Elianna despertó de su sueño sobresaltada, nuevamente se encontraba intranquila, al igual que los días anteriores había sentido una presencia, una presencia que en otras circunstancias ella apreciaría mucho, pero ahora, como estaban las cosas solo le causaba una sola cosa… preocupación.
—Dios, que es lo que habrá sucedido con Elijah— suspiro.
Sabía muy bien que esa sensación se estaba intensificando, esa presión que sentía en las muñecas cada vez que Elijah estaba pasando por una mala situación, ella lo podía sentir, pero ya que ahora se encontraban en continentes diferentes, la conexión entre ellos se había restablecido después de años y ahora nuevamente podía sentir a Elijah, cuando la necesitaba, cuando estaba feliz, ella podía sentir una pequeña parcela de lo que el sentía. Pero hacía tanto que no lo veía… cuatro años para ser exactos. Si no fuese por el bendito Internet seguramente ya se habrían perdido la pista.
Después de pensar un poco en esta conexión, con Elijah que en algún momento fue el amor de su vida, decidió levantarse porque hoy tendría un día muy agitado… hoy iría junto con su mejor amiga, Sasha, en búsqueda de un vestido muy significativo… su vestido de novia.
Eran ya varios años desde que Elijah y ella se divorciaron, el jamás le dio una razón clara, nunca más volvieron a hablar, era como si el simplemente se hubiese olvidado de ella, y aquello la había herido tanto que estuvo a punto de morir de la tristeza, pero había conocido apenas hacia un tiempo atrás a quien ahora era su prometido…aunque no lo amaba, no como a él.
Tomo una ducha, esperando que así se despejara su mente, se supone que debería estar feliz, se iba a casar con un hombre maravilloso, alguien que la ha tratado desde el primer momento como lo más hermoso y delicado de este planeta, alguien quien le hizo cambiar de parecer y creer que ella podría volver a amar y esta vez, ser amada con igual o mayor intensidad, tanto así que había cambiado de parecer, después de haber jurado jamás casarse había aceptado, pues el dulce amor que Kenan le profesaba le había sanado el alma.
Salió de la ducha envuelta en una toalla, le gustaba salir así, con las gotas de agua aun recorriendo su piel y secarse así, de manera natural, así el tiempo que tardase en secarse seria como un tiempo en el cual ella terminaba de relajarse.
Se dirigió al closet y saco su vestuario del día, esta vez se vestiría cómoda, dado a que estaba segura que recorrería muchas tiendas junto con Sasha, unos zapatos color camel con un tacón bajo para así poder caminar sin temor a cansarse, unos jeans muy justos y la camiseta verde sin mangas y de escote generoso que tanto le gustaba dado que le hacía un gran favor a su figura.
“Si, el matrimonio va más allá de un vestido, es compartir una vida, es tener un alma en dos cuerpos…ja… mi alma, mi alma y la de Kenan vueltas una sola, con Kenan hasta el final de los tiempos, casi ni yo misma me lo creo…”
Mientras pensaba en esto se dirigían por la ciudad a la plaza, seguro ahí encontrarían su tan famoso vestido….
Llegaron a la plaza y al voltear a ver a Sasha esbozándole una sincera sonrisa, Elianna decidió pasarlo bien y disfrutar cada momento, al final de cuentas su vestido de novia ¿no?, habría que entusiasmarse por que se uniría a un hombre maravilloso ¿no es así?
Llegaron al fin a la tienda de novias, la cantidad de vestidos ahí era impresionante, nunca se había puesto a pensar como serian esos lugares, nunca los quiso visitar, pensó que sería como cualquier tienda, pero no, al parecer la selección de los candidatos, el que la vendedora se metiera junto con ella al vestidor para probarle los vestidos, el que le acomodase todo ese armatoste que tenían los vestidos y sorprenderse con lo pesados que eran, salir, escoger el velo a juego, modelar por cinco minutos cada vestido a Sasha, Sasha a punto del llanto al ver a su amiga vestida de esa manera y la vendedora elogiándola por lo bien que se veía, para después volverse al vestidor, y probarse uno nuevo y re escoger el velo, sí que era un ritual, un ritual muy largo y hasta cierto punto agotador pero a la vez excitante, al final casi cronometraba media hora por vestido.
