«Laila»
Me aferre al brazo de mi hermano y deje caer al piso la nota, no entendía ¿qué pasaba? o ¿Quién pretende hacernos daño a Joshua y a mí?, la historia de mis padres arrastraba muchas cosas, ellos dos habían escalado una muralla para estar juntos, pero era lo único que ellos no habían dicho, no sabíamos nada de su pasado o el de mi madre antes de ser un vampiro, pero no sé porque presentía que todo esto era por ellos.
—Salgamos de aquí —dijo Matt poniéndose de pie y acercándose a nosotros. —no podemos, ni debemos estar aquí. —Agrego.
Salimos los tres juntos de aquel sitio verificando que nadie nos viera, dejando también allí el cuerpo de la chica. Mis latidos estaban acelerados y sentía una presión en el pecho que dificultaba mi respiración, por primera vez me siento realmente asustada, esto me ha dejado aterrada.
—Laila —dijo Joshua deteniéndose de repente y tomando del antebrazo. —nuestros padres… —me miro expectante y sabia a lo que se refería.
—Tranquilo Josh, no les diré nada, créeme —dije mirándole fijo a los ojos.
Yo subí a la camioneta, mientras Matt y Joshua conversaban, antes de cada quien tomar su camino, mi hermano me miro por un momento, luego se puso en marcha, la escena de la chica bañada en sangre y la nota iba y venía en mi cabeza, más la ansiedad que me había penetrado en mí, en cuanto olor de la sangre se adentró en mis fosas nasales, pero eso es algo que pude controlar, Lara y Joseph nos enseñaron a no tocar a los humanos.
—Hey —dijo Joshua sacándome de mis pensamientos y haciendo que lo mirase. —todo va a estar bien, nunca te dejare sola, siempre estaré contigo —dijo para reconfortarme.
Yo solo asentí y volví, mi mirada al camino, viendo como dejábamos atrás las escuela y aquel escalofriante momento, me sobresalte al escuchar unas sirenas, eran patrullas y ambulancia en dirección a Progress Hight, acune mi rostro entre mis manos y luego coloque mi cabeza en el respaldo del asiento, no sé porque, pero presentía que este solo era el principio de una larga y espeluznante pesadilla.
***
El cielo se había nublado, las luces que alumbra la entrada a nuestra casa estaban encendidas, Lara y Joseph estaban parados en puerta, algo inusual en ellos, por la cara de ambos algo no muy bueno ocurría. Mi madre corrió hacia nosotros en cuanto nos bajamos de la camioneta y nos atrapo a los dos en sus brazos.
—Pensé que les había pasado algo—dijo mi madre mirándonos, con mucha preocupación.
Pensé en muchas cosas absurdas en cuanto me percate de la mirada de mi padre, él y mama pueden leer nuestras mentes, lo que ellos no imaginan es que Josh y yo podemos bloquear los acontecimientos que no deseamos que ellos se enteren utilizando, pensamientos de cosas pasadas mezcladas en nuestra cabeza.
—Estamos bien mamá —dijo Joshua con tranquilidad y caminando al interior de la casa. — ¿paso algo? —dice el de manera natural, haciendo la mejor actuación de su vida.
—Llamaron de la escuela —Mi padre hizo una pausa. —Al parecer encontraron el cadáver de una joven en los vestidores —prosiguió pero ahora nos miró con los ojos entrecerrados.
—Estuvimos con Matt en la ciudad —mentí descaradamente aunque no era la primera vez. –Perdón por la tardanza y no avisarles —dije encogiéndome de hombros.
Mis padres se miraron y luego sus ojos se posaron en nosotros, pude sentir como la tensión dejaba el ambiente y la calma regresaba, nos habíamos salvado de esta. Corrí a mi habitación en cuanto mis padres regresaron a sus deberes, mama a preparar la cena, Joseph a lo que sea que haga, tire la puerta para que se cerrara pero Joshua la detuvo, se acercó a mí de manera sigilosa, estrecho mi mano y sentí algo en ella.
