Llevábamos la mayor parte de el vuelo entre besos y carisias, no habíamos dormido nada y estaba segura que cuando llegáramos al hotel íbamos a dormir primero que nada. - ¿Gusta algo de tomar señor Máximo?- Olvidaba el pequeño inconveniente que gran parte de el vuelo nuestros mimos habían sido interrumpidos por esa p*** que decía " joven un café, joven una almohada, ¡joven joven joven! ¡Dios! Ya me había artado lo suficiente y al parece Alonso notó mi coraje pues me abrazó más a él. - Señorita no se nos ofrece nada y dudo que el resto de el viaje sea diferente, me gustaría que nos dejara disfrutar de nuestro vuelo a mi esposa y a mi- Alonso habló con tono serio y la chica ofendida se dio media vuelta para dirigirse a la cabina moviendo sus caderas llamativamente. - Sabias que te quiero demasiado- dije dándole besos por toda la cara mientras él solo reía - Si hubiera sabido que me darías tantos besos por eso lo habría dicho desde que llegamos- Y así siguió el viaje pero sin mas int
Mis ojos no dejaban de mirar su rostro, admirar y memorizar cada pequeña facción que se encontrará en el, desde su fino cabello claro peinado de lado, sus perfectas cejas, unos ojos de color que penetraban mi ser y hacían temblar todo en mi, esa refinada nariz, me parecía tan perfecto que en costaba creer que le amaba que alguien como el pudiera fijarse en mi, ni siquiera me había tomado la molestia para ver la habitación tan solo sentía mi cuerpo pegado al suyo mientras mis manos se undian en su cuello. En es se momento recuerdos como flash es inundaron mi mente, desde el primer día que lo había visto en aquel restaurante, me pareció el hombre mas pedante en la faz de la tierra, después cuando fui a su casa y me amenazo llegue a aborrecerlo como a nadie pero la primera vez que pude verlo tal y como era fue cuando vio a su madre postrada en esa cama, sus lágrimas salían de los ojos y por un instante pude verlo tan débil y frajil ante el futuro de su madre que algo dio un vuelco en mi
Desperté sintiendo las sabanas pegadas a mi cuerpo desnudo y gracias a unos murmullos de la habitación la verdad no sabia que hora era pero el sol apenas se asomaba por la ventana dándome a entender que todavía era temprano. - ¿Cómo es posible que me hayan mandado aquí?- -Existen mas lugares en el mundo, ¿sabes?- -No, no me importa- -No lo voy a arruinar- - Sí, estamos bien- -Sabes lo que representa este lugar para mi- -¿Nuevos recuerdos?- -No lo se- -Sufrí mucho y ustedes lo sabian- -Claro- -Sí. Más que a nada- -Eso es parte de mi pasado ella es mi presente ahora y no haria nada para alejarla de mi lado - -Lo sé- -Adios- Eso es todo lo que pude escuchar cuando estaba en la cama y parecía que Alonso se había encerrado en el baño para platicar por telefono, trate de pararme de la cama pero un pequeño dolor mas abajo de mi abdomen se hizo presente así que me mantuve en la misma posicion, la puerta de el baño se abrió e inmediatamente cerre los ojos para finjir que seguía d
Estábamos por llegar al hotel e íbamos con las manos llenas de bolsas de todo lo que habíamos comprado y aunque yo no quería nada Alonso había insistido en que me comprara algo así que elegí un vestido de el que me había enamorado desde que lo vi en el aparador. En el transcurso de el viaje Alonso había estado perdido en sus pensamientos en gran parte de los lugares en que estábamos. Una pequeña vibración en mi bolsa me alarmó, acomodé las bolsas en uno de mis brazos para sacar mi teléfono el cual indictaba un nuevo mensaje. "Hola, Andrea he confirmado los últimos detalles para el aniversario será a media noche, te dejo la dirección al final de este mensaje, por sierto es en Milano Italia." Te quiere Alan -¿Te quiere Alan?- la voz de Alonso me llegó por detrás y se notaba sumamente serio - Es de cariño, dice que el aniversario será por la noche en...Milano- dije tratando de evitar sus celos - No me parece que se ponga tan cariñoso, ni siquiera deberíamos de ir estamos inter
