¡¿Enfermo?! El papá de Aiden, el señor mecánico que se veía fuerte e imponente, pero en el interior era todo un personaje, ¿está enfermo? Esa no me la esperaba. Miren, yo sé que no es humano el querer que alguien que te hizo sufrir sufra de la misma manera, pero hay un sentimiento dentro de mí que no augura nada bueno. "Seguro tu padre se enfermó porque se arrepentía de tenerte como hijo." Oh, suena tan tentador, pero jamás sería capaz de hacerlo, no soy ni la mitad de mala que él...aunque yo ya maté a alguien y él (que yo sepa) no.—¿Enfermo?La chica me voltea a ver como si fuera un extraterrestre.—Pues sí, ya sabes, esto del cáncer y no sé qué —la chica frunce el ceño—. Oye, sé quién eres. Aiden te humilló el otro día, apuesto a que se conocen ¿cómo no vas a saberlo?—Estuve un año fuera —digo apartando la mirada—. Aparte, no me llevo bien con él.—Bueno, no digas nada, aquí nadie quiere ser enemigo de Aiden —continúa como si nada—. Yo estaba en prepa privada, pero dicen que en l
Soy una idiota. La adolescente hormonal se apoderó de mí y olvidé todo lo aprendido en Estrada. Lo que no debes hacer cuando te están siguiendo u observando es dejarles saber que los descubriste, pues lo que hagas en adelante va a parecer actuado. Si te someterás a un interrogatorio y no saben bien a quién se enfrentan, tienes que adoptar una actitud cooperadora, pero sin dar información. Debes notarte confuso, para que crean que no sabes un carajo. Si ya saben quién eres, lo mejor es notarte despreocupado, burlón, arrogante y tranquilo; al fin y al cabo, ellos ya te tienen agarrado, no hay escapatoria, pero te necesitan y puedes aprovecharte de ello. En cambio, si aún no estás por ser interrogado, pero estás en la mira, lo que menos debes hacer es parecer sospechoso. Y como la calenturienta que fui, acabo de parecer sospechosa. Aparto la mirada, me mantengo quieta, evito ver al detective después de que nuestras miradas se encontraron. ¿Así o más idiota? Joder, seguro hasta me sonrojo
Haziel siempre fue, ante mis ojos, una chica alegre, sarcástica, graciosa y bonita, aunque desaliñada. No era el tipo de chica con el que me habría gustado juntarme, pues yo siendo la chica bulleada y con autoestima baja, buscaba a alguien que llamase poco la atención y que prefiriera pasar con la nariz metida en un buen libro antes que irse de fiesta a tugurios. Pero al final fue su espontaneidad la responsable de que forjáramos una amistad durante el primer semestre de universidad. Claro, eso antes de que estuviéramos a punto de ser secuestradas y de que me pusiera en riesgo por atrapar a un criminal cuya identidad sigue siendo un misterio.Mi ex amiga siempre tenía una mirada de estar planeando algo; una fiesta, una salida de compras, un malévolo plan para hacer trampa en los exámenes y demás, pero siempre la vi como alguien inocente incapaz de hacer daño a la gente. Así que definitivamente me paga un susto de muerte cuando me sorprende en mi habitación.—¿Cómo carajo te metiste a
A mí me investigan? Yo rompí mi corazón al dejar a Mateo para alejarme del peligro porque fui una cobarde y ahora resulta que soy producto de una investigación. No, me fui para dejar atrás tanta mierda, no puede ser que me haya seguido hasta aquí.—¡No te enojes! —me dice con los ojos entrecerrados—. Ustedes no son sospechosos ni nada, tu padre está limpio, tú también. Sabes que es importante investigar a fondo...—A mí me vale mierda —digo en un siseo—. Voy a aceptar tu oferta, pero solo para apostar toda la información que tengan de mí o mi padre. Si gano, me darán cada documento y tú, en el inter, tendrás tu distracción.—NO —grita y se levanta de un salto—. Si haces eso, sabrán que fui yo quien te dijo.—Me vale, tal vez no debiste haber venido —me acerco y abro la ventana para darle a entender que quiero que se vaya—. Si quieres tu distracción, algo debo ganar yo. Esa es mi propuesta.Haziel me mira con expresión derrotada. Apuesto a que en este momento se arrepiente de todo lo q
