Hoy empezaría en mi nuevo trabajo de camarera, estaba un poco nerviosa porque no sabía qué clase de personas encontraría ahí.
Tomé un jean y una camisa de cuadros junto a unas botas. Salí de mi apartamento y caminé hasta el ascensor, al llegar a este se encontraba un hombre muy bien vestido desvió su mirada a mí y sonrió.
─ Buenos días chica hermosa ─dijo en mi dirección.
Volteé a él y sonreí ─ Buenos días.
─ ¿Hace mucho vives aquí? ─preguntó.
─ Hace dos días aproximadamente.
El ascensor se abrió y me despedí de él con una sonrisa que él de igual manera respondió.
Pero lo que dijo después paralizó mi corazón ─ Nos vemos Dakota.
Inmediatamente volteé a él y las puertas se cerraron.
─ ¿Como sabe mi nombre?
Continúe mi camino hasta el restaurante, sentí que me seguían, pero al voltear no veía a nadie tras de mí.
─ Estoy paranoica.
Mi teléfono sonó en mi bolso y lo llevé a mi oído sin mirar el nombre en la pantalla.
─ ¿Bueno?
─ Estoy algo asustada Dakota y sabes que soy muy difícil de asustar ─dijo al otro lado la voz de Olivia.
─ ¿Qué pasó?
─ Acabo de llegar al apartamento y un hombre con un traje me llamó por mi nombre y lo peor es que no sé quién es, pensé que era una de los seguridad de los hermanos Wembley, pero creo que no.
─ ¿Era alto? ¿De la contextura de Inferno?
─ Sí, tenía ojos verdes.
─ Cuando entré al ascensor me habló y le contesté, pero al salir también dijo mi nombre y justo ahora siento que me están siguiendo, pero no veo a nadie tras de mí.
─ Esto está muy raro Dakota y sinceramente tengo miedo.
─ Yo también Olivia.
─ Bueno, mantente comunicada, me arreglaré Charles viene por mí y dice que tiene noticias.
─ ¿No tenías que alejarte de él? ─pregunté.
─ Y sabes que estaba lejos de él, pero él me llamó hace quince minutos y me dijo que vendría por mí, así que yo no tengo la culpa querida amiga.
Después de terminar con mi conversación con Olivia, llegué al restaurante estaba repleta de hombres, mujeres y algunos niños.
─ Hola soy...
─ Dakota, sí la chica nueva ven conmigo ─dijo la misma chica que me dio la bienvenida el primer día.
La seguí y me tendió lo que parecía ser el uniforme del restaurante; Una falda arriba de las rodillas, una camiseta de tirantes con el nombre del local y un delantal.
─ Creo que es de tu talla, pero no importa si te queda ajustado es mejor así llamarás más clientela ─dijo saliendo de la habitación.
Empecé a cambiarme y me llevé un gran problema al subir la falda, literalmente movía un músculo y podía romperse y la camiseta me quedaba muy ajustada mi pecho querían salir de esta.
Salí de la habitación y caminé en dirección a la chica, ella me tendió una libreta y un bolígrafo.
─ Buena suerte ─dijo la chica y asentí.
Solté un suspiro y caminé hasta un grupo de hombres en una de las mesas del fondo ─ Buenos días ¿Algo para tomar?
─ A esto es lo que llamó una buena bienvenida ¿Cuál es tu nombre preciosa? ─preguntó uno de los hombres dirigiendo su mirada a mis pechos.
─ Eso no está en el menú, por favor ¿Desean algo? Tengo más mesas que atender.
─ Desearía tu número de teléfono ─contestó el otro hombre.
─ Y yo desearía patearte el rostro ─soltó una voz a mi espalda.
Al voltear me topé con Inferno en una de las mesas junto a sus dos guardaespaldas.
─ ¿Y tú quién eres? ─preguntó uno de los hombres hacía Inferno.
─ Para ti soy el diablo ─respondió Inferno.
─ Preciosa ¿Que planes tienes para hoy? ─preguntó el chico de vuelta a mí.