Al probarse al cuarto vestido, strapless sin mucho vuelo, sencillo pero a la vez tan elegante y delicado, con aquella gasa tan delicada que cubría todo el vestido, con pedrería fina en todo ello y la pequeña cauda, el velo hermosamente sostenido por una peineta española aperlada, la hizo abrir los ojos al verse frente al espejo, por Dios, se veía como nunca lo había pensado pero a la vez de alguna forma como siempre había imaginado, —Dios me veo como una novia—, se dijo para si misma Elianna, y en ese mismo instante se le vino un solo nombre a la mente… —Elijah—….
E incontrolablemente vino a su mente uno de sus sueños e antaño, —Si este vestido fuese como el de mi boda con Elijah… Elijah, si tan solo me hubieses dado una razón para seguir creyendo en este amor…—
De repente en un instante todo se tornó tan melancólico, los fantasmas de un amor fallido la devoraron y sentía que se asfixiaba, deseaba salir corriendo de aquel lugar, se estaba ahogando, quería huir de sí misma, de su mente, pero ahí estaba frente al espejo junto a Sasha, portando un maravilloso vestido de novia para casarse con Kenan, no pudo detener las lágrimas que rogaban por salir y rodar por sus mejillas, hasta caer sobre la tela de aquel vestido sin que ella cambiara su semblante o produjera algún sonido, simplemente fue una explosión silenciosa.
—Elianna, ¿te sientes bien?, ¿Por qué lloras?, ¿acaso no te gusta?, yo lo veo exquisito, ¿te lastima?, ¿Qué sucede Elianna?, Elianna, ¡Elianna responde! —
En ese momento Elianna salió de su ensimismamiento y cayó en cuenta de que había derramado lágrimas, rápidamente respondió. Sasha le sonrió y no dijo nada, supuso que ella creyó que aquellas eran lagrimas de sincera felicidad.
–Claro que estoy bien, porque no habría de estarlo— y con esa mentira intentó socavar de tajo aquel incomodo momento.
Sasha dudo un poco, pero algo así tenía sentido, más proviniendo de su amiga, aunque tenía sus reservas, así que simplemente asintió comprendiéndola, si seguro seria eso, no podría ser nada más, no debía ser nada más…
—Está bien, no pasa nada, es muy normal que las novias se pongan nerviosas, más la enemiga jurada del matrimonio, la señorita “amo mi libertad y no pretendo arriesgarla por nada”… así que dime que te parece el vestido, como te dije a mis ojos es maravilloso — dijo Sasha intentando animarla.
—jajaja si, he! Nunca digas de esta agua no he de beber jajaja, y en cuanto al vestido me parece perfecto, —como siempre y como nunca lo soñé — creo que tenemos a un ganador… señorita, quiero este vestido, aunque me gustaría que se realicen unos ajustes— dijo Elianna indicando que la cintura del vestido debería de estrechase un poco.
La vendedora asintió mientras sonreía. — Claro señorita, se le tomaran las medidas para mandarlo a hacer, solo que demorara un poco pues este vestido pertenece a los que provienen de España, lo mandaremos a hacer a su medida—
Sasha abrió los ojos al ver a Elianna acariciar la hermosa y suave seda del vestido, sabía perfectamente lo que España significaba — o Dios por favor que no lo recuerde—
Mientras tanto en Elianna retumbaba la palabra España y con ello el remolino mental comenzaba nuevamente…
—España…España…España, ahí sigue y seguirá Elijah, Elijah… Elijah, espera… NOOOO, Kenan, solo piensa en Kenan, él te ama y tú a él, no hay más, Elijah es tu pasado, Kenan es tu presente, además ya no es tiempo de dudar, ya has dudado demasiado, Kenan es el hombre de tu vida Elianna, no tienes derecho siquiera a pensar en alguien más— Wow otra batalla interna estaba por liberarse, y es algo que ella evitaría a toda costa.
