Aurora bajó del auto, suspirando mientras volteaba a ver a Theo.
—¿Por qué me haces esto?—le preguntó.
—¿Hacerte qué, el favor de protegerte de ellas por una vez en tu vida? Nunca ayudo a nadie, tienes suerte de obtener mi ayuda. Te ven como una puta carnada y prefieres quedare ahí.
—¿Acaso eso no es lo que soy?—preguntó al verlo abrir la puerta del auto.—¿No fue eso lo que fui para tu padre y para ti?
—Sí, si lo eres pero solo eres mía.— soltó antes de señalar el interior del auto— sube de una puta vez.— exigió con la voz ronca. Aurora observó su traje oscuro, elegante como él parecía vestirse siempre.
Ella no dijo ni una sola palabra. Únicamente lo obedeció y subió al auto. Theo suspiró por un momento antes de caminar nuevamente hacia l
Aurora caminó levemente, abrazando su cuerpo mientras mantenía su rostro en completa seriedad, prometiéndose que se pondría a llorar en cuanto la puerta metálica se cerrara pero no frente a él por lo que únicamente caminó, abrazando las pocas pertenencias que tenía en esos momentos. Theo la observó caminar con seriedad hacia la habitación, viendo como ella luchaba para ocultar sus sentimientos.—¿No te vas a poner a llorar, suplicar o al menos ponerte de rodillas? Tal vez si te pones de rodillas y haces un buen trabajo te permito irte conmigo.Aurora se detuvo por un momento al escucharlo, negando suavemente antes de simplemente caminar hacia la habitación y entrar en ella sin ninguna expresión o sonido.—¿Por qué tienes que ser tan diferente a las demás?—le preguntó él— realmente me frustra no poder entende
Theo se acercó levemente hacia aquel hombre, dando pequeños pasos que iban cargados de ira y frustración. Ver a aurora pidiéndole ayuda le había revuelto el estómago por completo porque sabía que la situación en la que ella se encontraba era su culpa. Era su culpa por la simple razón de haber permitido que aquel hombre entrar, subir dejado la puerta cerrada como se encontraba, ella no estaría herida mucho menos suplicándoles para que lo dejaran en paz.—Conoces perfectamente las reglas, sabes que no tienes que dañar la mercancía, no debes de tocar a las mujeres que no son tuyas y sobretodo no debes de comportarte como si fueras el maldito dueño de este lugar. No sabes lo que me molesta tener que estar aquí perdiendo el tiempo con un imbécil como tú, tocaste mi mujer y no pienso quedarme con los malditos brazos cruzados. Tú decides dónde qu
Theo golpeó la pared con fuerza antes de llevarse ambas manos hacia el rostro, soltando un gran suspiro lleno de frustración. No podía creerlo, realmente Aurora se estaba tomando el tiempo de ponerse con una actitud completamente estúpida. Simplemente no le parecía razonable la manera en la que ella se enojaba por el simple hecho que él no quería llevarse a las otras mujeres. Únicamente se la quería llevar a ella, estaba herida y su nariz no dejaba de sangrar así que lo más razonable para él era llevársela de aquel lugar pero ella simplemente se negaba porque le repetía una y otra vez que no se le hacía justo qué ella fuera liberada de ese lugar y las demás no. No estaba humor para estarla escuchando en su papel de heroína. Su plan había sido llevarla hasta el auto cargándola para asegurarse que ella no pudiera escaparse pero en cuanto él
El aire de la ciudad golpeó con fuerza a Aurora mientras corría por la ciudad, estaba asustada, aterrada y cansada por estar corriendo sin ninguna dirección en específico. No conocía la ciudad, estaba perdida y no sabía cuánto tiempo le costaría hasta que Theo pudiera encontrarla. Cada vez que corría con más fuerza su nariz sangraba, pidiéndole que se detuviera pero en sus planes no se encontraba detenerse. Al menos no hasta que encontrara un lugar seguro donde pudiera esconderse de Theo.El sol comenzaba a esconderse por lo que se le comenzaba a dificultar el hecho de distinguir a las personas. Tenía la esperanza de poder volver a ver a sus padres, tenía fe que encontraría una manera de llegar de regreso a casa sin que Theo o Scott pudieran detectarla. A unos cuantos metros pudo ver el centro comercial, era probable que en un lugar tan poblado Theo no pudiera obligarla a i
