Aún estaba dormida en esos acojedores brazos que me cubrían de ese frío horrible cuando oí el ruido de la puerta abrirse, con mucha pesadez traté de abrir los ojos y en el lumbral de la puerta estaba Lucas " Andrea" me llamó Lucas por medio de señas " Era la única habitación con luz encendida, no es así?" adiviné con una pequeña risita al recordar el día que lo conocí y el sólo asintió levemente, me removí un poco para salir de los brazos de Alonso aun en contra de mi voluntad, el hizo un murmullo pero se dio la vuelta abrazando a su almohada, corrí las sabanas un poco indicándole a Lucas que durmiera aquí y él rápidamente corrió hasta nosotros y brincó en medio de la cama provocando que Alonso se leventara sobresaltado - Dios, Lucas ¿que haces aquí?- Alonso se talló los ojos y lo vio " No pude dormir, hace mucho frío" demandó con sus manitas - Tenia mucho frío para dormir solo- le traduje a Alonso - Bien puedes quedarte- Alonso le sonrió y lo arropó quedando Lucas en medio de no
Una vez que llegamos a casa le pedí a Sara que llevara al estudio una maleta que guardaba en el armario donde tenia algunas cosas personales de mi infancia mías y de mis padres, de ahí sacaría el regalo para Marco. - Aquí esta la maleta, niña- Sara la dejó sobre el escritorio y yo le agradecí con un leve gesto, ella salió sin decir nada, dejándome sola, abrí la maleta levemente, sabía bien que al abrirla iba a destapara tantos recuerdos de mi infancia y eso seguro que iba a doler. Fui sacando pequeñas cosas tales como ropa, joyas de mi madre, pertenencias de mi padre y una muñeca muy especial para mi por que había sido el último regalo por parte de mi padre, sentí una lágrima cálida recorrer mi mejilla al recordarlo *Flashback* - ¡¡Papi papi!! Ya han llegado- dije corriendo por las escaleras hasta sus brazos donde él me atrapó y me llevó hasta su regazo dándome un fuerte abrazo. - Cómo esta la princesa de este reino?- mi padre solía llamarme princesa y siempre decía que mi madre e
Bueno ya había pasado nuestra cena navideña y ahora Alonso y yo estábamos en nuestra habitación arreglando nuestras maletas pues salíamos mañana por la tarde al viaje pero no sabía a donde pues Marta no nos quizo decir, para que fuera una sorpresa. Por otra parte ya me sentía mejor de mis piernas, ya podía moverlas aunque aún no había logrado pararme de esta silla y no por falta de fuerza si no por que Alonso no me dejaba. - Vamos Alonso no quiero ir a este viaje en esta silla de ruedas- ahora estaba tratando de convencerlo para que me dejara pararme he intentar caminar pero él se había negado rotundamente - Entiendeme, que tal si te caes y te lastimas más dijo mientras se incaba para estar a mi altura y yo solo rodé los ojos mientras volteba a otra dirección - No me ignores, lo hago por tu bien, bebé- me tomo de la barbilla delicadamente hasta posar mi vista en la suya. - No me voy a caer por que estoy segura que si pierdo el equilibrio tu estarás ahí para sostenerme- dije parpad
Bien ahora estábamos de camino a la casa de mi abuela y nuestras maletas para el viaje ya estaban en la cajuela, aún no sabía a donde nos iba a llevar ese avión pero estando con él seria feliz así que no insistí mas y me mantuve cayada con respecto a ese tema. El auto aparcó un poco lejos de la entrada de la casa pues no había un lugar mas cerca, junto a Alonso habíamos pasado a comprar un regalo , unos chocolates sin azúcar los cuales no se me hicieron apetitosos pues a ¿quien le iban a gustar? Aun así Alonso insistió en comprarlos y yo le compre un ramo de flores muy coloridas como a ella le gustaban. - Alonso..amm yo la ultima vez que vine a ver a mi abu fue el día que peleamos por la pluma de tu padre, ¿recuerdas?... Bien pues yo no le he comentado a mi abuela que me case, ni siquiera que tuve un novio ...entonces..- - Tu, pequeña mentirosa no le has contado NADA a la única familia que tienes sobre nosotros- no parecía estar enfadado mas bien se notaba un tono de burla en su voz
