¿Vas a sacrificar a mis hijos por la tranquilidad de Iván? ¡A ella le diste todo y a mí me mantuviste escondida como una rata! ¡¿Crees que no lo sé?! ¡Ella sigue viva! ¡Este matrimonio es falso! ¡¿Que tan estúpida crees que puedo llegar a ser?! ¡Lo soporté todo! ¡Creí en ti pese a ver tus mentiras desde lejos! ¡¿Cuánto más quieres humillarnos?! ¡¿Tanto es tu amor por él que estuviste dispuesto a sacrificar a uno de mis hijos?! ¡Responde!

Carlos atónito sintió como su estómago se llenaba de acidez y un sabor agrio subió por su garganta mientras escuchaba a su madre.

—Déjala ir.

Se escuchó la voz de Andrés desde el pasillo, él menos que nadie quería escuchar todo eso. Desde pequeño vivió la faceta depresiva de su madre, cuando bebía todos los días y lloraba por creer en el suicidio de su rival. Pese a todo, Sergei estaba con ellos y consolaba a Griselda tanto como podía.

Al ser mayor y darse cuante de lo que sucedía a su alrededor, solo esperó a ese momento.

—Me llevaré a mi