Joseph y yo nos habíamos preparado durante mucho tiempo para este momento, habíamos guardado con paciencia que los chicos tomarán aquella decisión, para lo que no estábamos preparados era para lo que se avecinaba. Desde aquel día había guardado ese mal presentimiento, al igual que la nota que dejaron bajo nuestra puerta, nunca le dije nada a Joseph, pero creo que había llegado el momento de mostrársela.
Joseph tenía los brazos cruzados sobre el pecho y miraba las jaulas con las cejas cruzadas, no quería esto para sus hijos, quería que ellos vivieran su vida como lo desearan, quería darles la oportunidad que él nunca tuvo, Sir. Freud había sido un desalmado con sus hijos vaya lo absurdo del asunto, porque aquel ser no tenía alma.
—Esto llegó el día de su décimo sexto cumpleaño
«Laila»Una voz en mi cabeza me gritaba sin cesar «No te dejes vencer por la oscuridad» pero aquella negrura me arrastraba con ella al borde del abismo y me dolía toda, ya no sentía mis pulmones y los latidos de mi corazón se habían debilitado, pero me sentía más fuerte y otro deseo insaciable de sangre me invadió en aquel momento y de manera apresurada me acerque al cuerpo que yacía ya sin vida alguna a un lado de aquella jaula. Me sentí presa del pánico, no sabía si algún día podía controlar este deseo desenfrenado de sangre, pero no me dejaría vencer, yo era la que debía dominarme.«Joshua» llame a mi hermano a través de mis pensamientos, pero se sentía tan vacío, él estaba ausente y aquello me asusto.«Joshua»volví
«Matthew» Sentí escocer mi garganta y luego solté un alarido de dolor, ¿qué me estaba pasando? ¿Dónde me encontraba? Porque tenía la certeza de que esta no era la jaula que me tenía cautivo, estaba inmóvil con los brazos y pies atados y sentí una fuerza extraña recorrerme todo el cuerpo, mis ojos se sentían como llama viva, los abrí de golpe y levanté mi brazo de manera repentina y las cadenas que lo sostenían cedieron, hice lo mismo con el otro hasta que logre liberarme. —Están bien ajustadas —escuche decir, pero aquella voz se escuchaba lejana y aproveche para bajar de aquella mesa metálica. Me sorprendió la destreza con que lo hice y me toque el rostro, estaba frío, como témpano de hielo y la verdad llegó a mí de golpe. —Vendrán por él ya lo verás —Aquella voz si la conocía. Era Theodore Bommer. Mis manos comenzaron a temblar y un deseo abrasador de destrucción me recorrió todo el cuerpo y no pude evitar salir al encuent
«Joshua»Era tan extraño no sentir mi corazón latiendo desbocado. Dentro de mi pecho habia una quietud desconcertante, pero debia acostumbrarme a ella. Entendia por completo los arranque que llegue a ver en mi madre cuando era pequeño, se daba golpes en el pecho y no entendia la razón, ahora sé que solo buscaba sentir nuevamente su corazón.Vimos una silueta aparecer a alta velocidad en la oscuridad, Laila salto por los aires y descendio frente a la silueta haciendo que esta se detuviera de golpe, la vi abrazar aquella persona y supe que se trataba de mi mejor amigo. Mis padres, los guardianes y yo nos aproximamos a ellos, esta lucha era de todos nosotros y sabiamos que los "Capa Platinada" no tardarían en llegar.—Serán solo segundos —dijo Matthew —Él viene con ellos —dijo esto mirando a mi padre.Una ráfaga de aire frio nos envolv