Después de aquel horrible sentimiento, del vestido de novia y de sentimientos encontrados, Elianna tan solo quería olvidarse de todo y concentrarse en el trabajo, sin embargo, una sorpresa estaba esperándola.
—Elianna, el jefe quiere hablar contigo— anuncio una secretaria, mientras tanto Elianna estaba en su oficina analizando la información que recién hacía llegado.
Ella abrió la puerta del despacho después de ser anunciada, un hombre anciano de escasos cabellos y ojos saltones estaba sentado al final del escritorio, Elianna camino decidida hacía el.
—Me mandó llamar señor Thomas— dijo con mucha fuerza.
—Si, así es niña, te he mandado llamar porque quiero hacerte una proposición— señalo el anciano mientras se levantaba de su asiento y se acercó a una pequeña cava, mientras se servía un poco de coñac.
Tomo un trago y después prosiguió.
—Como sabes esta compañía es una transnacional, y también sabrás que pronto habrá la fusión de esta con una compañía europea, así pues se tienen que ver varios aspectos en cuanto a esta fusión, como sabes esto nos atañe muchos puntos a considerar, por lo que la compañía debe mandar a su representante para que se encargue de hacer los acuerdos convenientes para que ambas compañías salgan beneficiadas, además de ello es muy importante que se vigile el bienestar de esta, y siendo así se ha decidido que tu, Elianna Aranda seas la representante de nuestra compañía, esta es una excelente oportunidad para ti, representara todo un reto, te codearas con grandes empresarios, entraras además en un equipo multidisciplinario para realizar esta fisión, en total seria muy enriquecedor para ti—.
Elianna guardo silencio…
—Señor, lo que me ofrece me halaga, pero creo que aquí hay personal de mucho más experiencia que yo, porque me ha escogido a mi? — pregunto Elianna, estaba nerviosa.
—Porque tú tienes deseos de aprender, te apasionas por lo que haces, no tienes el orgullo crecido como tantos otros y eso te permite tener visión, además tu eres excelente en tu área y quiero que tu seas la que vaya—
—Y a donde iré—
—A España, allá se encuentra la cede para el proyecto—
Elianna se quedó sorprendida un momento, otra vez ese país y sus recuerdos, tuvo una corazonada, pero tal vez serían los deseos tontos de antaño. El destino parecía querer llevarla al hogar de aquel amor que la dejó en el olvido, y su corazón latía tan rápido que ella no podía hacer nada más que asentir, había aceptado.
