Aurora miró a Axel y se alejó todo lo que el lugar le permitió. Axel sonrió al ver la respiración agitada de Aurora, lo que le permitía entender que la mujer estaba nerviosa y aterrada.
— ¿Quieres que te termine asesinando como a tu madre?— preguntó Axel. — ¡Cállate!— gritó Aurora mientras negaba y lo apuntaba con el arma que era sostenida por sus manos temblorosas. Axel sonrió y miró las manos temblorosas de Aurora antes de comenzar a reír con fuerza. — ¿Crees que podrás asustarme con el arma de Theo? Cariño, ni siquiera sabes cómo se maneja un arma. Aurora lo miró y disparó hacia el suelo. Scott sonrió y habló por teléfono mientras que Axel se entretenía con la mujer de su hijo. — ¿Quieres saber c&oacutLa noticia sobre el asesinato de Axel o el “Asesino del triángulo” voló en el aire en cuestión de escasas horas. Cada periódico de la ciudad tenía la noticia en primera página, las revistas no se quedaban atrás y publicaban la noticia rápidamente. La ciudad estaba eufórica ante la felicidad de la noticia sobre la muerte de Axel. Todos parecían liberados y felices. Las calles lucían nuevamente tranquilas y felices. En cambio, Aurora parecía atrapada dentro de ella. Aterrada y arrepentida de lo que había hecho, aterrada de ella misma. El arrepentimiento y la paranoia habían llegado rápidamente a ella en cuanto había vaciado el cartucho del arma sobre Axel. Una pequeña semilla de pánico se había sembrado en ella y ahora, el árbol del pánico había crecido tanto q
Aurora se paseó por los pasillos de Interpolice por unos cuantos minutos. Se mordía los labios constantemente mientras veía el gran pasillo solitario del edificio.Volteó hacia la puerta de la oficina de Theo y se mordisqueo con más fuerza el labio superior.Estaba nerviosa, aterrada e incluso emocionada.Adam estaba dentro de la oficina de Theo, podía escuchar la conversación de los dos hombres.Nerviosamente tocó la puerta y esperó unos segundos hasta que finalmente le permitieron el acceso al lugar.Aurora observó los ojos verdes de Theo y sonrió bobamente como una enamorada de primera. Él paso su mirada por el ajustado vestido de Aurora y gruño.— ¿Quieres jugar con fuego?— pregunto él con un pequeño susurro. Evitando que Adam lo escuchara.—Pensé que estabas molesto... es solo que.
Aurora observó con atención el lugar, sonrió ampliamente y asintió antes de llevarse las manos a la cadera.—Me sorprendes.—Sabía que te gustaría, nunca tuviste tiempo de tener una cita así, ¿Cierto?Aurora negó suavemente y sonrió al sentir la pequeña corriente de aire recorrer el lugar.— ¿Cómo es qué sabes lo que quiero?— preguntó ella.—Bueno... probablemente te conozco muy bien, eres como una pequeña niña y sabía perfectamente que te encantaría venir a este lugar.— ¡Quiero subir ahí!— dijo
Theo negó y sonrió ampliamente al ver a Aurora con el traje de baño.— ¡Papi entra al agua!— gritó Henry mientras se lanzaba hacia la piscina.Lucia gritó molesta y volteó hacia la piscina.— ¡Mi dibujo!— gritó molesta.— ¡Lucia deja eso y diviértete!— gritó Theo mientras asaba la carne en el asador.Aurora se acercó a Theo y lo miró por un momento.Theo la miró a los ojos y notó un cierto brillo en la mirada de Aurora y sonrió al darse cuenta Que Aurora finalmente lo quería.Estiró uno de sus brazos y rodeó la fina cintura de Aurora.—Necesito hablar contigo —dijo ella con cierto nerviosismo en la voz. Theo frunció el ceño y la miró antes de asentir.—En un momentito, terminemos de hacer Estoy y luego hab
Theo se pasó las manos por la cadera y señaló la zona marcada en el mapa.—Entremos por aquí —dijo. — esta zona es la más segura entonces deduzco que ahí tienen al presidente.—Y nosotros podemos entrar por detrás, justamente por esta puerta. —dijo Adam mientras señalaba una puerta de madera que se encontraba a unos cincuenta metros de distancia.—Solo entraremos Adam y yo, los demás quédense afuera en caso de que salga algún herido, ¿Entendido?— preguntó Theo.Un joven chico asintió y guardó su arma mientras escuchaba con atención cada una de las indicaciones del plan de Theo.Theo miró a Adam y le señaló unas cuantas direcciones en el mapa.— ¿Entendiste lo que debemos hacer?— preguntó Theo. Adam asintió y preparó su
Aurora se dejó caer sobre la cama cuando los niños finalmente se durmieron. Llevó sus manos hacia su nuca y respiro en la oscuridad y privacidad que le daba la habitación. Se sentía sola en la gran habitación de Theo, extrañaba su voz y su presencia en aquella habitación. El simple hecho de saber que se encontraba afuera, luchando por todos y haciendo su trabajo... la atormentaba por completo. Se sentía inquieta y aterrada. Probablemente tendría que acostumbrarse a eso, acostumbrarse a que el hombre que amaba se fuera constantemente a lugares donde ella no sabría, a lugares donde ponía su vida en peligro y probablemente no volvería. La habitación se quedó en un completo silencio cuando Aurora detuvo la respiración. El pequeño celular blanco vibro sobre la mesa de noche al lado de la cama. Aurora jadeó y se acercó lentamente a la pequeña mesita de noche mientras se arrastraba sobre la cama. Tomó el celular y observó el nombr
Aurora metió sus manos cubiertas por los guantes de látex en el cuerpo abierto de Theo. Buscó con la mirada las balas y sujeto unas pinzas de metal antes de suspirar y mirar el pulmón perforado de Theo.— ¿Cómo es que sobrevivió?— preguntó Aurora mientras sacaba una de las cuantas balas que tenía Theo en su cuerpo.Aurora observó la frecuencia cardiaca de Theo y se alarmo al ver que lo perdía por completo.— ¡Está entrando en un paro cardíaco!— gritó. — ¡Rápido descargas!Aurora observó el cuerpo de Theo brincar cuando recibió la descarga. Sollozó y observó fijamente el monitor sin ninguna señal de vida, El fuerte pitido del aparato la mareada.Unas fuertes nauseas atraparon su cuerpo ante la idea de estar perdiendo la vida de Theo.— ¡Otra desc
35 días antes de la explosiónLas voces se escuchaban por cada una de las habitaciones del desgastado hotel, a pesar de que a su habitación solo llegaban unos cuantos susurros. La mujer se pegó a la pared para escuchar un poco más y pasó sus manos por la suciedad de la pared.Exclamó en voz alta y gruñó a causa de la suciedad que se encontraba en el lugar, el hotel lucia completamente viejo y parecía que caería en cualquier momento, pero era perfecto. Esos hombres se reunían cada mes en aquel lugar para planear sus próximos movimientos y ella ya no permitiría ni un movimiento más.Podía escuchar la voz de Fernando a través de los muros, con solo escucharlo podía sentir el asco y el odio recorrer su sistema sanguíneo para terminar llenando cada rincón de su cuerpo.Llevaba meses trabajando en est