Estaba terminando de arreglarme para la famosa celebración del cumpleaños de Ambrose. Coloqué en mis labios más del labial que me había prestado Emily.
Iríamos a una discoteca con tema neón, llevábamos ropa muy escandalosa, y a eso se le sumaba mi labial que podía alumbrar la vida de las personas.
Salí del baño y frente a mí estaba Ambrose con una expresión de enfado, él no quería ir a ese lugar y era obvio que tenía que ir, estábamos celebrando su cumpleaños.
─ ¿Podrías quitar esa cara? Es una discoteca no un maldito matadero ─ solté.
─ Dame un beso y quizás me lo pienso.
Caminé hasta él y le di un beso corto en sus labios, aunque no recordaba mi labial y de inmediato solté una carcajada al ver sus labios de ese color rosa, no s
Dakota.Llegamos hasta los chicos que estaban en una enorme mesa, Charles volteó a nosotros y por su expresión sé muy bien lo que pensó.─ ¿Dónde estaban? los estuvimos buscando ─preguntó Emily.─ Huelen a sexo ¿Estaban follando? ─preguntó Olivia.Ambrose rodó los ojos y pasó por su lado sin dirigirle la palabra.─ Estábamos cerca del DJ ─respondí.─ Estaba masturbando a mi novia ¿Hay un problema con eso Olivia? ─preguntó Ambrose.Sentí que me había puesto de todos los colores posibles, sentía vergüenza, pena, de todo un poco.─ ¡Vaya! Tienes que enseñarme el lugar ─contestó Charles con una sonrisa.─ ¡Ay por dios chicos! ─exclamó Emily.Caminé hasta Ambrose y tomé lugar a su lado, pero él me tom&oac
Inferno.Después de estar más de quince minutos en la pista de baile, decidimos empezar a beber para celebrar mi cumpleaños, al igual que los nuevos integrantes de la familia Wembley.Tomé lugar en una de las sillas y Dakota se sentó frente a mí, ella se encontraba hablando con Olivia y yo sólo veía sus labios moverse mientras hablaba, como mordía sus labios, como pasaba su mano por su cuello y como miraba en mi dirección.─ ¿Qué piensas de eso Inferno?─ ¿Qué? ¿De qué? ─pregunté a Charles.─ Nada olvídalo idiota, nunca puedo tener una conversación pacífica contigo, quién sabe en qué siempre piensas.─ ¿Qué tal si nos vamos a casa? Estoy un poco cansada y...─ Vámonos a casa, al menos que alguno quiera seguir ─soltó Thomas
Inferno.Me levanté de la cama y fui hasta Dakota, tomé su rostro entre mis manos y pegué nuestros labios, ella pasó sus manos por mi pecho poco a poco mi piel estaba hirviendo con su tacto.Tomé el dobladillo de su suéter de pijama y lo levanté, ella terminó quitándolo, pegué nuestras bocas y ella llevó una de sus manos a mi pantalón tocando mi pene por encima de mi pantalón.─ Espérame aquí ─dije caminando hasta la puerta.─ ¿Adónde vas?─ Espérame aquí ─ordené.Salí por la puerta con mi pene muy notable en mis pantalones, bajé la escalera y llegué hasta la cocina al encender la luz me topé con Charles.─ ¿Que mierda haces aquí? ─pregunté.─ Oye que le paso a tu pene.Pasé por su lado y llegu&e
Inferno.Me levanté con un fuerte dolor de cabeza, pasé mis manos por mi rostro y solté un suspiro.Estaba desnudo en la cama con Dakota a mi lado, su cabeza estaba sobre mi pecho. Al final la volví insaciable igual que yo y terminó teniendo cinco orgasmos.Me levanté y fui hasta el cuarto de baño, cepillé mis dientes y tomé un bóxer y un pantalón de chándal.Salí de la habitación bostezando y vi a Olivia salir de la de ella con unas maletas.─ ¿A dónde vas? ─pregunté.─ Me voy a casa.─ Mmm ¿Y Charles lo sabe?─ Charles y yo decidimos dejar esto hasta aquí, yo... yo no puedo estar con él y...─ ¿Dejaste a mi hermano? ─pregunté.Recordé que anoche vi a Charles en la cocina solo, quizás ya habían hablado y yo m