Inferno chasqueó la lengua y mostró una sonrisa ─ ¿Sabes qué soy mucho más alto cuando me levanto y sabes que tu miserable vida puede acabar antes de que chasqueé mis dedos?
─ Inferno por favor ─dije en dirección a él.
Uno de los hombres soltó una carcajada ─ ¿Inferno? ¿Quién se llama así? ¿Tu madre no te quería o quizás...
Inferno se levantó y tomó del suéter al hombre acercándose a su rostro ─ No vuelvas a hablar de mi madre porque puede ser lo último que hagas en tu vida.
─ ¿Que está pasando ahí? ─preguntó la chica detrás del mostrador.
─ Nada, yo me encargo.
Tomé hombro a Inferno acercándolo a mí ─ Vamos afuera.
Inferno volteó su mirada a mí y tomó una de mis manos llevándome hasta la puerta de salida, mi mano era tan pequeña y delicada entre las de él.
─ ¡Vete al infierno! ─gritó el hombre.
Inferno se volteó a él y sonrió ─ De ahí vengo.
Inferno.Llevé a Dakota de la mano hasta la puerta de salida, ella iba sumida en sus pensamientos así que estaba plenamente seguro que la noticia que iba a darle acabaría dejándola en un estado de shock.─ ¿Qué fue eso Inferno? ─preguntó soltando mi mano.Pasé las manos por mi rostro y miré a sus ojos marrones ─ He venido por ti.─ ¿Por mí? Yo... yo no soy de tu propiedad no soy un juguete que puedes mover y tomar cuando quieras.─ Estás en peligro, tú y Olivia ─solté y ella abrió sus ojos como platos.─ ¿Es por esos hombres verdad? ─preguntó inmediatamente me tensé en mi lugar.─ ¿Que hombres? ¿De qué hombres hablas Dakota?─ Al salir de mi apartamento antes de venir aquí me topé con un hombre en el ascensor y él sabía mu nombre y al parec
Dakota.Llegamos a un enorme avión y vi frente a esté a Thomas junto a Emily y una pequeña de unos cinco años.─ Bienvenida Dakota, no pensé que Inferno y tú tenían algo serio ─dijo Emily llegando a mí con un abrazo.─ No tenemos nada serio ─respondió Inferno pasando a mi lado.Uno de los guardaespaldas tomó mi maleta y entraron al avión con ella.─ No le hagas caso él es un tonto ─dijo Charles a mi lado.Caminé hasta la entrada del avión y Thomas me saludó con un asentimiento de cabeza.─ Ella es mi hija su nombre es Sophie ─dijo Thomas.Desvié mi mirada a la pequeña de cabello castaño, sus ojos azules que muy bien eran heredados de su padre.Me agaché frente a ella y sonreí tendiéndole la mano ─ Soy Dakota.La pequeña desvió la mirada y c
Inferno.CINCO AÑOS ATRÁS...Sentí ira, terror, odio, de todo un poco cuando mis hermanos no hacían nada para rescatar a mi padre, Thomas era el mayor, pero era una gallina.Me infiltre en la mansión de los Bush esperando que algunos de los seguridad de la puerta se quitarán para así poder entrar, lo único que llevaba conmigo era un arma y eso no me ayudaría en mucho a la hora de enfrentarme con algunos de esos hombres.Estaba entre unos arbustos y desde mi posición podía ver a los seguridad, coloqué el silenciador en el arma y le apunté a uno disparándole entre sus cejas, mientras que el otro quedó en estado de shock salí de los arbustos y le disparé justo en el corazón.─ Voy por ti padre.Abrí la enorme puerta inmediatamente me apuntaron tres hombres, levanté mi arma e