Llevábamos la mayor parte de el vuelo entre besos y carisias, no habíamos dormido nada y estaba segura que cuando llegáramos al hotel íbamos a dormir primero que nada. - ¿Gusta algo de tomar señor Máximo?- Olvidaba el pequeño inconveniente que gran parte de el vuelo nuestros mimos habían sido interrumpidos por esa p*** que decía " joven un café, joven una almohada, ¡joven joven joven! ¡Dios! Ya me había artado lo suficiente y al parece Alonso notó mi coraje pues me abrazó más a él. - Señorita no se nos ofrece nada y dudo que el resto de el viaje sea diferente, me gustaría que nos dejara disfrutar de nuestro vuelo a mi esposa y a mi- Alonso habló con tono serio y la chica ofendida se dio media vuelta para dirigirse a la cabina moviendo sus caderas llamativamente. - Sabias que te quiero demasiado- dije dándole besos por toda la cara mientras él solo reía - Si hubiera sabido que me darías tantos besos por eso lo habría dicho desde que llegamos- Y así siguió el viaje pero sin mas int
Mis ojos no dejaban de mirar su rostro, admirar y memorizar cada pequeña facción que se encontrará en el, desde su fino cabello claro peinado de lado, sus perfectas cejas, unos ojos de color que penetraban mi ser y hacían temblar todo en mi, esa refinada nariz, me parecía tan perfecto que en costaba creer que le amaba que alguien como el pudiera fijarse en mi, ni siquiera me había tomado la molestia para ver la habitación tan solo sentía mi cuerpo pegado al suyo mientras mis manos se undian en su cuello. En es se momento recuerdos como flash es inundaron mi mente, desde el primer día que lo había visto en aquel restaurante, me pareció el hombre mas pedante en la faz de la tierra, después cuando fui a su casa y me amenazo llegue a aborrecerlo como a nadie pero la primera vez que pude verlo tal y como era fue cuando vio a su madre postrada en esa cama, sus lágrimas salían de los ojos y por un instante pude verlo tan débil y frajil ante el futuro de su madre que algo dio un vuelco en mi
Desperté sintiendo las sabanas pegadas a mi cuerpo desnudo y gracias a unos murmullos de la habitación la verdad no sabia que hora era pero el sol apenas se asomaba por la ventana dándome a entender que todavía era temprano. - ¿Cómo es posible que me hayan mandado aquí?- -Existen mas lugares en el mundo, ¿sabes?- -No, no me importa- -No lo voy a arruinar- - Sí, estamos bien- -Sabes lo que representa este lugar para mi- -¿Nuevos recuerdos?- -No lo se- -Sufrí mucho y ustedes lo sabian- -Claro- -Sí. Más que a nada- -Eso es parte de mi pasado ella es mi presente ahora y no haria nada para alejarla de mi lado - -Lo sé- -Adios- Eso es todo lo que pude escuchar cuando estaba en la cama y parecía que Alonso se había encerrado en el baño para platicar por telefono, trate de pararme de la cama pero un pequeño dolor mas abajo de mi abdomen se hizo presente así que me mantuve en la misma posicion, la puerta de el baño se abrió e inmediatamente cerre los ojos para finjir que seguía d
Estábamos por llegar al hotel e íbamos con las manos llenas de bolsas de todo lo que habíamos comprado y aunque yo no quería nada Alonso había insistido en que me comprara algo así que elegí un vestido de el que me había enamorado desde que lo vi en el aparador. En el transcurso de el viaje Alonso había estado perdido en sus pensamientos en gran parte de los lugares en que estábamos. Una pequeña vibración en mi bolsa me alarmó, acomodé las bolsas en uno de mis brazos para sacar mi teléfono el cual indictaba un nuevo mensaje. "Hola, Andrea he confirmado los últimos detalles para el aniversario será a media noche, te dejo la dirección al final de este mensaje, por sierto es en Milano Italia." Te quiere Alan -¿Te quiere Alan?- la voz de Alonso me llegó por detrás y se notaba sumamente serio - Es de cariño, dice que el aniversario será por la noche en...Milano- dije tratando de evitar sus celos - No me parece que se ponga tan cariñoso, ni siquiera deberíamos de ir estamos inter