Dakota.Me levanté gracias a los gritos que escuchaba en el primer piso, sin duda era la voz de Ambrose, pero...¿Con quién está peleando?Caminé hasta la ducha y me di un baño, pude apreciar las marcas que llevaba en todo mi cuerpo, gracias a mi noche con Ambrose.Cepillé mis dientes y fui hasta el clóset, por mi ropa, hoy sería el viaje a Canadá y estaba muy emocionada, sobre todo porque había estado pensando durante al menos estás veinticuatro horas sobre la propuesta de Ambrose y estaba segura de que quería casarme con él.Era un poco confuso, ya que tenía un mes y medio de conocer a Ambrose, pero algo en mí sabía que él era el hombre de mi vida y no podía dejarlo escapar.─ Vete de mí maldita casa ¡Ahora! ─escuché el grito de Ambrose y me sobresalt&eacut
Dakota.Olivia me dio unas pastillas para relajarme lo que quedaba de la tarde y ni eso podía hacer que cambiará mi mentalidad de salir de este lugar.La puerta se abrió y vi entrar a Ambrose ─ ¿Qué haces aquí? ─pregunté.─ Yo... yo quiero hablar contigo.─ No tengo nada que hablar contigo Ambrose, yo dije todo lo que tenía para decir y ya.─ ¿De verdad quieres irte? ─preguntó.─ Ambrose ¿Eres idiota o solo lo aparentas? Claro que quiero irme, asesinaron a mis padres por tu culpa, y pretendes que me quede en este maldito lugar esperando que los asesinen a todos y yo tenga que verlo.─ Si lo hacen, ya nadie estará aquí.─ ¿Porque estás tan seguro?─ Thomas se va junto a Emily y Sophie para Polonia y Charles se va con Olivia para estados unidos.─ ¿O sea que me puedo ir? ─p
Inferno.No podía creer quién estaba frente a mí, tenía años sin ver al hijo de puta que asesinó a mi padre.─ Tú ─solté.─ Ese soy yo.Dakota salió de la puerta y dirigió su mirada a Marcus.─ Yo te conozco, yo...─ Sí, yo era el chico de la discoteca.─ ¿Qué? ─solté mirando a Dakota.─ Ahora no es momento de hablar Inferno, será mejor que guardes esa arma o tu hermano y su novia morirán ─soltó el idiota frente a mí.Dos hombres vestidos de negro con pasamontañas subieron las escaleras con Charles y Olivia tapando sus bocas y un arma apuntándole a la cabeza.─ Tus hombres no están capacitados para enfrentarse con los míos ─soltó Marcus.Subieron dos hombres más y caminaron hacia nosotros, uno me tomó d
Dakota.Podía ver frente a mí como golpeaban sin cesar el cuerpo de Ambrose y no podía hacer absolutamente nada.Escuchaba los gritos de Charles a mi lado por el dolor de su pierna tanto por sentirse mal al no ayudar a su hermano. Olivia se había desmayado en su silla y podía entenderla, nunca habíamos pasado por algo así y era una fuerte impresión para ambas.Dejaron de patear el cuerpo de Ambrose y él volteó su rostro a mí, llevaba un corte en su ceja y sus dientes de ese color carmesí.Era una estúpida por no ayudarlo, yo podía hacerlo, pero tenía miedo, debía hacer algo, tenía que pensar en algo, ayudar por una maldita vez a Ambrose.─ Oye Marcus, podemos hablar ─dije y él volteó a mí con una sonrisa.─ No Dakota, aléjate ─soltó Ambrose arrastránd