Dakota.Me levanté de un salto al escuchar el grito de Olivia, abrí los ojos y vi por la ventanilla que ya habíamos llegado e incluso era de noche.─ ¡Oh mi dios, estoy en París! ─gritó.Miré en dirección a Inferno y estaba dormido, toqué su hombre y él abrió sus ojos ─ Hemos llegado.Me levanté del asiento y caminé hasta la puerta, desde el aeropuerto todo se veía hermoso acompañado de la luz de la luna.─ Quiero visitar la Torre Eiffel ─soltó Olivia.Inferno llegó a mi lado estirando su cuerpo, arregló su saco junto a su corbata y miró en mi dirección ─ ¿Alguna vez habías estado en París? ─preguntó.─ No, es mi primera vez.─ Que bueno que soy tu primera vez en algo ─dijo bajando los escalones del avión.Abrí mis ojos como pl
Inferno.Dakota salió por la puerta y no tuve que adivinar porque era, ella estaba nerviosa al verme medio desnudo frente a ella. Caminé hasta el clóset y tomé una de las toallas que estaban en él, llegué hasta el baño y me despojé de mi pantalón junto al bóxer.Inmediatamente el agua se hizo presente en mi cuerpo, pasé mi mano por mi rostro y cabello dejando circular el agua bien.Quince minutos después tomé un pantalón de chándal junto a mi bóxer y salí por la puerta de la habitación. Bajé las escaleras y no vi a nadie en la sala, escuché risas desde el patio trasero así que decidí ir hasta allá, cuando llegué todos se encontraban en las sillas de playa frente a la piscina, los ojos de Dakota dieron a los míos y luego bajaron a mi pecho desnudo.─ Pensé que e
Dakota.Sentí unas manos frías en mis pies e inmediatamente abrí los ojos, la luz del sol entraba por la ventana y lo primero que vi frente a mí fue el cabello castaño de Olivia y una sonrisa de oreja a oreja.─ ¿Y bien? ─dijo alzando sus cejas ─ Quiero todos los detalles.Me removí en la cama estirando mi cuerpo ─ ¿De qué hablas?─ Durmieron juntos o sea que tuvieron sexo ¿Que tal fue? ¿Extrañabas ser penetrada por un hombre de verdad?─ ¡Ay por dios Olivia! Que vocabulario el tuyo.─ Ay amiga quiero todos los detalles, cuenta, cuenta.─ No tuvimos sexo, solo dormimos juntos y ya, ni siquiera nos hemos besado y...─ ¿Durmieron juntos sin sexo? ¿Pero se tocaron cierto?─ No, aunque en la noche sentí algo en mi muslo quizás era la anaconda asesina ─solté una carcajada.─ Yo es
Dakota.Me encontraba frente al espejo haciendo mis últimos toques con el maquillaje de Emily.El maquillaje resaltaba el vestido y me encantaba, quería ver la cara de Inferno al verme de esta manera. Abrí la puerta del baño y salí de esté, coloqué mis tacones de color rojo y apliqué un poco más de labial rojo.Salí de la habitación y bajé las escaleras ya todos se encontraban en la sala, pude apreciar a Thomas con un traje en color blanco le quedaba hermoso y a su lado estaba Emily con un vestido crema.─ Estás hermosa cuñadita ─dijo Charles saliendo de la cocina, llevaba una camisa Blanca junto a sacó en color negro y corbata.─ Te dije que estaría hermosa ─soltó Olivia, ella llevaba un vestido en color negro muy atractivo y descubierto como le gustaba estar.─ ¿Ya nos vamos? ─pregunté al term
Inferno.─ Y entonces ella me dijo que le gustaba lo que estaba haciendo, pero yo creo que me estaba mintiendo, ella tiene más experiencia que yo y...─ ¿De qué me estás hablando Charles? ─pregunté.─ ¿No has escuchado nada de lo que dije cierto?─ Sinceramente no ─respondí.Mis ojos estaban sobre Dakota y sus bailes y mi cabeza imaginando posibles lugares de este lugar en donde me gustaría follarla o, aunque sea tocarla.─ Dakota te está volviendo loco hermano ─dijo Thomas.─ ¿Qué? Claro que no.─ Como digas, yo sé cuándo un hombre está apunto de enamorarse y puedo verlo en ti querido hermano.─ Estás loco, aquí el único enamorado es Charles ─miré en su dirección y él negó con una sonrisa ─ Después de todo ¿Que me decías?<