El aire de la ciudad golpeó con fuerza a Aurora mientras corría por la ciudad, estaba asustada, aterrada y cansada por estar corriendo sin ninguna dirección en específico. No conocía la ciudad, estaba perdida y no sabía cuánto tiempo le costaría hasta que Theo pudiera encontrarla. Cada vez que corría con más fuerza su nariz sangraba, pidiéndole que se detuviera pero en sus planes no se encontraba detenerse. Al menos no hasta que encontrara un lugar seguro donde pudiera esconderse de Theo.
El sol comenzaba a esconderse por lo que se le comenzaba a dificultar el hecho de distinguir a las personas. Tenía la esperanza de poder volver a ver a sus padres, tenía fe que encontraría una manera de llegar de regreso a casa sin que Theo o Scott pudieran detectarla. A unos cuantos metros pudo ver el centro comercial, era probable que en un lugar tan poblado Theo no pudiera obligarla a i
Aurora salió de su escondite unas cuantas horas después, específicamente cuando el centro comercial finalmente se vació por completo y cerró sus puertas. Las luces del centro comercial estaban encendidas pero casi todas las luces de las tiendas están apagadas por lo que algunos lugares en el centro comercial se encontraba en completa oscuridad. Realmente sentía que necesitaba ir a la farmacia pero no tenía dinero y entrar a alguna farmacia sería como si estuviera robando por lo que simplemente no era una opción. Después de unos cuantos segundos se arrepintió por completo de no haber llevado consigo la libreta y el polígrafo que Theo le había regalado porque al menos así podría escribir lo que estaba viviendo en esos momentos. Se estaba muriendo de hambre y estaba terriblemente cansada pero sabía que no se podía rendir únicamente por un poco de hambre y sueño. Lo único razonable que se le ocurrió hacer en ese momento fue el sentarse en una de las bancas de madera blanca que se encont
El aeropuerto se encontraba totalmente lleno de gente, y tal camino por el lugar junto a su pequeño maleta, algo le había dicho que tenía que regresar a Londres donde todas historia había comenzado, estaba casi completamente seguro que lo encontraría, tenía fe de qué encontraría a Aurora en aquel lugar, conocía los gustos de Theo y estaba seguro que viviría en una de las lujosas casas en las afueras de la ciudad. Probablemente Theo viviría en una mansión donde pudiera vivir con comodidad con todos sus lujos justo como su padre lo había enseñado, aún podía recordar cuando eran jóvenes, podía recordar los días en que se divertía conteo, con el verdadero Theo. Theo era una excelente persona pero estaba tan corrompida que simplemente había perdido por completo su esencia. Aunque estaba en Londres, deseando poder encontrarse con él, est
Theo se recargó con fuerza en el asiento de cuero del auto, encendiendo su lujoso auto negro antes de decidir conducir hasta las afueras de la ciudad. El cielo se encontraba totalmente oscuro sobre él, tenía que llegar a casa antes de las diez de la noche para poder alistar la maleta que se llevaría a la casa de Aurora. Seguía sin encontrarla y ya habían pasado más de tres días desde que ella había desaparecido. En esos momentos se dirigía a una de las ubicaciones solía utilizar cada vez que necesitaba algo de alguien, había encontrado a un viejo amigo de Aurora, justamente un viejo amigo de la escuela que le serviría bastante. El exigiría que le dijera todo lo que supiera de Aurora, estaba completamente consciente que cualquier información en estos momento sería bueno para encontrarla. Simplemente estaba harto de no poder encontrarla y como no había podido encontra
Las piernas de Aurora temblaron con fuerza cuando ella se detuvo frente de la puerta de su casa, nunca se había sentido tan feliz en su vida, finalmente estaba en casa, finalmente podría ver a sus madre. Adam se acercó a ella, observando como temblaba de emoción. No podía negarlo, algo dentro de él también lo llenaba de felicidad, sentía que finalmente había logrado su objetivo eso le parecía completamente hermoso. Aurora se tomó un poco de tiempo antes de atreverse a abrir la puerta principal de su casa, no tocó, no timbró el timbre y mucho menos miro el interior de la casa. Simplemente entro, gritando por su madre una y otra vez mientras corría hacia la puerta de la habitación de su madre y su padre.La madre de Aurora al verla se paralizó, se quedó sentada en su cama con el rostro pálido mientras observaba todos los golpes que su hija traía en el cuerpo. Lo único que pudo hacer fue ponerse a llorar, temblando mientras estiraba sus manos hacia su delgada hija, aurora se ace
