CAPÍTULO 4.

Dakota.

Me desperté gracias a los gritos de nuestros vecinos, al parecer el hombre era un holgazán y se había gastado el dinero de la comida del bebé. Todo esto lo sé, gracias a los fuertes gritos.

Me levanté de la cama y no vi a Olivia en la suya, pasó la noche con Charles ¡Bien por ella!

Después que Inferno saliera por la puerta como un lunático me limité en acostarme y quedé completamente dormida, en mis sueños recordaba esos ojos grises.

Caminé hasta el cuarto de baño y tomé una ducha, lavé mi rostro retirando el maquillaje de la noche pasada ya que ni para eso tuve tiempo.

Tomé una falda y una sudadera junto a mis botas y me limité en salir en busca de un trabajo. Inferno tenía razón este lugar parecía una guarida de un asesino en serie.

Al llegar a la calle emprendí mi camino por cada local cercano en busca de una oportunidad de trabajo, pero siempre decían las mismas palabras.

Ya estamos completos.

Al llegar al parque en dónde conocimos a Charles vi un restaurante con un cartel inmediatamente fui hasta este y decía que necesitaban una camarera. Era mi oportunidad.

Entré al restaurante y todas las miradas quedaron en mí, en el momento sentí un ataque de nerviosismo.

─ Buenos días ¿Que desea tomar? ─dijo una chica detrás del mostrador.

─ Quiero hablar con el dueño del restaurante, vengo por el empleo de camarera.

La chica asintió perdiéndose por una puerta que llevaba no sé a dónde.

Quizás llevaba a Narnia.

Un hombre de unos cincuenta años con cabello canoso apareció frente a mí ─ Buenos días ¿Deseas el trabajo?

─ Sí, anteriormente en mi lugar de nacimiento fui camarera y...

─ Estás contratada ¿Puedes empezar mañana? ─preguntó.

─ Sí, claro. Muchas gracias.

─ No hay de qué, tú hora de entrada será a las ocho de la mañana y saldrás todos los días hasta que no quedé una persona en el restaurante ─dijo con una sonrisa y asentí ─ Aquí también servimos bebidas, es un restaurante bar ¿Crees estar preparada?

─ Sí, no se preocupe.

Caminé de vuelta al apartamento más feliz que nunca ya tenía un empleo y podía salir de ese lugar, aunque tendría que hablar con Olivia para que ella empezará a buscar empleo de igual manera.

Llegué al apartamento y al abrí la puerta me llevé una sorpresa, Charles y Olivia se estaban besando en la misma pared dónde Inferno y yo estuvimos muy de cerca.

─ ¡Vaya! Yo no sabía que habías vuelto ─dije mirando hacía el suelo.

─ Buenos días Dakota ¿Como amaneciste? ─preguntó Charles tomando lugar en la cama de Olivia.

─ Supongo que bien.

─ ¿Mi hermano te trajo anoche? ─preguntó y miré en dirección a Olivia y luego a él.

─ ¿Él te dijo?

─ No he hablado con el hoy, sólo estaba preguntando.

─ Ah, sí me trajo y luego se fue.

─ Me lo imaginé, él es algo extraño ─soltó Olivia.

─ No usaría la palabra extraño, usaría mejor la palabra misterioso ─solté.

─ Él actúa de esa manera por razones que bueno... No puedo explicar, pero no creas que es malo, porque no lo es, Inferno tiene un buen corazón debajo de ese porte de chico tonto.

─ Dime que, aunque sea te beso ─soltó Olivia e inmediatamente me ruborice en mi lugar.

─ Yo... no, no nos besamos.

─ ¿Tu hermano no será...? ─preguntó Olivia en dirección a Charles y él soltó una carcajada.

─ Te impresionaría con cuántas mujeres lo encontré hace dos semanas en su habitación.

No sé porque, pero eso no me gustó. Me hizo sentir que Inferno no quería besarme ni siquiera mirarme.

─ ¿Y entonces porqué, aunque sea beso a Dakota? Ella es hermosa y mira que su ex novio la persigue todavía, está muy enamorado de ella y una vez le mandó un mensaje que no la podía olvidar que ella era una diosa ─soltó Olivia.

─ ¡Olivia por Dios!

Charles abrió sus ojos como platos y sonrió ─ Tendré que darle ese dato a Inferno, le va a encantar.

─ No le vas a dar nada, él me dejó claro que no quería que me acercara a él ni a sus hermanos y me dijo lo mismo de Olivia, así que yo no volveré a cruzar palabras con él.

─ ¡Woo! es mi hermano y hay muchas razones por la cual te dijo eso y una de esas es que está protegiéndote, bueno a ambas ya que tampoco quiere a Olivia cerca ─dijo Charles.

─ ¿Y eso por qué? ¿Acaso tenemos alguna enfermedad contagiosa? ─preguntó Olivia.

Charles se levantó de la cama y pasó una de sus manos por su rostro en ese momento me recordó a Inferno.

─ Papá nos dejó algo que bueno... a Thomas le ocurrieron cosas cuando era el jefe y por esa razón dejó ese... ─pasó nuevamente su mano por su rostro ─ Dejo eso atrás y entonces ellos me tratan como un bebé y yo sólo sé de ciertas cosas, pero el que siguió con lo que papá nos dejó es Inferno y bueno al tener chicas con nosotros corren peligro y supongo...

─ ¿Tu hermano no se llama Inferno verdad? ─pregunté y él negó con la cabeza ─ ¿Cuál es su verdadero nombre?

─ No me corresponde decírtelo, todos lo llaman Inferno y así debe ser. Nosotros que somos sus hermanos lo llamamos así también.

Rodeé los ojos y asentí tomando lugar en mi cama, Olivia continuó una serie de besos con Charles y me estaban estresando.

Después de lo que pareció una eternidad Charles se fue y Olivia se acostó a mí lado en la cama.

─ Conseguí un trabajo de camarera, empezaré mañana ─dije y ella soltó un grito.

─ Que bueno yo tendré que hacer lo mismo, pero quería contarte algo.

─ ¿Qué?

─ Charles y yo...

─ Eres cuatro años mayor que él.

─ ¡Oh no! Querida ese niño como lo llamas, sabe hacer un buen trabajo y da muy buenos...

Negué con la cabeza y cerré mis ojos conciliando un poco de sueño.

─ Cuéntame de Inferno ¿De verdad no hubo un beso ni nada?

─ No.

─ Enséñale la depredadora que eres y caerá rendido, recuerda que todos los hombres piensan con el miembro y no con la cabeza.

─ Quiero dormir Olivia y no quiero hablar de Inferno ni esa familia de hermanos locos ─dije cubriéndome con la cobija.

Olivia se levantó de la cama y fue en dirección al baño, cerré mis ojos dejando algunos pensamientos invadiendo mi mente.

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