—Pero señor Sabe usted que no puedo, voy a casarme en un mes y me es imposible aceptarlo—Elianna aun se mostraba confundida, realmente le parecía increíble que en serio quisieran mandarla a España, había aceptado en automático, pero realmente estaba a punto de casarse.Thomas miro a Elianna con aire de frialdad y enojo.—Oh no niña, no te estoy pidiendo tu autorización, es algo que harás, a menos que quieras ser despedida… simplemente no te entiendo te estoy ofreciendo la oportunidad de tu vida y la desaprovechas ——Señor se lo agradezco de verdad, pero ni siquiera sé de qué es lo que se está manejando en estos momentos en cuanto al avance, los objetivos que se persiguen y todo eso. ——Elianna, esa no es excusa, se perfectamente que eres muy capaz y entregada a lo que haces, no tardaras más de una semana en ponerte al tanto de nuestros objetivos, y una vez estando allá no tardaras mucho en conocer su punto de vista y comenzar a colaborar en conjunto, después ya veremos qué es lo que
Te miro y tiemblo…Elijah se vio frente a él, ella tenía cara de desconcierto, parecía que había visto un fantasma, tal vez estuviese igual de impactada que él, pero ahí estaba la niña que tantas sonrisas le regalo, la que estuvo ahí para él, la que le ayudo, y a quien el mismo alejo, frente a él, finalmente al ver que ella no se movía más, a pesar de estar frente a él, se acercó, ella solo abrió más sus ojos, parecía que pronto se desmayara.Pero antes de que pudiesen acercarse, hablar o si quiera tocarse fueron interrumpidos.Los directivos y dueños de las empresas por fusionar hicieron su entrada. Julián y Thomas entraron dando por iniciada con su llegada la primera reunión para establecer el equipo que habría de formarse para aquella fusión.Todos tomaron asiento Thomas frente a Julián, los demás buscarían un asiento.Elianna reacciono y opto por tomar asiento lejos de Elijah, debía controlarse, no podía mostrar debilidad alguna, esto era importante.La junta inicio con las presen
Elijah observaba a Elianna hacer esto, se veía tan confiada, en ese momento la chica termino de acomodar su cabello y le lanzo una mirada profunda, entre reto y coquetería, esbozo una sonrisa tomo aire, el estaba a punto de comenzar a darle sus planes, órdenes para que Elianna las siguiese pero fue interrumpido.—Lo se Elijah, y sabes tengo todo un plan diseñado, es una estrategia en la cual nos venderemos como los lideres, los mejores, ante todos tanto nuestra competencia como a nuestros consumidores y colaboradores, claro esta que tendremos que hacer negociaciones con otras compañías, a fin de afianzar el nuevo poderío, tengo ya asignadas las visitas a donde se requiere, habrá que organizar itinerarios, estudiar cada una de las compañías a las que visitaremos acerca de sus fortalezas y debilidades a fin de plantearles el hecho de que nosotros somos la colaboración que justo requieren….—Elijah pensó por un momento que aquella chica no podría llegar y decirle que hacer, además aun no
A Elianna le había agradado lo que él había ordenado, finalmente el vino tinto la había hecho sentirse un poco reconfortada, más confiada, y ahí estaba Elijah en frente de ella, siendo como lo era en el pasado. Se sentía muy bien.Elijah a su vez disfrutaba viendo las reacciones de Elianna, que al parecer se había quitado la actitud de le femme fatal, y ahora estaba siendo divertida, alegre, ocurrente y espontánea. Las cosas por las cuales ella siempre había brillado, de las cuales se había enamorado…En aquellos momentos Elianna e Elijah sintieron como si el tiempo no hubiese pasado, como si nada hubiese cambiado, como si se hubiesen visto depuse de un día de separarse, así que ahí estaban hablando del pasado, de los buenos tiempos, riendo como niños, los dos hablando incoherencias, sorprendiéndose uno al otro, esta ocasión ninguno de los dos quiso tocar asuntos del presente, o de algo relacionado a después de la partida de él, en ese momento solo querían pasar un buen momento, simpl
El pasado de Elianna Aranda era sencillo, había nacido en la clase media, tenía una familia normal, la primogénita, teniendo además dos hermanos, creció en un pueblo lejano, por lo que ella convivió con el campo y la naturaleza, definitivamente fue muy feliz durante toda su infancia, pues todo era color de rosa y no enfrentaba problemas, pero cuando esta creció y se convirtió en adolescente comenzó a ver las cosas como eran realmente, un padre muy estricto que no permitiría que su hija cometiera un error, que le daba menos importancia por el hecho de ser mujer, ella no debía hablar acerca de sus pensamientos ni mucho menos contradecirle aun cuando su padre se encontraba en un error, y no lo hacía no tanto por su bienestar físico, si no el de su madre, dado que su padre desquitaba con ella toda la frustración que sentía, Elianna entonces conoció lo que era temer y odiar a una persona, no entendía porque su madre seguía con aquel tipo, pero ella decía que era porque así lo había jurado