Theo se levantó de la cama y se estiró un poco antes de entrar al baño. Necesitaba una buena ducha de agua fría y un café para despertar, escuchó los gritos de su hermana mientras jugaba y sonrió.
Entró a la ducha y gruñó al sentir el agua fría golpear su cuerpo.
Theo se llevó las manos al rostro y suspiró intentando no pensar en aquella mujer que lo traía loco. Los días habían pasado con tranquilidad y parecía que finalmente se comenzaban a llevar bien.
Día tras día Theo luchaba con sigo mismo para mejorar pero joder, le resultaba tan difícil.
Sabía que no podía cambiar de una día para otro pero al menos lo inte
—¿Seguirás molesta?— preguntó viéndola.Aurora abrió la puerta del auto y se metió sin decir ni una palabra.Theo se llevo ambas manos a la nuca y gruñó para luego abrir la puerta del auto y entrar junto con Aurora.—Estoy volviéndome loco, háblame.Aurora lo miró y suspiró molesta.—No vuelvas a gritarme, en verdad quiero creerte, quiero creer que estás intentando cambiar.—No es fácil.—susurró Theo para luego encender el auto.—No quiero a un monstruo para mi hijo—¡Lo sé!—¿Acaso no quieres ver a tu hijo?— preguntó ella.—¡Quiero estar a diario contigo y con mi hijo pero sé perfectamente que no es posible! ¡lLo he arruinado una y otra vez! Maldición, me odias y yo te amo.<
Theo la miró y se pasó ambas manos por el cabello, estaba completamente estresado y ansioso. Se acercó a ella y se metió a la cama para luego jalarla delicadamente del brazo y atraerla a su pecho. Abrazo a la delgada chica y suspiró.No tenía palabras, se sentía como un completo imbecil al no poder decir nada, quería decirle que todo estaría bien pero no lo estaría.Aurora había perdido a su padre y se lo tuvo que decir.Pensó varias veces en guardarlo como un secreto, pero era un secreto muy cruel y no quería lastimarla más.—He hablado con el aeropuerto, me mencionaron que es imposible volar...—¡Quiero ir a casa!— le gritó llorando.Theo la tomó del rostro y asintió mientras acariciaba con delicadeza su mejilla.—En unos días —susurró el.—¡Siempr
Él chico posó ambos brazos en el verde césped y jadeó de dolor, miró a su alrededor y gritó totalmente desesperado.Buscó su celular entre los bolsillos de su traje negro y lo tomó totalmente tembloroso.Miró el primer contacto en su celular y marcó llevándose el celular al oído.—¿Qué necesita joven? — preguntó su empleado al otro lado de la línea.—¡Se la han llevado!—gritó entre desesperación y llanto.—¡Se han llevado a mi mujer!—¿Hace cuantas horas?— preguntó él hombre al teléfono.Theo alejó el celular de su rostro y miró la hora.—Hace tres horas —susurró.—La encontraremos, la encontraremos como lo hicimos la última vez.—¡Quieren herir a mi hijo!&mdas
-Cometiste muchos crímenes -dijo Adam viéndolo.Theo se movió incómodo en su asiento y asintió.-¿Quieres ir a la cárcel Theo? - preguntó Adam.-Tengo que salvarla -dijo él.- después puedo ir a la cárcel, solo necesito saber que ella y mi hijo estarán en un lugar seguro.-Puedo ayudarte-¿Has venido a ayudarme o a llevarme?-He venido por Aurora.Theo suspiró, sabía perfectamente que Adam podría cuidar de ella mucho mejor de lo que él lo hacía.-¿
Theo detuvo el auto frente al centro comercial donde Aurora se había escondido la primera vez que huyó de él.—Bájate Adam.—¿Qué? —dijo él chico de ojos verdes ora luego observar la fría mirada del chico.—Necesito hacer esto solo, no quiero que termines involucrado en un crimen.—Theo—Por favorAdam asintió y bajo del auto rápidamente, miró el auto de Theo irse a gran velocidad y suspiró.Miró el oscuro cielo y caminó con esperanzas de que algún día todo pudiera regresar a la normalidad.Theo manejo por media hora hasta que llegó a la primera casa, observó la lujosa casa y se bajó del auto negro.Theo caminó hacia la casa de aquel hombre que vivía con sus dos hijas, tocó la puerta y espero unos segundos.
Theo dejó a Aurora en su habitación y subió cada uno de los escalones dirigiéndose a su habitación donde la solitaria cama lo esperaba.Entró a la habitación y vio la cama, se acostó en ella y suspiró queriendo dormir con ella.Se sentía herido y completamente indefenso.Theo miró la puerta de la habitación con esperanzas de que la chica entrara en cualquier momento.Nunca había sido su intención romper la promesa, pero lo había hecho y no podría arreglar nunca lo que había hecho.No podía esconder lo que había hecho frente a ella, no podía fingir que nada había pasado cuando todo había sucedido, había lastimado sentimentalmente a la mujer que tanto amaba y no sabía como reparar su corazón roto.Theo dio vueltas por la habitación y miró el re
La mujer se pasó la mano por el vestido y le sonrió amablemente al hombre, se llevó una mano a la cabeza y se acarició el delicado pedazo de tela que cubría su cabello inexistentes.—¿Necesita algo?— preguntó él hombre.—Si, necesito el número de rastreo del auto de mi esposo, Theo Evans.—¿Theo Evans?—Si —dijo la mujer sin borrar la sonrisa de su rostro.— sucede qué mi esposo perdió la tarjeta del rastreo y ha estado muy nervioso. Le he dicho que vendría yo por el número de rastreo, por favor démelo.Él anciano se levantó de la negra silla y miró con cuidado a la chica.—Veo que conoce perfectamente al joven Theo— comentó él hombre, Larissa clavó la mirada en la tarjeta que él hombre mantenía en sus manos y esper&o
Aurora levanto la mirada y la clavo en el auto unos cuantos segundos, miro a Theo y suspiro ruidosamente. Podía ver la tristeza en los ojos del chico, sabía que lo estaba lastimando pero maldición, no había opción.Era la única manera en la que ella y él podrían ser felices, Theo solo tenía que esperar un poco por ella, solo era eso. Aurora abrió la puerta del auto y entro rápidamente, Theo la observo y gruño cuando las primeras gotas cayeron sobre su rostro.Levanto la vista hacia el cielo y miro las oscuras nubes sobre ellos, corrió hacia el otro lado del auto y entro.Aurora clavo la mirada en el apuesto hombre a su lado y se mordió el labio nerviosa.—Gracias –susurro con una voz quebrada.Theo volteo a verla y acaricio su corto cabello con suavidad, miro su rostro y alejo la mirada de ella rápidamente. Cada vez