En mis manos aún sostenía la foto del pequeño integrante en la familia Máximo, ese pequeño punto blanco era mi hijo y aún no me cabía en la mente.- Niños, porque no van con Ana, mi asistente, para que les de una paleta- mis hijo asintieron alegres ante la mención de dulces, no necesitaron más para salir de un salto abriendo la puerta de par en par, me encontré con la calida mirada de Sara quien me aseguró desde la ventana que los cuidaría.Un nudo en mi garganta formó al ver la cara de Gabriel, algo nadaba mal, con el ceño fruncido me levanté de la camilla y Alonso se acercó a mí, también había notado ese tono extraño, la había se volvió aún más fría de repente y me abracé a mí misma para quitar la mala sensación que viajaba por mi cuerpo justo ahora.- ¿Qué pasa?- pregunté sin rodeos, estaba aún en bata sentada frente a su escritorio, casi podía sentir mis manos temblar por debajo.- Andrea, mi intención no es alarmarlos sin embargo como médico mi deber es advertirles y prevenir cua
Las lágrimas se salían de mis ojos sin poder evitarlo, la situación de hace unos años se volvía a repetir y nadie podía entenderme, era mi hijo del que hablaban, al cual querían matar, ni siquiera Alonso me lo arrebataría.- Andrea, sé que es duro pensarlo pero entiende que la situación ya es lo bastante dura en tu estado por la enfermedad pero un niño- Alonso trataba de cambiar mi parecer sin embargo no lo iba a lograr- Exacto, soy yo la que tiene este hijo, soy yo la que tiene que lidiar con el problema, soy yo la de la enfermedad y por lo tanto sólo yo voy decidir el futuro de mi hijo, él va a nacer y va a vivir así sea lo último que haga- los gritos me estaban afectando, ser repente el suelo empezó a moverse- Andrea, Andrea, ¿Que me sucede?- oí la voz de Alonso lejana.- Recuesta la, aquí sobre la camilla - sentí los brazos de Alonso cargar mi cuerpo y postraré en una suave superficie- Su presión arterial se disparó, tengo que estabilizarla- estaba desconcertada por lo que suce
Habían pasado un par de días desde la consulta con Gabriel, el ambiente había estado algo tenso entre Alonso y yo desde entonces pero aún y con todo esto estábamos listos para viajar con el doctor que nos recomendó Gabriel en la última consulta, los niños se habían quedado con mi abuela, sin mucho reproche creyendo que nuestro viaje era de negocios, no era muy común que ambos viajaramos juntos pero tampoco se les hacía tan extraño.- ¿Lista para esto?- preguntó Alonso mientras abrochaba su cinturón dentro del carro, mi vista se conecto con la suya y asentí.- Eso creo- murmuré viendo como nos alejábamos de la casa de mi abuela.- Aun no le esos dicho nada, ¿cuando planeas hacerlo?- no quería decirle nada a mi abuela o. así familia, después de todo como podría decirles que tenía una enfermedad terminal de la que no sabía si me recuperaría pero que sin importar eso tendría un bebé.- Aún no lo he pensado...necesito tiempo, no es fácil-- Comprendo Andrea, no trato de presionarte, sólo qu
Narra Alonso Máximo Sentía todos mis músculos tensos, el solo ver a Andrea, cerca de ese doctor encendía mis celos al máximo y no estaba dispuesto a seguir parado detrás de ellos mientras continuaban sus abrazo y sollozos uno con otro.Ni siquiera me había dado cuenta de lo fuerte que había apretado mis puños hasta que estos se volvieron blancos.Me sentía impotente al ver como William se ponía frente a ella, para limpiar sus lágrimas y le prometía curarla, yo no podía hacer lo mismo, no puedo curarla pero daría todo por hacerlo, el traerla aquí era una muestra de ello sin embargo por más que me revolviera el estómago verla así el tipo era él único con quien podía contar para salvar a la mujer de mi vida.Sus ojos se llenaron de lágrimas cuando William le dijo esas palabras y de un momento a otro ya la tenía entre sus brazos como sí yo no existiera.Apreté mis dientes para evitar tirarle su perfecta dentadura al tipo.- Bueno, entonces todos aquí queremos lo mismo que tú...no es así