Llagamos al lugar de la recepcion, pude ver a través de la ventana una alfombra roja tal y como salia en la televisión para los famosos, el chofer nos abrió la puerta y el primero en bajar fue Alonso, me sentí como una princesa en los cuentos de hadas llegando al gran baile con mi principe, tome la mano que Alonso me ofrecía y con cuidado para no arrugar mi vestido, Alonso me tomo firmemente de la mano. - No me gustan tantos camarógrafos- susurré en su oído antes de empezar a caminar - Bebe este mundo de negocios y empresarios siempre es así - - Lo se es solo que aun no me acostumbro - el me tomo por la cintura envolviendome en un medio abrazo lo que yo agradecí Pasamos la entrada después de varias preguntas y fotografías las cuales estaba segura que en muchas de ellas había salido con los ojos cerrados por los flashes. En la entrada un mesero nos ofreció una copa de vino la cual yo no acepte pero Alonso si, caminamos un rato por el lugar para saludar a algunas personas, Alonso
¿Donde estaba Alonso? Esa pregunta se había formulado dentro de mi cabeza, llevaba mas de una hora buscándolo entre tanta gente y muchas personas se me hacercaban para saludarme o hablar conmigo sobre finanzas o cosas sobre la bolsa ya que Alan me había presentado como la presidenta de Máximos Inc. Ni siquiera sabia el valor de el euro o el dolar sobre el peso o si las acciones de china habían subido o bajado, pero toda esa gente se dedicaba a preguntarme lo mismo, ante tanta presión no me quedo mas que tomar una copa de vino y veverla hasta el fondo en menos de un minuto, estos zapatos me estaban matando y realmente no estaba acostumbrada a estar con vestido, en mi ultimo intento desesperado por encontrara a Alonso decidí subir al balcón que era lo mas alto de la recepcion, mis frias manos tomaron el barandal tallado en fina madera con los mas caros detalles, fije mi vista en la multitud de gente charlando y bebiendo, todas las mujeres con vestidos grandes y lujosos para llamar la at
- Solo...Besame Alan- susurré en los delirios por el alcohol pero cuando iba a acortar nuestra distancia el tomo mi mano y la beso acto que me sorprendió. - Creó que si te besara ahora mañana no lo recordarias y no quiero que esto sea asi, yo nunca me aprovecharía de ti como lo hizo Alonso, Andrea te valoro demasiado para perder tu amistada por un simple impulso- me dijo con media sonrisa y mis ojos se cristalizaron no sabia por que y seguramente era por los efectos del alcohol pero.mis sentimientos estaban a flor de piel. - Vamos te he buscado ropa cómoda para dormir, esta camisa te quedara un poco grande pero estarás cómoda y abrigada- el medio una grande camisa la cual cubría la mayoría de mis piernas, me metí al baño y deslice el vestido de mi cuerpo dejándolo tirado en el baño y me meti en la camisa de Alan olía a jabón para ropa así que estaba limpia. Camine arrastrando mis pasos hasta la cama donde simplemente me tire poca abajo y deje que el sueño borrara todos los recuerdos
El camino ha Venecia paso rápidamente y cuando me di cuenta ya estábamos a unas calles del hotel, pude ver que en la guantera de Alan había una gorra y unos lentes. - ¿Puedo?- pregunté antes de tomarlos, él asintió y yo me los coloqué, amarré mi pelo en un chongo metiéndolo en la gorra para que no se notara mi pelo y los lentes eran lo suficientemente grandes para cubrir la mitad de los cachetes. El carro se paró en la entrada de unos edificios que era donde me dirigía pero enfrente de este estaba el hotel Maximo no sabia si Alonso ya había llegado así que apresure mi paso al salir del carro mientras Alan me tomaba por los hombros, corrimos dentro de la oficina, llegamos hasta la recepción donde pedí informes sobre el dueño de la empresa - Lo siento señorita pero si no cuenta con una cita previa me temo que no puede hablar con el jefe- dijo una señora mayor con una sonrisa apenada - Por favor digale que Andrea Verona está esperandolo- le supliqué y ella accedió levantando su teléfo