—Guarda esto —dijo en tono bajo. —mire mi mano para ver de qué se trataba y era aquella nota que pensé había dejado tirada, lo mire extrañada ¿en qué momento la había tomado él?
—Matt la tomo por mí, eso solo podría traernos problemas, levantaría sospechas sobre nosotros —dijo con mucha seriedad.
Me acuno en sus brazos envolviéndome en ellos, beso mi frente y froto una y otra vez mi espalda, nunca me había sentido tan débil y vulnerable, esa nota me ha dejado consternada el hecho de saber que Josh y yo estamos en peligro me tiene realmente asustada.
—Ya deja de pensar en eso, debemos mantener nuestras mentes en blanco —dijo sin soltarme. —Mama y papa sospecharían —ahora me separo un poco de él.
Joshua se marchó dejándome un poco más calmada, sé que mientras él y yo estemos juntos cuidaremos el uno del otro. Me senté sobre la cama y luego me lance de espalda sobre ella con los brazos extendidos, diciéndome a mí misma que debía mantener la calma aunque el dilema en el que estaba, no me facilitaría las cosas.
***
Pase toda la tarde en mi habitación terminando algunos pendientes asignados por el inepto de Rochester. Escuche el rechinar de unas llantas y supuse que los abuelos habían llegado para nuestra cena semanal. Baje las escaleras seguida por Joshua y en ese preciso momento los ojos de mi abuela se posaron en nosotros.
—Pero que hermosos están mis niños—dijo la abuela Larabet de manera exagera, solo ha pasado una semana desde la última vez que la vimos. —Ven dale un beso a tu abuela —me atrapo en sus brazos y planto un muy sonoro beso en mi mejilla, Josh pensó escaparse pero no lo logro.
Los abuelos vienen semanal a cenar con nosotros, una familia común y corriente cenaría en domingo los Wiltipire Scott lo hacen en lunes y yo soy la rara, si claro. Todos caminamos al kiosco donde mi madre tenía todo listo y servido, nos sentamos a la mesa y como siempre la abuela Scott dio las gracias.
— ¿Y cómo va la escuela? —pregunto Vincent llevando un trozo de carne a su boca.
—Pues muy bien —expecto mi padre sin dejarnos responder. —Sus promedios son excelentes —nos miró con orgullo.
***
La cena transcurrió con tranquilidad, entre algunas anécdotas y malos chistes de papa podría decir que la pasamos normal. Mis abuelos al parecer estaban inocentes de los últimos acontecimientos y como era de esperarse mis padres no hablaron del asunto.
—Espero y vengan pronto a visitarnos —dijo la abuela en cuanto paso la puerta de la entrada.
Yo les sonreí y me adentre a la casa, dejando a mis padres y a Joshua despidiendo a los abuelos, me encerré en mi habitación, me quite lo que llevaba puesto y me coloque mi pijama, revise mi teléfono antes de meterme bajo las sabanas y tenía una llamada perdida de Becka y dos mensajes uno era de ella, el otro no percate.
Laila ¿supiste lo que paso en la escuela?, encontraron una chica muerta en los vestidores, o por Dios que horrible pudimos a ver sido tu o yo.
Becka siempre de histérica y dramática pensé de inmediato. Sé que el tema de la chica muerta será el tema principal en toda la escuela por lo menos tendré que soportarlo una semana será en verdad una tortura. Revise de nuevo para verificar de quien provenía el otro mensaje y decía Matt ¿Qué extraño pensé?
Laila espero te sientas mejor, si necesitas algo no dudes en llamar o escribir.
Y eso fue realmente extraño, Matt ¿preocupado por mí?, eso era novedad. Apague la lámpara que esta sobre mi mesita de noche y coloque sobre ella mi teléfono, le dije a Morfeo que abriera sus brazos que ya iba en camino y luego de unos minutos me quede profundamente dormida
Corría sin parar en la oscuridad del bosque, ya el aire me estaba faltando mis pulmones pedían a gritos que me detuviera, no sentía fuerzas en mis piernas esas que normalmente tengo, mire a mis espaldas y aquellos ojos negros me miraron con malicia y vi como una sonrisa maléfica se formaba en sus labios rosados eso en verdad espanta, seguía corriendo pero algunas ramas me hacían más difícil el camino y la profundidad e inmensidad del bosque me estaban haciendo imposible encontrar una salida.
