Federico iba conduciendo a una velocidad media como tratando de alargar el viaje, se sentía un estúpido al temer la reacción de Lizzy.

Y no era falta de seguridad en el mismo, siempre supo exactamente lo que quería a lo largo de su vida , la prueba más fehaciente de su actitud en la vida era su matrimonio con Elizabeth.

Estaba dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias para tenerla con él, si hasta lo más bajo que pudiera usar para persuadirla.

Pero todo se convirtió en algo más que una atracción física extremadamente pasional, era el estar con ella y disfrutar de su compañía, hablando o mirando una tonta película.

Mientras tanto, a unos cientos de kilómetros de donde el estaba Elizabeth se estaba preparando para la fiesta víspera de Año nuevo.

Habían preparado diferentes platos que compartirían con los otros habitantes quienes a su vez aportarían los suyos.

En el centro del pueblo habían dispuesto más luces, guirnaldas y todo tipo de adornos alusivos a la fecha.

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