«No importa, sólo con esto bastará…»

Con solo recibir una sonrisa y no lagrimas él se sentía cómodo. Mientras la envolvía en sus brazos y olía su perfume sonrió antes de quedarse dormido también.

—Una vida tranquila en italia, jejejeje ¿Te burlarías de nuevo?

Suspiró tratando de contener su emociones y beso su cabeza nuevamente.

—De todas las cosas, eso sí me dolería, nada de lo que te digo es mentira, solo me gustaría que por lo menos me engañaras una vez, dolería menos para tu siguiente rechazo.

La “dormida” Raquel, arrugó levemente la ceja, pero permaneció inmóvil como siempre que lo escuchaba hablar por las noches.

Los días transcurrieron, y las interacciones se volvieron…

—¡Ahh! ¡Kyle!

Mientras era embestida por detrás con fuerza, sus lenguas se encontraban desesperadamente en una danza agresiva y ansiosa.

—No importa cuántas veces lo haga, te veo y se para por sí solo. ¡Mmm!

—Eso no puede ser posi… ¡Ahhh! ¡Más duro! ¡Así! ¡Ah!

Sus pechos aprisionados con la