación de vacío y abandono. Limpio mis lágrimas y guardo la ensalada porque ya no puedo seguir comiendo.No tengo apetito.Debería ponerme a coser y adelantar los pedidos que tengo pendientes, pero me siento muy
CuentistaÉrase una vez, una gran nación llamada Hadima. Estaba dividida en ocho pueblos y varias comunidades. El pueblo principal y moderno llevaba el mismo nombre de Hadima, al igual que el imponente bosque que ocultaba a otras naciones especiales.El bosque Hadima era único por el poder que en él se escondía, debido que era un espacio infinito que ocultaba naciones jamás vistas y seres maravillosos. Las naciones más temidas eran la de los licántropos, quienes se dividían en dos especies diferentes: Los hombres lobos y los Metamorfos o cambia formas. Aunque ambas especies cambiaban su figura, los hombres lobos se convertían en una bestia con apariencia humana y animal, mientras que los Metamorfos se transformaban en un enorme lobo.Ambas especies poseían habilidades especiales, gran rapidez y una fuerza superior a los humanos, asimismo, no padecían enfermedad. No obstante, los hombres lobos tenían una debilidad que los podía llevar a la muerte: la plata. Y, aunque a los cambia form
No sabría explicar el éxtasis de este momento. Arel y yo, después de pronunciar las frases que no entiendo, pero que dentro de mí necesitaba hacer, nos miramos a los ojos con una felicidad intensa, como si hubiésemos alcanzado un gran logro.Sus labios besan los míos con delicadeza y disfrutamos de nuestro sabor sin prisa. Pronto envuelvo mis brazos alrededor de su cuello y nuestros cuerpos se rozan deseosos, pero con un poco de timidez. No soy virgen, tuve sexo con León por varios años, pero ahora mismo, me siento toda una inexperta.Arel acaricia mi espalda baja con su palma, que va bajando a mis nalgas; gruño cuando la aprieta y me estrujo con ansias contra su cuerpo.—Voy a explotar, Aliana; no obstante, debes saber que yo... —No termina la frase. Puedo percibir vergüenza en su expresión. Tomo su mano y lo encamino a la habitación; ambos temblamos por la anticipación a lo que sigue, puesto que sabemos que nuestra vida dará un giro ahora.Empiezo a desnudarlo con delicadeza y él ha
CuentistaEsta es la historia de un chico que usa sus poderes para lograr su objetivo, pero una energía más fuerte que la suya pone barrera, por lo tanto, cae desplomado en el suelo. En ese momento, una joven mujer de cabellera rosa se le acerca y lo mira con desaprobación.—¿Qué haces? —interpela ella con expresión desdeñosa.—Sabes lo que hago, así que no sé por qué preguntas. —Disculpa si te molesto. Tampoco era necesario ser tan indeseable.—Necesito concentrarme en lo que estoy haciendo y tus reclamos me distraen.—Tratas de traerla, ¿cierto? No pierdas tu tiempo, puesto que ningún omorfiano ha podido transportar a otra persona por su cuenta, por lo tanto, necesitas a un compañero.—Vete de aquí si no me ayudarás; no me hace falta tu optimismo —le responde con sarcasmo. Él suspira por la frustración al no obtener resultados, acto seguido, decide ir a descansar a su hogar para recuperar energía. «Será otro día», dice para sí mismo. Necesita automotivarse para no desistir.***Ar
CuentistaÉrase una vez, una región llamada Hadima. Esta contaba con ocho pueblos y varias comunidades de criaturas con poderes especiales, conformadas por los licántropos, los omorfianos, los hombrecillos musgos, criaturas de las penumbras, las brujas chupa sangre y las criaturas del bosque paraíso; estos últimos eran animalitos endémicos de Hadima. Desde antaño, las criaturas de Hadima y los humanos estuvieron en guerra, puesto que los segundos les tenían recelo a sus habilidades sobrenaturales.Con el tiempo, algunos humanos se mezclaron con las criaturas de Hadima, portando sangre sobrenatural y siendo llamados humanos no puros. Aunque no todos presentaban algún cambio o habilidad especial, de vez en cuando nacían humanos no puros con esas habilidades.Puesto que las comunidades se peleaban unas con otras, decidieron hacer paz y poner reglas para la convivencia tranquila. Fue así como todas las comunidades especiales unieron fuerzas y crearon una dimensión que separó a los humanos