Aurora salió de su escondite unas cuantas horas después, específicamente cuando el centro comercial finalmente se vació por completo y cerró sus puertas. Las luces del centro comercial estaban encendidas pero casi todas las luces de las tiendas están apagadas por lo que algunos lugares en el centro comercial se encontraba en completa oscuridad. Realmente sentía que necesitaba ir a la farmacia pero no tenía dinero y entrar a alguna farmacia sería como si estuviera robando por lo que simplemente no era una opción. Después de unos cuantos segundos se arrepintió por completo de no haber llevado consigo la libreta y el polígrafo que Theo le había regalado porque al menos así podría escribir lo que estaba viviendo en esos momentos. Se estaba muriendo de hambre y estaba terriblemente cansada pero sabía que no se podía rendir únicamente por un poco de hambre y sueño. Lo único razonable que se le ocurrió hacer en ese momento fue el sentarse en una de las bancas de madera blanca que se encont
El aeropuerto se encontraba totalmente lleno de gente, y tal camino por el lugar junto a su pequeño maleta, algo le había dicho que tenía que regresar a Londres donde todas historia había comenzado, estaba casi completamente seguro que lo encontraría, tenía fe de qué encontraría a Aurora en aquel lugar, conocía los gustos de Theo y estaba seguro que viviría en una de las lujosas casas en las afueras de la ciudad. Probablemente Theo viviría en una mansión donde pudiera vivir con comodidad con todos sus lujos justo como su padre lo había enseñado, aún podía recordar cuando eran jóvenes, podía recordar los días en que se divertía conteo, con el verdadero Theo. Theo era una excelente persona pero estaba tan corrompida que simplemente había perdido por completo su esencia. Aunque estaba en Londres, deseando poder encontrarse con él, est
Theo se recargó con fuerza en el asiento de cuero del auto, encendiendo su lujoso auto negro antes de decidir conducir hasta las afueras de la ciudad. El cielo se encontraba totalmente oscuro sobre él, tenía que llegar a casa antes de las diez de la noche para poder alistar la maleta que se llevaría a la casa de Aurora. Seguía sin encontrarla y ya habían pasado más de tres días desde que ella había desaparecido. En esos momentos se dirigía a una de las ubicaciones solía utilizar cada vez que necesitaba algo de alguien, había encontrado a un viejo amigo de Aurora, justamente un viejo amigo de la escuela que le serviría bastante. El exigiría que le dijera todo lo que supiera de Aurora, estaba completamente consciente que cualquier información en estos momento sería bueno para encontrarla. Simplemente estaba harto de no poder encontrarla y como no había podido encontra
Las piernas de Aurora temblaron con fuerza cuando ella se detuvo frente de la puerta de su casa, nunca se había sentido tan feliz en su vida, finalmente estaba en casa, finalmente podría ver a sus madre. Adam se acercó a ella, observando como temblaba de emoción. No podía negarlo, algo dentro de él también lo llenaba de felicidad, sentía que finalmente había logrado su objetivo eso le parecía completamente hermoso. Aurora se tomó un poco de tiempo antes de atreverse a abrir la puerta principal de su casa, no tocó, no timbró el timbre y mucho menos miro el interior de la casa. Simplemente entro, gritando por su madre una y otra vez mientras corría hacia la puerta de la habitación de su madre y su padre.La madre de Aurora al verla se paralizó, se quedó sentada en su cama con el rostro pálido mientras observaba todos los golpes que su hija traía en el cuerpo. Lo único que pudo hacer fue ponerse a llorar, temblando mientras estiraba sus manos hacia su delgada hija, aurora se ace