- No- apenas lo pude alcanzar a escuchar una vez que recuperó el aliento- No, no,no- negó con su cabeza mientras yo me aferraba a su cuello para evitar que se separara de mí.- No quería verte sufrir, traté de mantenerme fuerte yo sola el mayor tiempo que pude pero cuando me enteré de el bebé fue tanto que simplemente me desbordé- hablé sintiendo un nudo en la garganta.- ¿Hace cuanto lo sabias? ¿Cuando, Cómo?- preguntó temeroso de mi respuesta.- Dos meses...cuando los bochornos avanzaron me preocupé y fui al doctor, me dijo que mi etapa estaba avanzada pero no tanto como para que el tratamiento no funcionara, lo inicié en seguida, he tenido avance pero aún falta un poco para saber sí tengo otra oportunidad - mis lágrimas salían sin poder evitarlo y los ojos de Alonso estaban cristalinos.- No debiste de haber pasado por ésto sola... No debí de alejarme tanto de ti, debí haber seguido mis instintos y preguntarte lo que pasaba, lo siento-- Ya no podemos volver el tiempo atrás, nuest
- ¡Mami!- mis pequeños llegaron corriendo hacia mí en cuanto entramos por la puerta de la casa de su abuela, Alonso había quedado rezagado, sacando las maletas del auto.- Hola mis pequeños- traté de cargar a los dos pero me fue imposible, no sabía si era por que ya estaban demasiado grandes o por mi falta de fuerzas, intenté de nuevo y por fin, traté de que no se dieran cuenta de la excesiva fuerza que estaba haciendo para poder con ambos, lo hice aunque no por mucho tiempo.- Dios mío, Andrea, no debes sostener tanto peso- Alonso llegó hasta mí para quitarme el peso de mi hijo de los brazos y él en seguida empezó a llorar.- ¡Hey!- le reclamé - Yo puedo- traté de que me lo diera nuevamente pero no lo hizo, quería a ambos de mis hijos, siempre los había cargado. ambos sin problemas.- Sabes que no puedes cargar y menos a los dos- me reprendió, asentí sabiendo que era verdad y me senté en el sillón de la sala, Alonso bajó a mi hijo y este corrió a mis brazos, mis dos amores estaban co
Narra AlonsoSentí el cuerpo de mi esposa desvanecerse entre mis brazos y mi corazón sufrió un pequeño infarto, mis hijos se encontraban frente a mí mirando a su madre desmayada, pero gracias a Dios su abuela actuó más rápido y les dijo que todo estaba bien, los llevó a la cocina con alguna excusa tonta, ella me miró rápidamente y después a las escaleras, asentí sabiendo a lo que se refería y rápidamente subí de dos en dos los escalones, abrí la habitación más cercana que era la principal y recosté su frágil cuerpo en medio de la cama, el rubor que había notado en su rostro se intensificaba y su piel empezaba a arder, quite el exceso de ropa de su cuerpo con mucho cuidado para tratar de disminuir algo de la fiebre.- Ya he llamado al doctor, dejé a los niños con tu padre, acaba de llegar y le he pedido a alguien del servicio que traiga trapos húmedos, trataré de hacer algo para bajarle la fiebre.Asentí sin saber que hacer, no sabía si esto era parte del embarazo, el cansancio o por s
Narra AndreaAbrí mis ojos sintiendo el pesar en mi cuerpo, la cabeza me iba a estallar y unas náuseas horribles se hacían presentes en mis malestares, era como si en un momento me hubiera caído un avalancha de piedras sobre mí.- Andrea, Andrea, mi amor- Oí la voz de Alonso y de repente apareció a mi lado mientras tomaba mi mano delicadamente, me costó solamente mover un poco l acabeza para poder conectar nuestras miradas.- ¿Que pasó?- me senté en la cama con la ayuda de Alonso medio desorientada, no siquiera podía cargar mi propio peso sin ayuda.- Te desmayate en la sala de mi madre, estabas ardiendo en calentura y te trajimos hasta aquí para bajarla, el doctor llegó un par de minutos después...saqué a mi madre de la recámara para explicarle sobre tu condición al doctor y él dijo que debido a tu enfermedad era normal, lo he convencido de no decir nada a mi madre y le ha dicho que es una infección. - Ahora recordaba todo, bajé mi mirada, esto apenas estaba empezando, en esto se iba
Había pasado un par de días desde mi incidente en la casa de Martha, ahora Alonso, los pequeños y yo nos encontrábamos en nuestro propio hogar y hoy por primera vez íbamos a ver al bebé en su primera ecografia, Alonso estaba muy emocionado, tanto que le contagiaba la alegría a todos en la casa, él no paraba de contarles a Marco y Mía sobre como Gabriel los habían confundido diciendo que sólo eran uno y recalcaba muy seguido lo traviesos que eran desde pequeños a lo cual mis hijos sólo reían a carcajadas.Ahora nos encontrábamos desayunando todos en familia entre los gritos de los niños y los reproches de Alonso avía su mal comportamiento en la mesa, en unas dos horas Gabriel nos había citado en su consultorio para verme y muy amablemente había accedido para que mis pulgas pudieran pasar al consultorio y compartieran nuestra dicha al ver por primera vez a su hermano o hermana pequeño en una imagen en vivo.- Andrea- murmuró Alonso haciéndome reaccionar para sacarme de mis pensamientos.