—Te tengo— dijo una voz ronca a mis espaldas.
Caí con rostro en tierra al piso y luego unas fuertes manos me dieron vuelta para ahora estar tirada sobre mi espalda, las hojas se enredaron en mi largo y rubio cabello, el chico se subió a horcadas sobre mi vientre y quito una por una las hojas que se habían enredado en mi cabello, pero su mirada me asustaba, estaba llena de deseo, lujuria y podría decir que odio, se acercó a mi rostro y vi cómo se separaban sus labios, dejando al descubierto sus largos y afilados colmillos.
—Eres tan hermosa y apetecible —ladeo mi cabeza a un lado de forma brusca y luego sentí su respiración sobre mi cuello, esto no puede estar pasando.
Abrí los ojos de repente y me senté sobre la cama sobresaltada, mi respiración era pesada y mi corazón casi sale disparado de mi pecho, mi instinto se despertó de repente y mi vista viajo a uno de los rincones de mi habitación y ellos chocaron con aquellos ojos negros, se acercó despacio a mi cama y se paró justo en frente podía ver como subía y bajaba su pecho y sus colmillos sobresalían sobre sus labios…
—JOSHUA —grite asustada…
Al instante escuche los pasos de mi hermano apresurados en el pasillo, abrió la puerta con rudeza y sus ojos se posaron en mí, estaba envuelta y aferrada a las sabanas.
—Él estaba aquí Joshua —dije tirando a mi hermano de su suéter como si fuese una demente. —quiere matarme Josh, por favor no dejes que me lleve —dije ahora con lágrimas en los ojos.
Josh me acuno sobre su pecho y yo apreté mis manos sobre su suéter, las lágrimas mojaron rápidamente todo su torso quedando ahora empapado, pero no le importó se quedó conmigo lo que resto de la noche y los dos nos quedamos despierto hasta el amanecer.
***
Hacía tiempo que no tenía pesadillas y hacía ya mucho tiempo también que Joshua no se quedaba conmigo por las noches. Al amanecer, el cansancio y la mala noche había vencido a mi hermano, así que cuidadosamente me baje de la cama y camine al baño, pose mis ojos en el espejo en cuanto estuve dentro, estoy pálida y desaliñada, las ojeras que tengo ahora me dan un parecido a Merlina Adams solo me falta cambiarme el color del cabello.
—Mamá —dije al escuchar unos pasos en el pasillo, nadie contesto y no le di mucha importancia.
Lave mis dientes y enjugue mi rostro, recogí mi alborotada melena en una coleta y Salí de allí con dirección a la cocina. La casa está en silencio, mis padres tenían guardia anoche quizás todavía no habían regresado, encontré una nota pegada al refrí es de Lara.
Las clases estas suspendidas, el director Pamers nos llamó temprano se hará un servicio en honor a la joven asesinada por la tarde, deje algo de comer en el microondas y sangre en el congelador ¡Laila por lo que más quieras, aliméntate!
Hice una pequeña pelota con la nota y lo lance a la b****a, mi madre puede ser realmente exagerada. Tome un vaso de la alacena y vertí en ella una buena cantidad de sangre, deje el vaso sobre la barra y mire a mi alrededor había algo muy extraño en la casa, el ambiente se había tornado muy pesado y había algo mas Josh seguía dormido. Tome mi vaso y subí las escalares para ir a despertar a mi hermano, la puerta de mi habitación estaba cerrada y no recuerdo haberla dejado así, la abrí despacio y deje caer el vaso haciéndose trisas bajo mis pies, lleve las manos a mi boca por la sorpresa y acto seguido mi cuerpo se paralizo, yo me veía a mí misma abrazada a mi hermano sobre la cama.