Salí de aquel elevador con el corazón en la garganta, sus palabras me había afectado aún más de lo que se me notaba, sus ojos demostraban arrepentimiento pero no podía reparar mi corazón roto con sólo eso, ni mi bebé ni yo teníamos la culpa de la situación y de repente con la única persona que juró estar conmigo en las buenas y en las malas frente a un altar me daba la espalda y me culpaba de los malos momentos.Caminé sin rumbo por aquella zona desconocida hasta que pude toparme con un parque apenas vacíoMe senté con los ojos aguados en una banca y suspiré pesadamente sosteniendo mi cabeza entre mis manos.- Por favor mami!! Sólo una bolita pequeña de helado, hace mucho que no lo como una, porfavor- oí la suave voz de un niño parecida a la de mi hijo lo cual me hizo voltear a su dirección, aquel niño trataba de llamar la atención de su ocupada madre tirando de su vestido mientras ella miraba unos papeles demasiado concentrada.- Sabes que no podemos gastar mucho dinero ahora, Jhon-
Jhon y Annie se habían ido hace unos minutos y cabe decir que los dos tenían una sonrisa en sus rostros demasiado grandes.Caminé por el parque olvidándome nuevamente de todo, para distraer mi mente hasta que recordé algo, saqué el teléfono de mi bolsa y marque un número- Hola?- respondieron en el otro lado de la línea- Como esta mi cuñado preferido!?-exclamé emocionada- Hola, te recuerdo que soy el único cuñado que tienes Andrea- dijo después de una gran carcajada- Como vas con Fanny?- pregunté sentándose debajo de la sombra de un árbol- Todo bien, que tal haz tu?-El silencio inundo la línea por un momento, no sabía si decir la verdad o mentir por su bien- Sigues ahí?- preguntó extrañando- Amm si lo siento, estoy bien...aún siguen de viaje?- traté de cambiar la conversación- Estas bien, suenas un poco rara?-- No, todo bien sólo creo que me voy a enfermar- dije nerviosa mientras empezaba a arrancar un poco de pasto- Bien, haré como que te creo y si aún seguimos de viaje con
Ahora estábamos los dos en el sofá del despacho, yo estaba medio acostada en esté y Alonso postraba su cabeza en mi panza mientras me abrazaba por la cintura y yo peinaba un poco su largo cabello, había crecido demasiado desde su último corte.- No logro escuchar nada- dijo con un puchero en los labios, había estado tratando de decirle eso desde que se le ocurrió la loca idea de escuchar a nuestro hijo con sólo poner su oído sobre mi estómago, pero el señor "todo lo puedo" siguió intentando pese a mis insistencias.- Amor, creo que necesitas uno de esos aparatitos que usan los doctores para oirlo- dije burlona.- ¿Un estetoscopio?- preguntó y yo sólo asentí mientras sentía sus finos cabello entre mis dedos, casi podía quedarme dormida en esta cómoda posición, pero de pronto el se paró rápidamente de su lugar y caminó con grandes zancadas hasta el escritorio donde estaba su teléfono, marcó un par de números y esperó, ahí iba mi comodidad y sueño.- Soy yo, necesito uno de esos aparatit
Lunes. Se que muchos lo odiarían pero para mi ahora es uno de los mejores días, hoy por fin será mi primer día de trabajo. Desperté demasiado temprano para estar de lo las arreglada y lista, salí del baño dándome los últimos toques en el espejo cuando oí a mi hijos gritar desde su cuarto. Caminé cansada sabiendo que era lo mismo de cada mañana, ellos peleando por cualquier cosa mientras yo los trato de arreglar con el uniforme y los ayudo a arreglar sus útiles pero si me ponía a hacer eso en este momento no iba a poder llegar a la empresa a tiempo, es verdad que soy jefa y no tengo hora de llegada sin embargo algo que había aprendido de mi exitoso marido es que al estar al frente de una empresa tu debes de poner el ejemplo. Abrí la puerta del cuarto y los niños ni siquiera se habían cambiado - Mía ve con Sara y dile que te piene, Marcos despierta a tu padre y que él te peine a ti, pónganse el uniforme rápido y que una de las empleadas cheque los útiles de sus mochilas- dije ráp