Llego a El Arco y me encuentro con que Haziel tenía razón: Hay gente, muy poca, pero hay. Presentes están cinco automóviles contando el que conduzco para llegar y siento muchas miradas clavadas en mí cuando llego hasta la línea de salida. Si no estuviera tan enfadada por los documentos que tienen de mi padre y míos, sentiría vergüenza por llegar así nada más.Ya hay dos coches ahí, el gris de Aiden es uno, por supuesto, pero no parece que vaya a competir; simplemente está estacionado en diagonal, no está cerca él, pero sí está Elisa recargada sobre el capó y junto a ella está Salomón. El otro coche está en la misma posición que el de Aiden, pero del otro lado. Parece estar descansando, por fuera, no se ve nadie y el interior se esconde por el vidrio polarizado.Traigo mi bolsa conmigo, es pequeña y discreta, dentro tengo mi cuchillo por si hay una emergencia y mis pastillas. Llegó totalmente a la línea de salida y enfreno. Dejo el coche estacionado justo entre ambos autos y me bajo. M
Doy dos pasos hacia atrás debido a la confesión. No es que sea impactante, pero de pronto tengo una sensación desagradable y siento que debo alejarme lo más que pueda de él. El aroma me asquea.—Ahora es mi turno de ayudarte, después de todo, seremos familia. En un solo movimiento me toma por los hombres y me inmoviliza, su brazo rodea mi cuello y me corta levemente la respiración. Los sonidos de sorpresa e incluso preocupación hacen eco en mis oídos. Si pudiera liberar mi brazo para tomar mi cuchillo podría herirlo y soltarme. La presión en mi cuello aumenta y entonces me asusto en serio. Aiden abre mucho los ojos y hace ademán de acercarse, pero echa una mirada a Gustavo y se mantiene ecuánime. Elisa aparta la mirada. Flavio y Catarina están expectantes, con expresión neutra y mirada fiera. Mateo es en quien poso mi mirada, instintivamente busco ayuda en él. Está asustado, aterrado, su cuerpo se tensa por completo y hace ademán de caminar hacia mí. Aparto la mirada, no debe pare
Mateo no es tan atractivo como Aiden, ni siquiera le gana a Flavio, pero es tan agradable, sincero y perfecto. Quiero besarlo, necesito abrazarlo. Deseo con toda mi alma que me diga que me ama y hacer el amor como antes. Y entonces vuela a mi mente la imagen de Germán, repito la escena en que Catarina y Mateo se besaban y lo bien que se ven juntos. Y más que nada, recuerdo la razón por la que fui a hacer la distracción.—¿Nos investigan?Suelto la bomba de improviso. Él frunce el ceño, parece consternado. Que diga que no, que me mire a los ojos y diga que estoy equivocada, que Haziel mintió y entonces volveré a ser suya.—Dinaí, sabes que no puedo revelar información —eso es todo, acaba de romper mis ilusiones de nuevo—. No te pondría en peligro nunca, tienes que confiar en mí.No, no debo confiar. No sé casi nada de El Círculo, ni siquiera sé gran cosa del mafioso al que buscan, no puedo confiar si no sé nada.—No se puede confiar en algo que no se conoce —digo mientras me alejo de é
Así que es por eso, vaya, debí haberlo imaginado. Debería dárselo, ¿no? Como él dijo, eso no me pertenece y no estoy segura de querer saber qué es lo que hay en el interior. Pero debió pedírmelo de otra manera, no venir a mi casa, meterse sin permiso y pegarme un susto de muerte. No, que se joda el cabrón. Él me ha hecho mucho daño, emocionalmente él me tumbó por mucho tiempo, ahora es mi turno.—No me llevé nada —mi voz es veneno—. No tengo un carajo. Entras a mi casa, me inmovilizas, me pegas un susto de mierda y me llamas ladrona. Lárgate de aquí o te demandaré por allanamiento de morada.Clavo mi mirada en sus ojos. Son tan grises, tan crueles...pero en este momento no, en este momento se ve más que nada preocupado.—Di, por favor —a la mierda, está suplicando—. Contiene información importante, el detective sospecha de mí en el asesinato de Darío, esa información podrá exonerarme.No lo sé, Aiden, parece falso. No ha salido más información acerca del caso del chico universitario a