Suspiré levantando me de la cama, miré en mi escritorio y vi todos los medicamentos sobre el, tomé dos frascos entre mis manos y vi la etiqueta. No consumir durante el embarazoTragó el nudo que se ha formado en mi garganta y pienso...Vamos a superarlo pequeño, tu sólo tienes que ser fuerte y resistir, yo me encargaré de lo demás, lo prometo.- ¡Amor! Andrea, necesito un poco de ayuda por aquí- oí los gritos de Alonso y salí de mi cuarto, abrí la puerta y mis ojos se agrandaron al ver la escena de risa frente a mis ojos.- Mami- mi pequeña hija tenía los ojos llorosos mientras su padre trataba de arrancarle el cepillo del cabello el cual estaba todo enredado, los jalones que daba eran descuidados, avanzo hacia ellos y le impido seguir tocando el nido en sus cabeza que ha formado.- Oh Dios, tranquila muñeca, mami lo arreglara, no te muevas demasiado- mi hija empezó a llorar y Alonso solo miraba la escena con nerviosismo.- Te lo dije, las niñas son unas chillonas, papá- habló mi hij
En mis manos aún sostenía la foto del pequeño integrante en la familia Máximo, ese pequeño punto blanco era mi hijo y aún no me cabía en la mente.- Niños, porque no van con Ana, mi asistente, para que les de una paleta- mis hijo asintieron alegres ante la mención de dulces, no necesitaron más para salir de un salto abriendo la puerta de par en par, me encontré con la calida mirada de Sara quien me aseguró desde la ventana que los cuidaría.Un nudo en mi garganta formó al ver la cara de Gabriel, algo nadaba mal, con el ceño fruncido me levanté de la camilla y Alonso se acercó a mí, también había notado ese tono extraño, la había se volvió aún más fría de repente y me abracé a mí misma para quitar la mala sensación que viajaba por mi cuerpo justo ahora.- ¿Qué pasa?- pregunté sin rodeos, estaba aún en bata sentada frente a su escritorio, casi podía sentir mis manos temblar por debajo.- Andrea, mi intención no es alarmarlos sin embargo como médico mi deber es advertirles y prevenir cua
Las lágrimas se salían de mis ojos sin poder evitarlo, la situación de hace unos años se volvía a repetir y nadie podía entenderme, era mi hijo del que hablaban, al cual querían matar, ni siquiera Alonso me lo arrebataría.- Andrea, sé que es duro pensarlo pero entiende que la situación ya es lo bastante dura en tu estado por la enfermedad pero un niño- Alonso trataba de cambiar mi parecer sin embargo no lo iba a lograr- Exacto, soy yo la que tiene este hijo, soy yo la que tiene que lidiar con el problema, soy yo la de la enfermedad y por lo tanto sólo yo voy decidir el futuro de mi hijo, él va a nacer y va a vivir así sea lo último que haga- los gritos me estaban afectando, ser repente el suelo empezó a moverse- Andrea, Andrea, ¿Que me sucede?- oí la voz de Alonso lejana.- Recuesta la, aquí sobre la camilla - sentí los brazos de Alonso cargar mi cuerpo y postraré en una suave superficie- Su presión arterial se disparó, tengo que estabilizarla- estaba desconcertada por lo que suce