CuentistaÉrase una vez, una gran nación llamada Hadima. Estaba dividida en ocho pueblos y varias comunidades. El pueblo principal y moderno llevaba el mismo nombre de Hadima, al igual que el imponente bosque que ocultaba a otras naciones especiales.El bosque Hadima era único por el poder que en él se escondía, debido que era un espacio infinito que ocultaba naciones jamás vistas y seres maravillosos. Las naciones más temidas eran la de los licántropos, quienes se dividían en dos especies diferentes: Los hombres lobos y los Metamorfos o cambia formas. Aunque ambas especies cambiaban su figura, los hombres lobos se convertían en una bestia con apariencia humana y animal, mientras que los Metamorfos se transformaban en un enorme lobo.Ambas especies poseían habilidades especiales, gran rapidez y una fuerza superior a los humanos, asimismo, no padecían enfermedad. No obstante, los hombres lobos tenían una debilidad que los podía llevar a la muerte: la plata. Y, aunque a los cambia form
No sabría explicar el éxtasis de este momento. Arel y yo, después de pronunciar las frases que no entiendo, pero que dentro de mí necesitaba hacer, nos miramos a los ojos con una felicidad intensa, como si hubiésemos alcanzado un gran logro.Sus labios besan los míos con delicadeza y disfrutamos de nuestro sabor sin prisa. Pronto envuelvo mis brazos alrededor de su cuello y nuestros cuerpos se rozan deseosos, pero con un poco de timidez. No soy virgen, tuve sexo con León por varios años, pero ahora mismo, me siento toda una inexperta.Arel acaricia mi espalda baja con su palma, que va bajando a mis nalgas; gruño cuando la aprieta y me estrujo con ansias contra su cuerpo.—Voy a explotar, Aliana; no obstante, debes saber que yo... —No termina la frase. Puedo percibir vergüenza en su expresión. Tomo su mano y lo encamino a la habitación; ambos temblamos por la anticipación a lo que sigue, puesto que sabemos que nuestra vida dará un giro ahora.Empiezo a desnudarlo con delicadeza y él ha
CuentistaEsta es la historia de un chico que usa sus poderes para lograr su objetivo, pero una energía más fuerte que la suya pone barrera, por lo tanto, cae desplomado en el suelo. En ese momento, una joven mujer de cabellera rosa se le acerca y lo mira con desaprobación.—¿Qué haces? —interpela ella con expresión desdeñosa.—Sabes lo que hago, así que no sé por qué preguntas. —Disculpa si te molesto. Tampoco era necesario ser tan indeseable.—Necesito concentrarme en lo que estoy haciendo y tus reclamos me distraen.—Tratas de traerla, ¿cierto? No pierdas tu tiempo, puesto que ningún omorfiano ha podido transportar a otra persona por su cuenta, por lo tanto, necesitas a un compañero.—Vete de aquí si no me ayudarás; no me hace falta tu optimismo —le responde con sarcasmo. Él suspira por la frustración al no obtener resultados, acto seguido, decide ir a descansar a su hogar para recuperar energía. «Será otro día», dice para sí mismo. Necesita automotivarse para no desistir.***Ar
CuentistaÉrase una vez, una región llamada Hadima. Esta contaba con ocho pueblos y varias comunidades de criaturas con poderes especiales, conformadas por los licántropos, los omorfianos, los hombrecillos musgos, criaturas de las penumbras, las brujas chupa sangre y las criaturas del bosque paraíso; estos últimos eran animalitos endémicos de Hadima. Desde antaño, las criaturas de Hadima y los humanos estuvieron en guerra, puesto que los segundos les tenían recelo a sus habilidades sobrenaturales.Con el tiempo, algunos humanos se mezclaron con las criaturas de Hadima, portando sangre sobrenatural y siendo llamados humanos no puros. Aunque no todos presentaban algún cambio o habilidad especial, de vez en cuando nacían humanos no puros con esas habilidades.Puesto que las comunidades se peleaban unas con otras, decidieron hacer paz y poner reglas para la convivencia tranquila. Fue así como todas las comunidades especiales unieron fuerzas y crearon una dimensión que separó a los humanos
