Capítulo 38 La libertad para decidir
Ella se tiró a su lado, aún tenía espamos de tanto llanto, hizo varios suspiros profundos.

_aún sientes algo por él... lo sé_ sentía que los celos lo consumían_ era eso lo que te pasaba ayer.

Ella creyó que ser tan directa iba a ser contraproducente tenía miedo de su reacción.

_Estaba abrumada por todo esto, estoy acostumbrada a cosas sencillas como el desayuno que compartí contigo._se atrevió a ponerle la mano en el pecho_ Fede.. no necesito que me regales cosas caras, sabes que me llenaría más? saber de tí, ni siquiera sabía que tenías un amigo_ se encogió de hombros.

El ni siquiera atinaba a tocarla como si se sintiera desconectado.

_desde ahora dormiré en otra habitación, así no te sientes incómoda. _dijo como sino la hubiera escuchado.

Ella saltó sobre la cama incrédula.

_ pero que dices?

El se sentó frente a ella.

_estas confundida, no sabes lo que quieres. _ El también estaba abrumado_ quieres irte, me dices que me quieres pero eso no me alcanza, no quiero migajas, no soy e
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