—Pero qué diablos —dije en voz alta.
Una brisa helada erizo mi piel, y por más que trate de acercarme mis pies no respondían, estaba en shock miraba perpleja mi cuerpo sobre la cama, como si se tratase de una película de horror.
— ¿Lista para ser vampiro? —resoplo sobre mi cuello aquella penetrante voz, luego sentí sus manos tomarme con fuerza por los hombros y yo comencé a ver todo oscuro.
Sentí mis pulmones llenarse de aire y unas manos fuertes me sacudían por los hombros, una incómoda luz me hizo abrir de golpe los ojos encontrado a Joshua agitado tratando de despertarme.
—Laila —dijo abrazando con fuerza. —Pensé que habías muerto. —lo separe de mi para encontrarme con su rostro desencajado, estaba realmente asustado.
No pude pronunciar palabra solo atraje hacia mí, el cuerpo de mi hermano y lo envolví en mis brazos. No era experta en deducciones, ni sacando conclusiones, pero sé que alguien está jugando con mi mente, alguien está tratando de debilitarme primero asesinando aquella chica y dejando aquella nota para mi hermano y para mí, ahora se mete en mi sueños, usare todos los medios para descubrir quién quiere hacernos daño y cuando eso pase, se arrepentirá de haberse metido con los Wiltipire.
«Laila»Las clases en realidad habían sido suspendidas, eso me asustaba un poco, porque me hacía pensar ¿Qué otra cosa podría hacerse realidad de aquella pesadilla? Josh y yo vamos en los asientos de atrás del auto de nuestros padres, camino al servicio fúnebre que será oficiado en el salón de eventos de la escuela, en honor a Sarah Daniels, la chica asesinada, los dos vamos inmersos en nuestros pensamientos muy alejados de la dinámica conversación que tienen entablada Lara y Joseph.—Laila —dijo mi madre girando en su asiento. — ¿conocías a la chica que asesinaron? —ella me miraba con cierta expectativa.La mire por unos segundo en silencio y luego de resople un sonoro. —no, madre. —Y volví mí vista al tétrico paisaje de Green Lake.***El estacionamiento de la esc
«Laila»— ¿Qué fue lo que escuchaste? —pregunto mi padre, con voz dura y la mirada oscurecida.— ¿Cuál parte exactamente? —pregunte con sarcasmo. —la que ustedes nos guardan secretos Joseph, ¿dónde quedaron los padres honestos que dicen ser? —pregunte ahora con el rostro sombrío y haciéndose notorio mi enojo.Mi padre separo los labios, pero luego volvió a unirlos ahora formándose en ellos una dura línea, yo seguía a la espera de alguna respuesta por parte de los mayores a mi alrededor, pero ninguno se atrevía a pronunciar palabra. Los pasos de Matt y Joshua irrumpieron en el patético silencio que se había formado en aquel lugar, mi hermano nos miró cruzando sus cejas y con su mirada recorrió cada uno de los presentes hasta llegar a mí.— ¿Y ahor
«Laila»Mi madre estos días, se veía cansada y decepcionada, no me atreví a preguntarle, que había pasado con aquel individuo, porque era más que evidente que no habían podido sacarle ninguna información y eso solo llevaba a una conclusión ya aquella criatura no existía. El ambiente en casa durante esta larga semana, había pasado de ser tranquilo y acogedor a ser tedioso, pesado y poco llevadero, en verdad ha sido una semana melodramática.—Iré con papa a la ciudad, ¿necesitas algo?—Joshua entro a mi habitación sin previo aviso, no aprende mi hermanito.Lo mire por el rabillo del ojo y regrese mi vista a los libros de historia, que habían esparcidos por toda la cama, aunque las clases habían sido suspendidas por el resto de esta semana, yo seguía llenando y recargando mi cerebro con inadmisible c