«Laila»El tiempo se detuvo por un momento, cuando Joseph se levanto a la misma velocidad que su padre, seria un choque de titanes. Tres generaciones se enfrentaban para cerrar un cliclo, para mantener tras la sombra a los vampiros, para que no hubiese más muertes humanas, para poner fin a los «Capa Platinada»Un rayo ilumino en la oscuridad y vi como Joshua corria hacia uno de los encapuchados, mientras Thedoro se aproximaba a toda velocidad hacia mí. Senti la adrenalina correr por mi cuerpo, fue una descarga electricas de esas que te dejarían sin fuerzas, pero conmigo era todo lo contrario. Ahora tenía una fuerza descomunal.—Al fin estamos frente a frente —Dijo Theodore y sin decir palabra impacta mi puño contra él y salio volando por los aires.Senti mis ojos escocer y las venas de mis brazos estaban a punto de estallar, mire a mi alrededor y aque
«Laila»Volver a progress significaba muchas cosas, una de ellas el tener que revelar a Becka la verdad sobre lo que yo era, por primera vez en la vida estaba aterrada, me daba miedo que la unica persona que ha estado a mi lado a pesar de mi actitud tan pesimista y negativa se aleje para siempre de mi lado y mi madre me alentaba diciendo que Jennifer (su mejor amiga) y Becka eran bastante parecidas, pero esta no era la misma época.Joshua aparcó en el lugar de siempre y por primera vez me sentí fuera de lugar. Matthew se unió a nosotros como de costumbre, pero los tres parecíamos no encajar, aunque estaba dispuesta hacer mi mejor esfuerzo para parecer normal, debiamos los tres dar lo mejor de nosotros para pasar desapercibidos.—Bueno, ya estamos aqui —Matthew me paso el brazo por el cuello y me llevo más cerca de él —Debes relajar el rostro, todo estará bien
«Laila»No me acostumbraba aquella imagen borrosa en el espejo, a la temperatura helada de mi cuerpo, ni aquellos ojos amarillentos que debia disimular muchas veces con lentes de contacto, era extraño sentirme tan sedienta y aborrecer por completo la comida humana. Extrañaba, aunque suene extraño, la avena que Joseph nos hacia comer todas las mañanas.— ¿Lista? —miré a mi costado donde Lara me observaba con tanto cariño y por primera vez me senti unida a ella, por primera vez comprendi por todas las cosas que ella habia pasado para estar con mi padre.—Si —dije, mientras tomaba la toga y el birrete que descansaban sobre la cama.No podia creer que este dia habia llegado, la escuela había terminado y aquello me causaba cierta nostalgia. Mi hermano, Matthew y yo nos veriamos fisicamente como ahora toda la vida, aquel habia sido uno de mis ma
No soy de las personas que se dejan convencer con facilidad, ni siquiera por aquellos que están a mi alrededor dígase familia y amigos, pero esa noche Joshua termino convenciéndome de hacerlo, lo mire por unos segundos aun cuestionándome, el ¿Por qué debía hacer esto?, y no solo seguía como siempre, siendo fría y distante, siendo como siempre él me ha dicho desde que tengo uso de razón su rara hermana favorita.—Si papá y mamá se enteran de esto, toda la culpa recaerá sobre ti —dije con sequedad, típico de mi personalidad.—No se darán cuenta de nada, así que deje el pesimismo Laila —dice mi hermano mirándome expectante.Nos escabullimos por la ventana de la habitación de Joshua, el frió invadió mis huesos en cuanto mis manos tocaron el pasto mojado, del patio trasero de nuestra casa cerca de l
«Laila»Ya me había acostumbrado al roce de las frías manos de mi madre por las mañanas, como siempre corría las cortinas dejando que los tibios rayos del sol invadieran mi habitación iluminando cada rincón y haciendo que me removiera bajo las sabanas, Lara era la mujer más hermosa de este mundo, era un deleite mirarla, hasta para mí que había nacido de su vientre.—Arriba mi pequeña, se hace tarde para la escuela —dijo Lara mirándome con ternura, algo que me causaba un poco de malestar, las muestra de afecto no son mis favoritas.— ¿Joshua ya despertó? —Pregunte sentándome sobre la cama.Mama sonrió nuevamente pero ahora con una sonrisa cómplice eso solo significaba que Joshua seguía dormido y que hoy era mi oportunidad de entrar primero al baño, por lo único que