El padre de Aurora caminó tranquilamente para el centro comercial, entrando y tomando un poco de pan de la nueva panadería que acaban de abrir en aquel lugar. Todo el lugar estaba lleno de deliciosa aroma, algunas zonas de la panadería olía a mantequilla, azúcar, dulce o vainilla. Se sentía completamente relajado, extrañamente relajado. Por primera vez se sentía relajado aunque en realidad extrañaba demasiado a su hija. No podía negar que se sentía completamente culpable por lo que había sucedido, lo sabía, él había sido el culpable de lo que le había sucedido a Aurora pero estaba dispuesto a encontrar una manera de ganar dinero fácil y de manera legal. Sobre todo de una manera en la que no terminara metiendo en problemas a su familia. Ya no quería apostar, simplemente quería regresar el tiempo y evitar que Aurora fuera alejada de ellos, constantemente se preguntaba qué era lo que le diría a su hija si volviera a tenerla frente a él y siempre llegaba a la conclusión de que no
Aurora salió de su habitación, con el cabello mojado, sintiéndose tan inmune de la felicidad. Creyendo que nunca más podría sentir la felicidad, Theo había llegado a su vida para simplemente destrozarla, para quitarle todo lo que pudiera tener, eso realmente le molestaba. Quería llorar, estaba frustrada, sentía que no tenía tiempo, sentía que simplemente para ella la vida se había acabado en un abrir y cerrar de ojos. Había tenido esperanzas creyendo que finalmente la oscuridad que había estado a su alrededor y va a comenzar a desaparecer pero se había dado cuenta que aquella pequeña muestra de luz que había entrado a su vida simplemente había sido para demostrarle cuán bajo terminaría cayendo.Nuevamente tendría que huir pero esta vez tendría que huir para siempre. Ni siquiera tenía el valor de acercarse a su madre y explicarle lo que estaba apunto de suceder, simplemente tenía que hacerlo porque no podía vivir de esa manera, no podía vivir encerrada en una vida que nun
Ya habían pasado unas cuantas horas desde que se habían llevado a Aurora al área de emergencias, el chico de traje negro que la había rescatado se había mantenido ahí, esperando que le dieran noticias de ellas. Realmente quería largarse de ese lugar porque detestaba ver como todas las alrededor lo veían, estaba consciente de su apariencia en esos momentos pero incluso sabiendo que se miraba completamente perfecto, odiaba ver como lo veían. Se había preguntado una y otra vez si ella había muerto y esa era la verdadera razón por la cual aún no tenía noticias de ella, tenía hambre, quería fumar y quería beber un poco pero no podía porque algo dentro de él lo obligaba a mantenerse en aquella sala de espera, esperando por unos buenos resultados.Su cabeza repetía una y otra vez la escena de lo que había vivido hace unas cuantas horas, justo como si su cabeza rebobinará una y otra vez la manera en que la había encontrado en el piso llorando y pataleando mientras se asfixiaba. No est
Aurora despertó en medio de la soledad que brindaba su blanca habitación de hospital, se llevo las manos a la cabeza y olfateo el penetrante olor a lejía. Aurora frunció el ceño y se tapo la nariz rápidamente.Vagos recuerdos se vinieron a su mente al recordar aquel joven hombre que la había rescatado en medio de la carretera, gracias a el no estaba muerta y quería agradecerle pero sabía que tal vez no sería posible. Aurora estaba segura que ese hombre se había ido del hospital en cuanto la había dejado.La puerta de su habitación se abrió para dejar pasar a un joven enfermero de cabello azul, Aurora miro su cabello llamativo y sonrió.-Me encanta tu cabello –susurro ella.