«¿Te ha gustado? Es la primera vez que beso en la boca, así que no soy un experto».«Me gustó. ¿Cuándo nos veremos de verdad? Es decir, fuera de mis sueños».«Cuando rompa la barrera que te llevó a otra dimensión y logre traerte de vuelta a casa. Debes ser paciente».Despierto con el cuerpo relajado y una sonrisa en la cara. Le beso la nariz a Arel, quien todavía está dormido y me dirijo al baño.—Hola... —Doy un saltito al sentir su aliento en mi oído. Me giro con la intención de mirarlo a la cara y beso su mejilla cuando me pongo de puntitas para alcanzarlo.—Buenos días... —balbuceo feliz.—Voy a empezar a trabajar horas extras para hacer más dinero, de esa manera, junto con unos ahorros que tengo podremos establecernos en otro pueblo. Si mis cálculos no me fallan, en dos meses estaremos listos para irnos de aquí. Estoy investigando acerca de algunos lugares donde podremos vivir tranquilos.—Yo voy a ayudarte. Voy a retomar la costura, así que necesito que vayas a la casa por mi má
Cuentista¿Ya les había contado acerca de la niña de cabellos dorados, ojos verdes y una sonrisa hipnotizante? Ella esperaba por su madre, quien le había prometido que se encontrarían en el bosque. Su sonrisa se opacaba y sus ojos esmeraldas se tronaban tristes, al presentir que su madre no llegaría. Se sentía abandonada y sin salida, pero para su fortuna, el niño de ojos grises estaba a su lado y su compañía le daba seguridad. —No estés triste. Mejor vayamos a buscar mangos para comer.—Pero no debemos salir de la cueva, sabes que nos podrían encontrar.—Ya revisé y la bestia no está por aquí, tampoco la señora fea.—Bueno... —aceptó, aunque no muy convencida. El chico empezó a desnudarse y ella se volteó para darle privacidad, cuando los sonidos le informaron que podía voltearse, ella se giró. Sonrió en el instante en que encaró al pequeño lobo gris, quien hacía movimientos con su cabeza para que ella se subiera sobre su lomo. La chica obedeció llena de alegría, ya que sentir el
CuentistaÉrase una vez, dos amantes...—Mi padre entenderá, él es de mente abierta —dijo el joven de cabellera negra y ojos celestes.—En mi villa no lo harán. Estamos rompiendo las reglas porque nuestro amor es prohibido —se lamentaba la chica de ojos plateados, con tristeza en la mirada y la desesperanza carcomiendo su pecho.—Te voy a reclamar como esposa, amor mío. Eres mi mate. Lucharé por ti.—Tú eres mi Turug, te amo.—Yo también te amo.Sus labios se unieron con anhelo. La esperanza de poder vivir su relación con libertad les dio las fuerzas suficientes para luchar por su amor.***AlianaLas carcajadas abandonan mi garganta, que arde después de un largo rato. No sé si las risas son producto de una crisis nerviosa o, si en realidad, las palabras de John son muy graciosas debido a lo ridículas que me resultan.Cuando me "recupero" de mi ataque de risa —porque todavía sigo nerviosa—, John vuelve a sentarse y me mira con seriedad, dándome a entender que no ha hecho una broma.—E
CuentistaÉrase una vez, una hermosa princesa de cabellera dorada y ojos verdes como el jade. Ella solía visitar el campo de los caballos voladores, debido a que allí se encontraba con su enamorado. Aquel día, él no se presentó, por lo que ella decidió darse un baño en el río. El agua salpicaba por doquier cuando la chica chapoteaba entre risas. Le encantaba nadar y sentir la corriente del río acariciar su piel. El agua la representaba, puesto que era su habilidad controlar dicho elemento. Mientras ella se divertía, unos ojos oscuros la observaban desde lejos, la maldad detrás de unos arbustos no perdería esa oportunidad.No pasó mucho tiempo para que los gritos de la chica resonaran en el remoto lugar; sin embargo, estos no fueron escuchados y, como resultado, no vino nadie a evitar su deshonra.***AlianaEn estos días he estado un poco débil y desorientada. Aun no entiendo por qué estoy en casa de John, tampoco por qué no puedo moverme cuando él me toca por las noches. Dos lágrima