«Laila»La sangre que se escurría por mi brazo, había machando por completo mi camiseta y parte del suéter de Matt, el rasgo parte del mismo y lo coloco despacio sobre mi herida, me ayudo a ponerme de pie, sin dejar de hacer presión, haciendo que se me escaparan algunos gruñidos por el dolor que provocaba aquello en mí.—Tenemos que ir al hospital —dice el con cierto grado de preocupación y el rostro perturbado, yo hice absoluto silencio.Joshua seguía sin aparecer y esa inquietud dentro de mí por no saber su paradero iba en aumento. Nos abrimos paso entre los escombros de la casa Brown, que estaba totalmente destruida, con nuestros pies hacíamos a un lado las cosas, pues el caminar con aquello en medio era más que tedioso. Josh apareció de la nada y haciendo a un lado a los pocos presentes que aún seguían all&
«Laila»El Lunes había llegado, el maldito lunes y el fin de semana paso de lo más extraño, mis padres no me preguntaron, sobre lo que había ocurrido en mi habitación aquella madrugada del sábado, Joseph solo se dedicó a arreglar aquella pared con Joshua y mi madre se la paso entre conversaciones secretas con la tía Anastasia, yo no pude sacar de mi cabeza lo que había ocurrido y que ahora el odio de Theodore hacia mi podría ser expresado de la manera que menos me esperaría, así que debía estar alerta.—Laila, Joshua espera por ti —escuche la voz de mi madre desde el piso de abajo.—Si ya voy madre —dije desganada…Hoy es la famosa excursión al museo de Washington y si me preguntan ¿Cómo están mis ánimos?, les diré que odio Progress y ahora la odio mucho m&
«Laila»Escuchaba muy a lo lejos voces que eran un tanto extrañas y una en particular que me era conocida, sentía que mi cabeza explotaría y se me estaba haciendo imposible abrir los ojos. Unos vagos pensamientos de lo ocurrido regresaron a mi mente y sentí mis pulsaciones acelerarse, abrí los ojos repentinamente para encontrarme en un lugar enteramente ajeno para mí, mire detenidamente a mi alrededor y me percate que me encontraba en una especie de sótano, todo mugriento y abarrotado de estantes los cuales se encontraban adornados por recipientes todos llenos de un líquido en color escarlata.—Despertó la bella durmiente. —escuche decir a aquella voz que aborrezco.— ¿Dónde estoy? —dije haciendo una mueca, pues el dolor en la parte trasera de mi cabeza era poco soportable.—Eso es lo de menos, mi pequeña
«Laila»Abrí los ojos repentinamente y me encontrada empapada en sudor y siendo sujetada por mi padre y la tía Anastasia, no sé en qué momento me había quedado dormida pero a pesar de eso aquella pesadilla con aquella criatura había sido más que real para mí. Mi respiración regresaba a su curso normal, mientras Lara pasaba las manos por mi húmedo cabello y me miraba llena de preocupación.— ¿Qué paso? —pregunte cuando al fin pude pronunciar palabra.—Te pusiste a gritar como loca —dijo Joshua —subimos rápidamente y estabas como convulsionando.Matt me miraba de manera extraña y por primera vez después de lo que nos había ocurrido me detuve a ver lo grave de sus heridas, me estremecí al recordar las palabras de Theodore y negué con la cabeza al saberme en sus
«Laila»Los alrededores de Progress se encontraban desolados y aproveche el momento para salir despavorida de allí, sin ocultar mi habilidad como mitad vampiro, miraba atrás cada dos por tres y me encontré siendo perseguida por Matt y Joshua, Bommer no se encontraba por ninguna parte, nos adentramos en la profundidad de Salem el sol se filtraba por los pequeños huecos que dejaban a la intemperie los árboles y tocándome el hombro Josh hizo que me detuviera.— ¿Qué mierda hiciste ahora? —pregunto con enojo.—Debo salir de aquí —dije llevando las manos sobre mi cabeza —Theodore no me dejara en paz.— ¿Qué demonios paso aquel día Laila? —Matthew coloco las manos sobre mi rostro—Solo dejen que me marche por favor, si estoy lejos el no podrá lastimarlos Los capa platinada n